Cataluña| Claves del nuevo referéndum de autodeterminación de 2024

0
183
FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 11.04.2023. El presidente del Gobierno separatista y en minoría de la Generalidad de Cataluña apoyado en el PSOE (PSC) y las extremas izquierdas (los Comunes -Unidas Podemos), quien es el coordinador general de la ultraizquierda separatista ERC, Pere Aragonès García, en rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo secesionista antiespañol. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Efe.- Barcelona (España), martes 11 de abril de 2023. El presidente catalán, Pere Aragonès, ha iniciado este martes el despliegue de su propuesta de acuerdo de claridad, con la que, siguiendo la vía canadiense de Quebec, pretende sumar una mayoría en Cataluña a favor de un referéndum de autodeterminación y pactarlo posteriormente con el Estado.

Su intención es que a lo largo de este año se desarrollen trabajos académicos y debates políticos, sectoriales y ciudadanos que confluyan en una propuesta catalana a inicios de 2024, para llevarla entonces a la mesa de negociación con el Gobierno.

Estas son todas las claves de esa propuesta de acuerdo de claridad:

1) ¿EN QUÉ SE INSPIRA EL ACUERDO DE CLARIDAD DE ARAGONÈS?

La propuesta del presidente catalán se basa en la llamada vía canadiense: en el año 2000, tras la persistencia de las demandas secesionistas de la provincia francófona del Quebec (celebró dos referéndums en 1980 y 1995, el segundo con victoria unionista por la mínima), el Gobierno canadiense aprobó una ley de claridad tras solicitar la opinión del Tribunal Supremo.

La ley definía aspectos de un futuro hipotético referéndum pactado, como que el Parlamento canadiense podía decidir si la pregunta que Quebec formulaba era suficientemente clara o si los votos obtenidos por los independentistas bastaban para imponerse (se estipuló que la mayoría simple no era suficiente); y especificaba farragosos asuntos que entrarían en una eventual negociación, como fronteras, reparto de propiedad pública, deuda nacional o derechos de minorías lingüísticas y naciones indígenas.

2) ¿POR QUÉ ARAGONÈS Y ERC OPTAN POR ESTA VÍA?

Si bien Esquerra considera que el referéndum del 1 del octubre de 2017 fue un ejercicio colectivo de desobediencia pacífica y democrática, los republicanos admiten que aquella consulta no tuvo reconocimiento internacional, ni legitimidad interna entre los catalanes y que incluso no se conectó con buena parte de población no independentista, motivo por el que el resultado no se pudo aplicar.

Por ello, ante el bloqueo de la estrategia independentista desde entonces y la fractura interna en ese movimiento, los republicanos han apostado desde su llegada a la Generalitat por la vía dialogada, para lograr un referéndum pactado y que goce de legitimidad internacional: el acuerdo de claridad sería la vía para lograrlo.

3) PRIMERA FASE: EL GRUPO DE EXPERTOS

La hoja de ruta que plantea Aragonès para la propuesta catalana de acuerdo de claridad seguirá un proceso «circular»: será el Govern quien active la maquinaria este abril y será el Govern quien la culmine en aproximadamente un año.

El primer paso que dará el Govern será en próximos días, cuando el Ejecutivo catalán formulará una batería de preguntas (poco más de media docena) dirigidas a un grupo de expertos, formado por académicos de la Ciencia Política y el Derecho y coordinados por el politólogo Marc Sanjaume, el único nombre que ha trascendido.

La idea es que esas preguntas versen sobre diferentes «mecanismos democráticos» que puedan contribuir a resolver el conflicto; el consejo académico (el Govern asegura que pretende que sea plural y diverso, incluso con académicos contrarios al referéndum, aunque evitará cuotas) emita un informe respondiendo a cada pregunta.

4) SEGUNDA FASE: DEBATE POLÍTICO, SECTORIAL Y CIUDADANO

Ya a partir de junio, tras las elecciones municipales del 28 de mayo, arrancará el debate político, que se plasmará en la convocatoria por parte de Aragonès de la mesa de partidos catalanes, a la que invitará a todos los grupos del Parlament excepto a Vox.

Simultáneamente, también se llevarán a cabo debates sectoriales, con entidades, plataformas y organizaciones de la sociedad civil, empresarial, sindical, cultural e incluso deportiva.

Y en otoño se realizarán los debates ciudadanos con cerca de un millar de participantes: se formarán ocho grupos (uno por veguería catalana), cada uno de ellos con cien personas seleccionadas por sorteo como muestra representativa de la sociedad catalana; según fuentes del gobierno catalán, se hará siguiendo la metodología «científica» de los grupos focales de investigaciones académicas.

5) TERCERA FASE: LA NEGOCIACIÓN CON EL ESTADO

Todos esos trabajos y debates anteriores serán recogidos por el grupo de expertos, que trasladará al Govern a inicios de 2024 un informe definitivo y conclusivo, que, según Aragonès, será la base de la propuesta catalana de referéndum.

Con esa propuesta bajo el brazo, Aragonès planteará en la mesa de negociación con el Estado la posibilidad de pactar un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

6) ¿QUÉ PROPUESTA DE REFERÉNDUM IMAGINA ESQUERRA?

Aunque el president ha dejado clara su voluntad de escuchar los planteamientos de todos los partidos y de consensuar la propuesta definitiva, lo cierto es que su partido, Esquerra, se avanzó al resto de formaciones y ya en enero aprobó en su congreso nacional la propuesta de referéndum que pondrá sobre la mesa.

La propuesta republicana está basada en la fórmula de Montenegro: una pregunta clara y de respuesta binaria; podrían votar todos los residentes en Cataluña mayores de 16 años y los no residentes que tengan derecho a voto en las elecciones catalanas; y el triunfo de la independencia requeriría un mínimo del 50 % de participación y del 55 % de síes favorables a la independencia.

7) ¿CON QUÉ APOYOS CUENTA ARAGONÈS POR AHORA?

Además del apoyo de su propio partido, Aragonès cuenta por el momento únicamente con la predisposición favorable de En Comú Podem a ese acuerdo de claridad.

En cambio, JxCat (antiguo socio de coalición) o la CUP ya han expresado en múltiples ocasiones sus reticencias o incluso oposición a esa propuesta; más contundente ha sido el rechazo de PSC, PP, CS o Vox, aunque los socialistas insisten desde inicio de legislatura en que Aragonès convoque la mesa de partidos catalanes para abordar ahí la resolución del conflicto, que matizan que es «entre catalanes».