Rajoy pide paso para presidir el nuevo Gobierno pero PSOE y Ciudadanos (C’s) se lo cierran

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, en la rueda de prensa tras presidir el Comité Ejecutivo Nacional, ha ofrecido hoy su mano a los partidos "moderados" para intentar formar un Gobierno "estable" tal y como, a su juicio, están demandando los ciudadanos después de los resultados de las elecciones de ayer, en las que su partido volvió a ser la fuerza más votada. EFE

Efe – El líder del PP, Mariano Rajoy, ha apelado hoy a su mejora electoral para instar a la formación de un Gobierno encabezado por él, pero se ha encontrado ya con la negativa de los partidos que pueden facilitarlo: el PSOE ha descartado incluso la abstención y Ciudadanos ha rechazado ayudarle en su objetivo. Madrid, lunes 27 de junio de 2016. Fotografía: El presidente del PP, Mariano Rajoy, en la rueda de prensa tras presidir el Comité Ejecutivo Nacional, ha ofrecido hoy su mano a los partidos «moderados» para intentar formar un Gobierno «estable» tal y como, a su juicio, están demandando los ciudadanos después de los resultados de las elecciones de ayer, en las que su partido volvió a ser la fuerza más votada. Efe.

En el día después de las elecciones, los partidos se han reunido en sus sedes para analizar unos resultados que sólo dejan satisfechos, muy satisfechos, a los populares, pues Rajoy logró ayer 14 escaños más que los obtenidos el 20 de diciembre, hasta 137. La sensación en PSOE y en Ciudadanos es agridulce: en Ferraz porque se ha evitado el «sorpasso», pero se ha alejado la Presidencia; y en Alcalá -calle madrileña donde Albert Rivera tiene su despacho- porque se ha constatado la fidelidad de tres millones de votantes pese a la caída en ocho escaños.

En Podemos, por el momento, reina el desconcierto, como ha reconocido su secretario de Organización, Pablo Echenique. Rajoy ha comparecido en rueda de prensa tras el Comité Ejecutivo para dejar claro que no renunciará a constituir el nuevo Gobierno -un mensaje a quienes especulan con su marcha para desatascar posibles bloqueos-, y a su vez, ha asegurado que si los demás partidos no se lo permiten, se produciría una situación «verdaderamente grotesca».

Esos partidos, según sus palabras, son «los moderados», así que a ellos ha tendido la mano. Porque de entre los cuatro principales candidatos, sólo el líder del PP consiguió ayer una notable mejora respecto al 20D, unos 700.000 votos más, y a este resultado se ha aferrado Rajoy para advertir a esos partidos «moderados» de la «irresponsabilidad antológica» en la que incurrirían si obstruyen un Gobierno encabezado por él.

El presidente en funciones, con todo, dialogará con las demás fuerzas tras el Consejo Europeo que mañana comenzará en Bruselas, lo que marcará una pausa política en España por el «brexit». A su vuelta, la negociación reconquistará el terreno para intentar «hacer un Gobierno» estable cuanto antes, a ser posible a finales de julio.

Urge la tarea en opinión de Rajoy porque no es poco lo que hay que gestionar: la recuperación económica y el futuro de una UE sin el Reino Unido son dos de los retos. Sin embargo, las preferencias manifestadas en público por Rajoy han llegado sin éxito al PSOE y a Ciudadanos. El portavoz del Comité Federal de los socialistas, Antonio Hernando, ha sido contundente y ha dicho que su partido no apoyará al PP en la investidura ni por la vía de la abstención, básicamente porque las urnas les han situado en la oposición, según sus declaraciones.

La lectura del PSOE en el día después se resume en que es Rajoy el que tiene que sumar los apoyos necesarios entre sus «afines ideológicos y las derechas nacionalistas», no entre los socialistas. Aunque hay dirigentes territoriales, como el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, partidario de que gobierne el líder del PP a tenor de los resultados, en la dirección socialista prefieren ceder a Rajoy toda la presión, por lo que le han emplazado a iniciar el diálogo y a «ir contando».

Albert Rivera, por su parte, ha destacado que esa presión tampoco la tiene él encima, pero a diferencia del PSOE, que se la deja a Rajoy, Ciudadanos la pone en la mesa de Pedro Sánchez. Según ha manifestado ante la prensa, la formación «naranja» no contribuirá a que Rajoy siga de presidente, entre otras razones porque para ello sus votos no son necesarios: bastan los de los diputados socialistas.

Lo que hará Rivera es llamar durante las próximas horas a los líderes de PP y de PSOE para crear una mesa de negociación destinada a aprobar reformas en educación, justicia o empleo, y con una condición: nada de hablar de «sillones». Ahora bien, cuando al presidente de Ciudadanos le han preguntado por la abstención, ha evitado ser preciso, salvo al afirmar: «No hay un solo votante de Ciudadanos que no sepa que no estaremos en un Gobierno que tenga que estar pendiente de la corrupción de Bárcenas y Rita Barberá».

En Podemos el primer análisis postelectoral concluye con una palabra: «Desconcierto». Así lo ha dejado ver Echenique en conferencia de prensa, porque, según sus palabras, la dirección del partido de Pablo Iglesias cree que la estrategia de la coalición con IU ha sido correcta. La autocrítica, por tanto, queda para otro momento, para cuando los análisis sean más exhaustivos, si bien algunas voces no han podido evitarla, como Juan Carlos Monedero, para quien Podemos debe acercarse al ciudadano en la calle, no en las televisiones.

A crítica interna ha sonado también la intervención de la presidenta andaluza, Susana Díaz, a favor de «reconstruir el proyecto socialista» tras los malos resultados de ayer.