España, con problema de prosperidad inclusiva al no repartir bien su riqueza entre españoles

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FOTOGRAFÍA. SANTANDER (ESPAÑA), 19.08.2019.- El catedrático de Economía y presidente de la Fundación Círculo de Economía, Antón Costas, atiende a los medios este lunes antes de participar en el curso: "La gran transformación. Economía y políticas para una prosperidad inclusiva", incluido en la programación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Efe

Efe – El presidente de la Fundación Círculo de Economía, Antón Costas, ha alertado de que España tiene «un problema de prosperidad inclusiva» al no repartir bien su riqueza entre los ciudadanos, y ha reivindicado «una gran transformación» que ponga a la economía «al servicio» de los ciudadanos. Santander (España), lunes 19 de agosto de 2019. 

Costas se ha pronunciado así este lunes, a preguntas de los periodistas, antes de inaugurar un curso que dirigirá esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, en el que ha dicho que lanzará un mensaje «contra el pesimismo y fatalismo de pensar que las cosas sólo pueden ir a peor».

Según Costas, catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona, el problema de España no es de crecimiento, pues su economía está subiendo desde 2014 a mayor ritmo que todas las economías occidentales, sino de prosperidad inclusiva.

En este sentido, Costas, que presidió el Círculo de Economía entre 2013 y 2017, ha apuntado a problemas en aspectos «muy importantes» como la pobreza infantil y juvenil.

Así, ha considerado «difícil de entender» que los jóvenes de entre 19 y 33 años tengan un sueldo equivalente a lo que ganaban sus padres hace diez años, mientras que aquellos que no tienen estudios universitarios ganan menos que hace 20 años.

También ha alertado de que España es el único país en el que el 73 por ciento de las personas entre 19 y 33 años no están emancipadas, lo que además de tener consecuencias «dramáticas» para la vida de esas personas y su capacidad de emancipación, supone un perjuicio demográfico y económico para la sociedad.

Sin embargo, Costas ha lanzado un mensaje de optimismo frente a aquellos que piensan que «la desigualdad sólo puede seguir aumentando, que el populismo político nacionalista y autoritario acabará llevándose por delante las democracias o que la robotización y la inteligencia artificial destruirán prácticamente el empleo».

Por ello ha defendido la necesidad de una «gran transformación» que vuelva a poner la economía al servicio de los ciudadanos, pues cree que eso no ha sido así durante los últimos 30 años, cuando -ha añadido- ha sido la sociedad la que ha estado «al servicio» del neoliberalismo.

En su opinión esa transformación debe ser «similar a la que se hizo después de la Segunda Guerra Mundial», cuando se puso en marcha el Estado de Bienestar con una economía regulada y mercados eficientes y controlados, con una economía que fue capaz de suministrar prosperidad con «buenos» empleos y salarios, ha recordado.

También ha advertido de que «cuidado» con creer que los problemas de desigualdad e inseguridad económica se pueden resolver sólo a través del proteccionismo comercial que defienden los populistas de derechas, o sólo con la redistribución que dicen sus homólogos de la izquierda.