Prisión sin fianza para los islamistas magrebíes de la célula yihadista de la Barceloneta (Cataluña)

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 14.07.2020. Los Mozos de Escuadra custodian a uno de los detenidos en la operación contra el terrorismo yihadista que llevan a cabo desde primera hora de la mañana en el distrito de Ciudad Vieja de Barcelona (Cataluña). Efe

Efe – El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha ordenado prisión provisional y sin fianza para los dos presuntos yihadistas detenidos en el barrio de la Barceloneta acusados de integrar una célula que en 2019 planeaba atentar con explosivos en Barcelona. Barcelona (España), jueves 16 de julio de 2020. 

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, el magistrado, que les imputa delitos de terrorismo y colaboración activa con Dáesh, les ha enviado a prisión a petición de la Fiscalía tras tomarles declaración.

Los dos hombres, de 41 y 43 años y nacionalidad argelina, fueron detenidos el martes por los Mossos D’Esquadra al sospechar los investigadores que eran los responsables de identificar y controlar los objetivos seleccionados para los ataques que planeaba esta célula prácticamente desarticulada en 2019.

Sus detenciones se enmarcan de hecho en una segunda fase de la operación Alexandría, ordenada por García Castellón en enero del año pasado y que se saldó con la detención de 19 personas, muchas de ellas con antecedentes por robos y hurtos en el centro de Barcelona.

El núcleo duro de esa red, cuatro de cuyos miembros se encuentran en prisión preventiva por orden del magistrado, tenía supuestamente la intención de perpetrar atentados terroristas, aunque al parecer en ningún momento llegaron a tener la capacidad para materializarlos.

El grupo yihadista, de hecho, había empezado a hacer gestiones para procurarse los explosivos y armas con los que cometer los atentados, pero esos preparativos fueron abortados en la primera fase de la operación.

Con estas últimas detenciones, los Mossos d’Esquadra ya dan por neutralizada esta célula yihadista, después de meses de investigaciones, en los que han podido averiguar los lugares concretos donde la célula planeaba llevar a cabo sus atentados.

Para ello, ha resultado clave el análisis del material informático que la policía catalana intervino en los registros en cinco viviendas de Barcelona y una de Igualada (Barcelona), practicados en la primera fase de la operación.