Madrid (Reino de España), miércoles 3 de enero de 2024 (Efe).- Solo en Madrid estos días se consumirán 2.800.000 de roscones de Reyes artesanos, un dulce que entra en estas fechas en la mayoría de los hogares españoles, no solo el día 6 de enero, y que compite en la mesa con otras recetas navideñas como el intxaursaltsa vasco, la casca de Reyes valenciana o las truchas de batata de Canarias.
Su suavidad, aroma y textura -además de su regalo sorpresa- lo han convertido en uno de los productos tradicionales de nuestra gastronomía dulce, una de las recetas con más raigambre cultural en nuestro país ya que hay que remontarse a los romanos para conocer el origen de este bollo en el que tiene que predominar el agua de azahar y donde tiene que haber un haba y una figurita.
Pero sin duda es el rey de la Navidad porque es un producto que, tan solo en Madrid, la Asociación de empresarios artesanos de pastelería y panadería de la Comunidad de Madrid prevé que su venta ascienda a 2.800.000 de unidades.
Y es en Madrid donde la panadería «Pan Delirio» ha extendido a los 365 días del año el consumo de roscón y son unos 12.000 kilos de este bollo los que vende todo el año, y 1.700 kilos (unos 2.500) en sus dos formatos de kilo y kilo y medio.
Una cifra que adquiere mayor dimensión según los datos de la Asociación Española de la Industria de la Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC), que ha calculado que estas navidades los españoles comprarán en mercados, supermercados e hipermercados cerca de 30 millones de unidades.
Aunque en estos días España vuelve a demostrar su variedad gastronómica ya que los golosos no solo vivirán del roscón de Reyes sino también de otras elaboraciones, como las truchas de batata (boniato), las quesadillas herreñas o el queso de almendra y el quesillo que degustarán los canarios estas fechas en las que solo ellos serán afortunados de comerse estas viandas dulces con temperaturas que podrían invitar a un granizado.
Con frío invernal, en el País Vasco cuentan con un turrón propio, el intxaursaltsa, que se elabora con nueces (intxaur), canela, leche y azúcar. Y en Bilbao, además, se elabora el turrón sokonusko, que tampoco tiene almendra sino tres capas de praliné (blanco, tostado y negro), y cuyo nombre se atribuye a la región maya de Soconusco, de donde se supone que un bilbaíno trajo el cacao con el que se empezó a elaborar este turrón en el siglo XVII.
En Galicia, la laspeira, una suerte de roscón de Reyes que se rellena con crema pastelera es una de las más preciadas junto al Pan de Reis de la comarca de El Morrazo o el Gatón de Reis de la costa norte.
Y es desde Valencia, en algunas zonas, donde están recuperando la casca de Reyes, un dulce tradicional de mazapán con forma de serpiente relleno de boniato y que va acompañado de monedas de chocolate. Se trata de un producto que solían regalar los padrinos a sus ahijados el Día de Reyes, aunque hace unas décadas fue desplazado por el conocido roscón.
En Cataluña si hay un dulce que no puede faltar en Navidad son los neules, una suerte de barquillo pero más ligero y que se suele consumir solo o con la tradicional crema catalana o combinado con una copa de cava. También hay que citar los catànies, un dulce de almendra típico de Vilafranca del Penedès que tampoco falta en la Navidad catalana.
En Castilla y León, en concreto Zamora, cuentan con capones, o turrón de pobre, que consiste en higos secos y nueces; en Valladolid disfrutan de sus aclamadas tortas de chicharrones, una torta dulce con corteza de cerdo típica de noviembre y diciembre -meses de la matanza- y que sigue siendo un clásico en muchos pueblos en Navidad antes del boom de los roscones.
El recetario castellanoleonés también disfruta estos días de los polvorones «El Toro» de Tordesillas (Valladolid), la sopa de almendras, el mazapán y las peladillas.
Y si hay un pueblo que la Navidad marca en el mapa es Estepa, localidad sevillana que te recibe con su característico aroma a mantecados y polvorones y que es la encargada de exportar a toda España estos bocados con base de almendra.
En Murcia también hay mucha tradición de dulces navideños elaborados con cabello de ángel, almendra y miel, fundamentalmente, productos de larga tradición que en los últimos años han visto como les sale un competidor: el murciatone, una versión del ‘panettone’ italiano hecho, entre otros productos, con su famoso melocotón de Cieza.
Que el roscón de Reyes es la cuna del reino navideño no cabe duda, como así le sucede en el mundo de las plantas a la flor de Pascua, pero basta este repaso a la repostería para recordar que España es el país más rico del mundo cuando de disfrutar en la mesa se habla.