Agencias – Un mujer se hizo estallar y un presunto yihadista murió este miércoles en un suburbio de París durante un asalto policial en busca del presunto cerebro de los atentados del viernes, parte de una operación antiterrorista que permitió la detención de siete personas. París, 18 de noviembre 2015. Fotografía: Policías y soldados franceses participan en la operación lanzada este miércoles 18 de noviembre en el centro de Saint-Denis, suburbio al norte de París. Foto/AFP.
Es el primer caso de una kamikaze en Francia, cinco días después de que se registrara el primer atentado suicida de la historia reciente del país, con un saldo de al menos 129 muertos y 350 heridos, y reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). En un comunicado, el Gobierno francés anunció que los cuerpos de los 129 fallecidos han sido ya identificados.
«Activó su chaleco de explosivos al principio del asalto», detalló el fiscal de París, que sólo ha confirmado esta muerte. Fuentes policiales aseguran que hay otro muerto. Al menos tres agentes resultaron heridos durante el operativo en un edificio del centro peatonal de Saint-Denis, al norte de la capital, donde se desplegaron militares, según fuentes de seguridad.
El operativo comenzó hacia las 04h20 de la madrugada (03h20 GMT) y concluyó siete horas después. Los vecinos oyeron tiroteos durante casi una hora en el barrio, completamente acordonado. «Había disparos (…), explosiones como de granada y ráfagas intermitentes», explicó a la AFP Alexia, que fue testigo desde su ventana. «Parecía que estábamos en guerra», contó Hayat, de 26 años, que salía de casa de unos amigos en ese momento.
Entre los detenidos, tres se hallaban en el interior del piso, dos en apartamentos vecinos y otros dos en las inmediaciones. Uno de ellos, un treintañero que no quiso revelar su identidad, contó a la AFP que prestó el apartamento porque un amigo se lo pidió «como un favor».
«Un amigo me pidió alojar a dos de sus amigos por unos días», relató a la AFP antes de ser esposado y detenido. «Me dijo que venían de Bélgica. No sabía que eran terroristas», aseguró. «Les dije que no había colchón y me contestaron: ‘no importa, sólo necesitan agua y rezar'», relató. Según una de sus amigas, llegaron «hace dos días».
Las autoridades pidieron a la población que evitara salir de sus casas. Las escuelas permanecerán cerradas, al igual que los accesos al metro. Tampoco circulan autobuses ni tranvías. Según una fuente policial, el blanco era el presunto cerebro de los atentados Abdelhamid Abaaoud, un yihadista belga de 28 años miembro del EI. Conocido también como Abu Omar Susi o Abu Omar alBaljiki, se le busca desde enero como sospechoso de haber proyectado atentados en Bélgica, desde donde se habría organizado la matanza de París.
También se busca a Salah Abdeslam, de 26 años, sospechoso de ser uno de los atacantes que ametrallaron el viernes varias terrazas de cafés y restaurantes parisinos junto con su hermano Brahim, que se hizo estallar. Basándose en un vídeo, los investigadores creen que en el Seat León negro, uno de los coches utilizado para los ataques, había una persona más de las que se pensaba hasta ahora.
Este sospechoso podría estar huido, al menos que se trate de uno de los dos presuntos cómplices arrestados en Bruselas e inculpados por «atentado terrorista». Estos dos, Mohammed Amri, de 27 años, y Hamza Attou, de 20, habrían ayudado a Salah Abdeslam a huir de París tras los ataques.
De modo que serían nueve los hombres que participaron en los atentados: tres kamikazes en las inmediaciones el Estadio de Francia en Saintx-Denis, otros tres en la sala de conciertos El Bataclan y tres más que dispararon de forma indiscriminada contra bares y restaurantes. Al menos tres de ellos, Omar Ismail Mostefai, Samy Amimour y Bilal Hadfi estuvieron en Siria.
La policía busca también información sobre uno de los kamikazes del Estadio de Francia, cuya foto fue difundida la noche del martes. Este hombre pasó por Grecia y cerca de su cadáver se halló un pasaporte sirio, cuya identidad corresponde a la de un soldado de Bashar al Asad muerto hace unos meses.
Coalición con Rusia y EEUU
La investigación se centra asimismo en el yihadista francés Fabien Clain, de 35 años, actualmente en Siria, quien leyó el texto de reivindicación del EI. Este miércoles, el Gobierno presentará las medidas antiterroristas decididas tras el atentado. El consejo de ministros examinará el proyecto de ley sobre la extensión del estado de emergencia por tres meses, que el jueves votará la Asamblea Nacional y el viernes, el Senado.
Para organizar la respuesta militar, el presidente François Hollande se reunirá el 24 de noviembre con su homólogo de EEUU, Barak Obama, en Washington y dos días después con el ruso Vladimir Putin en Moscú. Su esperanza es formar una coalición única para «destruir» al EI.
Por su parte, la policía turca detuvo el martes en el aeropuerto de Estambul a ocho marroquíes sospechosos de pertenecer al EI que querían viajar ilegalmente a Alemania, informó este miércoles la agencia progubernamental Anatolia. Los ocho detenidos, que llegaron en un vuelo procedente de Casablanca (Marruecos), dijeron a la policía que eran turistas y que habían reservado habitaciones de hotel, según fuentes cercanas a los servicios de seguridad citadas por el medio turco.
La policía comprobó que las declaraciones de los individuos eran falsas y los entregó a una unidad antiterrorista. Uno de ellos tenía un documento manuscrito que detallaba un itinerario para llegar a Alemania en tren o en autobús. Según las fuentes citadas, pretendían hacerse pasar por refugiados sirios.