Primer aniversario del 14F con el separatismo atrapado en una paradoja: su impotente «Mayoría del 52%» ni tiene plan ni puede hacer efectiva su República Catalana

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), Pere Aragonès García, ha tomado posesión este lunes como nuevo presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el número 132, en un acto en el que ha recibido la medalla presidencial de manos del expresidente Joaquim Torra Pla (Quim Torra) y en el que ha prometido su cargo sin menciones a la Constitución Española ni a su majestad el rey Felipe VI de España. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Barcelona (España), domingo 6 de febrero de 2022. El separatismo se aproxima al primer aniversario de las elecciones del 14 de febrero de 2021 (14F) atrapado en una paradoja: nunca como ahora había dispuesto de tanta representación parlamentaria, pero la falta de una hoja de ruta unitaria golpista impide que pueda traducir su fuerza en avances tangibles.

La suma de los partidos y grupúsculos separatistas sobrepasó por primera vez la mitad de los votos en Cataluña, por lo que suelen definirse como la «mayoría del 52%», pero casi un año después del 14F, y con un Gobierno separatista de ERC y JxCat presidido ahora por Pere Aragonès García (ERC), no hay un plan para dar continuidad al Procés -golpe de estado separatista, hacer efectiva la República Catalana proclamada unilateralmente el pasado 27 de octubre de 2017 (27-O).

DESOBEDIENCIA SIN EFECTIVIDAD

Los límites de la desobediencia, pregonada en los últimos años por JxCat y la CUP, se pusieron de manifiesto este jueves, cuando el Parlamento de Cataluña aprobó un dictamen de desobediencia que avalaba mantener el escaño al delincuente secretario tercero de la Mesa y diputado de CUP por Lérida al Parlamento de Cataluña, Pau Juvillà Ballester, quien sin embargo no fue convocado al pleno, no se le permitió votar y, horas más tarde, fue dado de baja como diputado, en cumplimiento de la orden de la Junta Electoral Central (JEC).

El boletín oficial del Parlamento de Cataluña publicó el viernes la baja del delincuente diputado de CUP en cumplimiento de la resolución de la JEC, que ordenaba retirar el escaño al secretario tercero de la Mesa, inhabilitado por no descolgar cuatro lazos amarillos de su despacho en la Paeria (ayuntamiento) de Lérida en período electoral del pasado año 2019, cuando el condenado, por el delito de desobediencia a una resolución de la JEC, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), era entonces concejal de CUP y le encantaba aquello de desobediencia institucional contra lo que tachan desde su mundo yupi de ‘Estado represor’.

Además, según la página web de la cámara catalana, se le dio de baja a fecha 28 de enero.

Según fuentes de la Mesa y de la Junta de Portavoces, la presidente de la cámara, Laura Borràs Castanyer, aseguró que ignoraba que Juvillà ya no era diputado cuando se activaron una serie de acciones políticas para «defender» su escaño.

Incluso los funcionarios del Parlamento de Cataluña, atemorizados por el posible conflicto legal, avisaron por carta a Borràs de que no habilitarían el sistema electrónico para votar en el pleno el dictamen de desobediencia sobre Juvillà.

El episodio desató un cruce de reproches entre la CUP y Borràs: los de Maria Dolors Sabater Puig -candidata de CUP a la Presidencia de la Generalidad de Cataluña el 14F- la acusan de no querer defender el escaño de Juvillà, más allá de una mera escenificación simbólica; en JxCat replican que lo único que pretendía la CUP era arrojar a Borràs a la «papelera del Código Penal» con un acto de desobediencia estéril.

ERC ha mantenido un perfil bajo, contemplando el desgaste de sus socios de Gobierno separatista por un caso parecido al que afrontó en 2020 el expresidente de la cámara catalana, Roger Torrent Ramió, cuando, acató la retirada del escaño al delincuente diputado de JxCat y presidente de la Generalidad de Cataluña, Joaquim Torra Pla (Quim Torra), inhabilitado como presidente de Gobierno de la Generalidad de Cataluña por parte del TSJC, lo que le valió críticas «injustas» de JxCat y de Borràs, a quien los de del golpista indultado parcialmente, Oriol Junqueras Vies, reclaman ahora «explicaciones» por el desenlace del caso Juvillà.

GOBIERNO SEPARATISTA SIN SOCIOS CLAROS

Este caso ha ahondado la brecha entre JxCaT y la CUP, que empezó la legislatura como socio preferente del Gobierno separatista, invistiendo a Pere Aragonès García como presidente, y acabó el año 2021 votando en contra de los presupuestos de la Generalidad de Cataluña para 2022.

Aragonès tuvo que buscar una alternativa para aprobar las cuentas y la encontró en Podemos Cataluña (los comunes), pero el apoyo parlamentario de los de Jéssica Albiach Suárez -líder parlamentaria de Podemos Cataluña- puede tambalearse ahora, después de que ERC haya rechazado la reforma laboral del Gobierno en el Congreso de los Diputados, por lo que Aragonés intentará recomponer la relación con la CUP.

DESUNIÓN EN MADRID

En el Congreso de los Diputados, ERC quiere hacer valer sus 13 escaños e influir en las decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, una colaboración que se ha traducido, por ejemplo, en su apoyo a los últimos presupuestos generales del Estado para 2022, aunque los de Junqueras se han quedado fuera de la mayoría que ha aprobado la reforma laboral.

El apoyo de ERC al Gobierno ha motivado los reproches de JxCat, que a falta de influencia de sus cuatro diputados, insiste en un frente unitario separatista en Madrid; mientras, los cuatro diputados del PDeCAT buscan un perfil moderado y abierto a acuerdos.

MESA (INCOMPLETA) DE DIÁLOGO

Aragonès apostó desde su investidura por la vía negociada con el Reno de España, que se reactivó en septiembre con una reunión de la Mesa de diálogo del Procés a la que, sin embargo, la Generalitat acudió con una delegación sin consejeros de JxCat, ya que Aragonès vetó los nombres propuestos por sus socios al ser perfiles externos al Gobierno separatista.

JxCat, muy escéptica con los frutos que puede dar esta Mesa de diálogo, tiene a todos sus pesos pesados fuera del Gobierno separatista y no prevé modificar su propuesta de nombres, por lo que podría quedarse nuevamente fuera de la próxima reunión, que debería celebrarse a principios de 2022 aunque aún no tiene fecha.

SIN HORIZONTE COMPARTIDO

«Seguimos sin tener un plan para hacer la independencia», constataba este viernes la separatista presidente de la entidad secesionista Asamblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie Hernández, en tono de reproche a ERC, JxCat y la CUP, que tras el 14F pactaron reanudar los contactos discretos para elaborar una nueva hoja de ruta golpista, pero que siguen encallados en sus diferencias estratégicas.

Para intentar marcar un camino compartido a partir de la reivindicación de amnistía y autodeterminación, Aragonès ofrecerá el 14 de febrero en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) una conferencia para definir su estrategia.

Aunque, dado el clima de distanciamiento entre separatistas, y con las elecciones municipales de 2023 a la vista, no será fácil restablecer la unidad golpista que llevó al referéndum unilateral del 1-O de 2017.