Lasvocesdelpieblo y Agencias.- Barcelona (España), jueves 29 de septiembre de 2022. Todos los consejeros de la derecha separatista en el régimen amarillo, Juntos por Cataluña (JxCat), han puesto su cargo «a disposición» de lo que decida el partido, cuya dirección se reúne este jueves por la mañana.
Este movimiento se produce después de que anoche el líder del régimen amarillo y coordinador general de la ultraizquierda separatista ERC, Pere Aragonès García, destituyera al vicepresidente del régimen y cargo de máximo rango de JxCat en el Ejecutivo hispanófobo y separatista, Jordi Puigneró Ferrer.
En declaraciones a la emisora de radio RAC1, el secretario general de JxCat y golpista preso indultado del Procés, Jordi TurullTurull Negre, ha advertido de que, con el cese de Puigneró, en JxCat se sienten «bastante expulsados» del régimen amarillo.
La dirección de JxCat debate desde las diez de esta mañana los escenarios posibles a partir de ahora, que pasan por salir en bloque del régimen y pasar a la oposición o proponer un nuevo nombre para sustituir a Puigneró en el puesto que ha dejado vacante, con la posibilidad de convocar una consulta a la militancia para decidirlo.
Tras la destitución de Puigneró, sigue habiendo seis consejeros escogidos por JxCat: Jaume Giró (Economía y Hacienda), Victòria Alsina (Acción Exterior y Gobierno Abierto), Gemma Geis (Investigación y Universidades), Josep Maria Argimon (Salud), Violant Cervera (Derechos Sociales) y Lourdes Ciuró (Justicia).
La crisis estalló en 24 horas
El estallido de esta crisis de régimen se fraguó el martes por la noche, casi al final de la maratoniana primera jornada del debate de política general sobre el estado de Cataluña en el Parlamento de Cataluña, cuando el presidente del grupo de JxCat, Albert Batet Canadell, amenazó a Aragonès con pedirle que se someta a una cuestión de confianza si no cumple el acuerdo de legislatura.
Turull ha explicado que la decisión de amenazar a Aragonès con la cuestión de confianza fue compartida por él mismo, por Laura Borràs Castanyer y por el propio Batet.
Puigneró, ha explicado Turull, estaba al corriente de «todos los escenarios» posibles, entre ellos el de esta amenaza si Aragonès no respondía satisfactoriamente a las demandas de JxCat, aunque no sabía qué respuesta final plantearía Batet.
Turull ha relatado las horas de tensas reuniones que se vivieron ayer por la tarde y hasta medianoche en el Palacio de la Generalidad catalana.
Tras la reunión extraordinaria del régimen convocada por Aragonès, el coordinador general de la ultraizquierda separatista ERC se reunió con Turull a solas, con quien mantuvo una conversación «muy sincera y muy franca».
Según Turull, esa primera reunión «fue bien», Aragonès no le mencionó su intención de echar a Puigneró aunque sí le alertó de que «bajo amenaza de una cuestión de confianza» no se pondría a «hablar de nada»: «Me fui del encuentro creyendo que esto se podía reconducir», ha asegurado el secretario general de JxCat.
En este punto, Turull veía «margen para arreglar» las cosas y, desde el mismo Palacio de la Generalidad catalana, comentó la situación con los consejeros de JxCat y otros dirigentes del partido.
Más tarde, Aragonès volvió a llamarlo a su despacho y le comunicó que cesaría a Puigneró, una decisión que dejó «perplejo» a Turull, que no ve justificada la destitución del vicepresidente por no haber informado con antelación al supremacista dirigente de la ultraizquierda ERC de la cuestión de confianza.
A continuación, Turull informó a Puigneró de las intenciones de Aragonès, de las que el vicepresidente aún «no sabía nada», aunque posteriormente sí habló a solas con Aragonès.
Después de lo ocurrido anoche, Turull ha reconocido que «cada vez es más difícil» reconducir esta crisis con sus socios de régimen amarillo.
Preguntado por cuáles son sus sentimientos en este momento de fractura, JxCaT se ha emocionado al reconocer que lo que siente es «tristeza».