Artur Mas: «Para el independentista «puro» la sentencia de 2006 fue una bendición» del «Procés»

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FOTOGRAFÍA. CATALUÑA (ESPAÑA), MAYO DE 2018. Vista del inhabilitado delincuente expresidente separatista de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas Gavarró, durante uno de sus mítines de ataques y campaña de odio hacia el Reino de España y su genet. Efe

Efe – El expresidente catalán Artur Mas ha dicho este domingo, diez años después de la sentencia del Tribunal Constitucional que derogó buena parte del Estatut de Cataluña de 2006, que la misma, «para un independentista puro», fue «una bendición», y que en Madrid no se vio la fuerza que dio al independentismo. Barcelona (España), lunes 29 de junio de 2020.

El 28 de junio de 2010, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales 14 artículos y reinterpretó otros 27, entre ellos los referidos a la lengua o a la definición de Cataluña como nación, del texto del Estatut que había sido aprobado por el Congreso y por los catalanes en el referéndum celebrado el 18 de junio de 2006.

Mas, en una entrevista que publica este domingo El Periódico, señala que los poderes fácticos del Estado no eran conscientes de que la sentencia elevaría el conflicto.

«Yo creo -explica- que no lo veían, porque ellos, en la relación con Cataluña, estaban acostumbrados a una relación con un esquema de que cuando los necesitamos nos ayudan y cuando no los necesitamos, nos da igual».

El expresidente agrega que «esta vez no calcularon bien las consecuencias».

«Si se hubiera mantenido el Estatut que se pactó y que el pueblo catalán refrendó y se hubiera aplicado con toda su potencialidad, estoy seguro de que el movimiento independentista no es que hubiera desaparecido de Cataluña, pero no hubiera cogido la fuerza que ha cogido», explica Mas.

«Para el independentista puro, que la tenía en la cabeza desde hacía décadas, la sentencia fue una bendición», agrega.

El expresidente recuerda que «era plenamente consciente» de que el texto original del Estatut que aprobó el Parlament el 30 de septiembre de 2005 «no se aprobaría» en el Congreso.

«La prueba es que nos pusimos a negociar después y la cosa fue a la baja», continúa el expresidente.

Mas, con Pasqual Maragall como presidente de la Generalitat, negoció en aquel año la modificación parcial del Estatut aprobado por el Parlament con el entonces presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

«Si me pongo en la negociación -rememora hoy- es porque Zapatero deja de considerar interlocutor suyo al ‘president’ Maragall y me pide que asuma el peso de la negociación, con conocimiento del PSC».

Mas lamenta que, en aquella negociación, «ni se habló» de retocar el Estatut para que luego el Constitucional no tocase el texto, y confiesa que «quizá sí que sea ingenuo» no haber visto esa opción y también «que fuera poco previsor».