Mueren al menos 6 líderes islamistas que resisten en Derna (Libia)

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TRIPOLI (LIBIA), AÑO 2018. Camiones de bomberos sofocan los incendios producidos tras enfrentamientos entre soldados libaneses y extremistas en Trípoli (Libia). Efe.

Efe – Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera a la victoria militar de las diferentes facciones rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi. En la actualidad tiene dos focos de poder, uno liderado por Hafter en el este y el sur del país y otro restringido a Trípoli que dirige el presidente y primer ministro, Fayez al Serraj, al que sostienen la ONU y la Unión Europea (UE). Tripoli (Libia), miércoles 13 de febrero de 2019. FOTOGRAFÍA: TRIPOLI (LIBIA), AÑO 2018. Camiones de bomberos sofocan los incendios producidos tras enfrentamientos entre soldados libaneses y extremistas en Trípoli (Libia). Efe.

Al menos seis líderes de las milicias islamistas que resisten en Derna murieron en un nuevo asalto de las fuerzas lideradas por el mariscal Jalifa Hafter al centro histórico de la ciudad libia, informaron a Efe fuentes de Seguridad.

Según las mismas, una veintena más de radicales islámicos, entre ellos Madani Hafez, uno de sus líderes, se entregaron tras los combates a la Media Luna Roja libia y pidieron protección frente a la «Operación Dignidad», que lidera el citado oficial, hombre fuerte de Libia.

Hafter emprendió en 2014 la conquista de Derna, ciudad próxima a la frontera con Egipto y bastión histórico de los grupos yihadistas en el centro-este del norte de África.

El mariscal clamó victoria a finales del pasado año, aunque en su interior todavía se mantienen muy activos varios núcleos de resistencia.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera a la victoria militar de las diferentes facciones rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

En la actualidad tiene dos focos de poder, uno liderado por Hafter en el este y el sur del país y otro restringido a Trípoli que dirige el presidente y primer ministro, Fayez al Serraj, al que sostienen la ONU y la Unión Europea (UE).

A ellos se suman el poder de las ciudades estado de Zintán y Misrata, cientos de milicias locales, grupos yihadistas de diferente ideología y numerosas redes de contrabando de personas, combustible, armas e incluso alimentos, que definen y controlan la economía nacional.