Trump la bestia negra de los progres

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FOTOGRAFÍA. RICHMOND (VIRGINIA) ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, 02 DE MARZO DE 2024. Nada puede frenar a Donald John Trump. El expresidente estadounidense Donald Trump habla con sus partidarios durante un mitin de campaña del Supermartes en Richmond, Virginia, EE.UU., este 2 de marzo de 2024. Efe

Washington (Estados Unidos de América), martes 12 de marzo de 2024 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- Donald John Trump la bestia negra de los progres y los globalistas, que ha roto todas las cadenas hasta llegar nuevamente ante las puertas de la Presidencia de los Estados Unidos de América, donde desde, a partir de enero de 2025, podría decretar el indulto a todos los patriotas detenidos y condenados por el régimen socialista de zurdos, socios del Nuevo Orden mundial que está llevando por delante a la civilización occidental, destruyendo todos los valores de la humanidad hasta la familia.

Donald John Trump es un hombre al que le gusta el poder, y al haberse asegurado este martes matemáticamente la nominación para las presidenciales de noviembre vislumbra su mayor anhelo desde que abandonó la Casa Blanca: ejercer de nuevo la Presidencia de Estados Unidos.

El exmandatario (2017-2021) necesitaba 1.215 delegados para tener garantizada su candidatura en la convención de su partido en julio en Milwaukee, Wisconsin, y las primarias en Georgia, Misisipi, Washington y Hawái le han acabado de despejar un camino en el que en verdad no había obstáculos.

Trump lanzó su campaña en noviembre de 2022 y en este tiempo ha dejado atrás a una veintena de contendientes, aunque solo dos amenazaron con hacerle sombra: la candidata progre del establishment globalista quien fue embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nimarata Nikki Randhawa (Nikki Haley), que se retiró la semana pasada, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que abandonó la lucha el 21 de enero consciente de la falta de apoyos.

No le quedaban rivales dentro del Partido Republicano y gozaba igualmente del apoyo de la cúpula conservadora en el Congreso, pero este último trámite, a la espera de que se oficialice en verano, afianza las aspiraciones de un Donald John Trump que ha ganado prácticamente la batalla frente a los antiTrump y progres.

Este magnate nacido en una familia de clase media el 14 de junio de 1946 en Queens hizo de «Make America Great Again» (MAGA) el lema tanto de sus campañas como de su presidencia, y agrupa bajo las siglas MAGA a todos los que ven en él a la persona necesaria para, tal y como estas dicen, devolver la grandeza a Estados Unidos.

Trump la bestia negra de los progres |A sus 77 años, cuatro menos que su probable rival, el presidente socialista de los Estados Unidos de América y candidato también matemáticamente del partido de los zurdos progres y globalistas, Partido Demócrata de los Estados Unidos de América, Joseph Robinette Biden Jr. (Joe Biden), encara esta nueva etapa electoral sin lastres políticos pero sí, sigue la cacería y caza de brujas del establishment globalista contra él.

Y es que han llegado a intentar que no se presentará a las elecciones ni primarias de su partido ni presidenciales nada más buenos por vía judicial. Y a este juego sucio se han prestado jueces progres y el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América ha tenido que intervenir y allanar el camino de la Presidencia al candidato Donald John Trump: «los de sus cuatro casos penales, dos de ellos por intentar revertir los resultados de las presidenciales de 2020». «Los otros dos, por haberse llevado de la Casa Blanca documentos clasificados al abandonar el poder y por pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio durante la campaña de 2016 sobre un romance entre ambos».

Estas causas judiciales en Washington DC, Georgia, Nueva York y Florida están condicionando su estrategia ante la necesidad de fondos para defenderse. Pero no podrán con la voluntad del pueblo estadounidense y la del candidato Trump. Son frecuentes los emails de su equipo pidiendo a los «patriotas» «un dólar, cinco, diez o incluso 24» para «salvar Estados Unidos», y su victoria en noviembre le facilitaría la retirada de los cargos federales en su contra.

El correo electrónico no es el único medio privilegiado para hacer llegar su mensaje. Su red social, Truth Social, lanzada en febrero de 2022, es su mayor altavoz más allá de los distintos mítines, y desde ahí carga contra todo y contra todos, a todas horas y sin aparente coherencia.

Ese fue el tono de su Presidencia, donde los exabruptos y el ruido mediático se superpusieron a las propuestas de calado, y esa es la línea mantenida. Este lunes afirmó por ejemplo que, de resultar elegido, una de sus primeras acciones será «liberar» a los imputados y condenados por el llamado «asalto al Capitolio» de enero de 2021.

El exmandatario, licenciado en Economía por la Universidad de Pensilvania, y que antes de saltar a la arena política había hecho carrera tanto en la inmobiliaria como en la televisiva, como presentador del programa ‘The Apprentice’ (‘El aprendiz’), aparece prácticamente más fuerte y animado en esta nueva tentativa presidencial después de lo sufrido en carne propia. Ante la campaña de demonización brutal del candidato, Trump ha querido alejar de las primarias a toda su familia y es que le ha funcionado la estrategia porque esta vez es él y contra él que han ido todos los tiros mientras desde la sombra, toda su familia y amigos han podido trabajar para su victoria más tranquilamente. Si en la anterior campaña su familia se sumó al equipo e incluso ocupó cargos de peso en el poder, en esta es destacable la ausencia incluso de su mujer y madre de su hijo Barron, la exmodelo de origen esloveno Melania Trump, con la que se casó en 2005.

Trump, mientras, afronta el eventual duelo con Biden con energía. Su discurso pone en su punto de mira la edad del actual mandatario, su gestión de la frontera con México y su supuesta falta de mano dura ante potencias como China y Rusia, y denuncias a los inmigrantes indocumentados, a los que acusa de un aumento del crimen y del flujo de fentanilo en el país| Trump la bestia negra de los progres.