Puigdemont dice que seguirá batallando para evitar los 12 años de prisión que pide el juez Llarena

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FOTOGRAFÍA. ROUSSILLON (FRANCIA), 04.03.2022. El golpista huido de la Justicia y expresidente de Gobierno separatista de la Generalidad de Cataluña en 2017, Carles Puigdemont Casamajò, este sábado en Canet-en-Roussillon, Francia, donde se celebra un pleno de la Asamblea de Representantes del Consejo de Estado de la República Catalana, llamado 'Consejo por la República Catalana', al que él se postula para seguir al frente de su dirección. Efe

Efe.- Barcelona (España), viernes 13 de enero de 2023. El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha asegurado este jueves que librará «hasta el final» la «batalla judicial europea» para evitar su extradición a España y ha advertido: «No volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. Lucharé para volver libre».

VÍDEO. 13.01.2023. INCLUYE IMÁGENES DEL MENSAJE INSTITUCIONAL DEL EXPRESIDENTE DE LA GENERALITAT, CARLES PUIGDEMONT Y RECURSOS DE ARCHIVO.

«No volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. Lucharé para volver libre», aseguró en un mensaje de vídeo difundido en redes sociales.

Puigdemont, que permanece en Bélgica huido de la Justicia española, reaccionó así después de que el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena decidiera hoy levantarle el procesamiento por el delito de sedición -derogado recientemente por el Parlamento español- por su participación en el proceso independentista ilegal de Cataluña de 2017.

El magistrado mantiene, sin embargo, el procesamiento por desobediencia y por malversación agravada, castigado con una pena de hasta 12 años de prisión, por los mismo hechos.

En Bruselas, el abogado de Puigdemont descartó hoy que su entrega a España sea más fácil tras entrar en vigor la reforma del Código Penal español que deroga el delito de sedición, pese a que el Tribunal Supremo lo haya procesado solo por los delitos de malversación y desobediencia.

Según el abogado Gonzalo Boye, que lleva la defensa de Puigdemont, «el problema que tiene» el juez Llarena no es «de tipo penal», sino «de derechos fundamentales y es un problema de persecución política».