Gaza| El bebé Kfir Bibas lleva cuarta parte de su vida en cautiverio

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FOTOGRAFÍA. JERUSALÉN (ISRAEL), 18/01/2024.- Foto del chupete del bebé, Kfir Bibas, secuestrado juntos a sus padres y su hermano Ariel por Hamás en el kibbutz de Nir Oz, sur de Israel. Kfir Bibas, el rehén más pequeño del grupo terrorista islamista Hamás, cumple hoy un año en cautiverio después de ser secuestrado el pasado 7 de octubre en el kibutz Nir Oz con sus padres, Yarden y Shiri, y su hermano Ariel, de 4 años; todos ellos aún retenidos en la Franja de Gaza sin pruebas sobre si están vivos o muertos. Efe

Kibutz Nir Oz (Israel), jueves 18 de enero de 2024 (Lasvocesdelpueblo y Agencias).- Gaza| El bebé Kfir Bibas lleva cuarta parte de su vida en cautiverio. Secuestrado por los terroristas asesinos palestinos, a 2 km de Gaza en suelo de Israel junto a su hermano de 4 años y su papá y mamá, este bebé israelí lleva ya 3 meses en cautiverio y no existe ninguna prueba de que siga vivo o muerto, junto a toda su familia. Desde hace unos días, el Hamás nazi ha lanzado su campaña de guerra psicológica que consiste en pasear a los rehenes en un vídeo, hacerlos hablar contra las autoridades de su país (Israel) y luego, en el mismo vídeo, enseñar su cadáveres después de haberlos asesinado en el acto, y acusando a Israel de haberlos matados.

VÍDEO. (ISRAEL), 18 D ENERO DE 2024.

Los vecinos del kibutz de Nir Oz, situado a menos de dos kilómetros de la Franja de Gaza, solo piden una cosa: que las 136 personas que siguen secuestradas por la banda terrorista islamista Hamás -incluido el bebé Kfir Bibas -nacido en esa comunidad- y que hoy cumple un año en cautiverio- vuelvan a casa, y que el Gobierno israelí priorice sus vidas por encima de la guerra.

Esta misma semana, los asesinos terroristas de Hamás anunciaron a través de un gráfico vídeo propagandístico las muertes de otros dos rehenes, de las cuales culparon al intenso fuego israelí. Confirmadas ayer por las autoridades israelíes, suman 27 los secuestrados que se creen muertos dentro del enclave en manos del grupo terrorista islamista.

Yosi Shnaider viste una camiseta con los rostros de su prima argentina-israelí Shiri Bibas, su marido Yarden, y sus dos hijos pelirrojos. Kfir y Ariel, de uno y cuatro años respectivamente. Son los únicos menores que permanecen en cautividad, tras el intercambio de rehenes por presos terroristas palestinos que se dio durante la semana de tregua a finales de noviembre.

Secuestrado con 8 meses, Kfir cumple hoy un año, habiendo pasado más de 3 meses en cautiverio en la Franja de Gaza, una cuarta parte de su vida.

Shnaider se niega a pensar que quizá alguno de los cuatro ya no esté vivo -en Gaza Israel ha lanzado bombas de hasta una tonelada de peso-, y confiesa a Efe sentirse «decepcionado» con su propio gobierno.

«Si declaran que lo primero es matar a Yahya Sinwar (líder de Hamás en Gaza), luego destruir a Hamás y ya después traer de vuelta a las personas secuestradas, eso significa que somos el menor de sus objetivos», reclama Shnaider.

«Debemos ser los primeros en la lista. Kfir debe ser el primero de la lista», añade sobre el bebé.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qasam, anunciaron el pasado 29 de noviembre que Shiri Silberman Bibas, de 32 años y de origen argentino, y sus dos hijos Ariel y Kfir, habían muerto en un bombardeo del Ejército israelí sobre la Franja, pero no aportaron ninguna prueba al respecto.

En Nir Oz, poco o nada ha cambiado desde el pasado 7 de octubre, día en el que los terroristas islamistas del Hamás irrumpieron armados, matando a 40 de sus vecinos y secuestrando a 77; de los que más de la mitad continúan cautivos.

La entrada a la cocina y al comedor comunales permanece cubierta de cristales rotos, se ven agujeros de metralla en las puertas, casas calcinadas por el fuego o destruidas.

«Es como una mala película», asegura a Efe Ravit Cooper, hija de Amiram, uno de los miembros fundadores del kibutz y todavía retenido por Hamás pese a sus 85 años. «Conocemos cada árbol, cada casa de este lugar, crecimos en esta misma guardería»Yosi, explica Cooper.

Pese a que a cada rato se oye el zumbido de los cazas israelíes, la empatía con los gazatíes se ha esfumado dentro de esta comunidad otrora liberal y partidaria de la convivencia con los palestinos, donde ya nadie habla de un futuro compartido con los palestinos.

«Lo que quiero ahora es una separación absoluta», afirma Srulik Kalvo, hermano de Ravit, y quien también considera que el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no está haciendo suficiente para liberar a los suyos.

Para diversos analistas como Amos Harel, del diario minoritario liberal Haaretz, ambas prioridades -destruir a Hamás y retornar a los rehenes- no «solo chocan entre sí, sino que no están en sincronía», a pesar de que el gobierno asegura que solo la presión militar es lo que puede devolver a los cautivos al forzar a los terroristas islamistas a negociar.

La mirada verdosa de Shnaider muestra cierto halo de dureza. Como otros no entiende que tras décadas reverdeciendo el desértico sur de Israel, aguantando el alarido de sirenas y escondiéndose en búnkeres durante brotes de violencia pasadas, ahora solo haya estancamiento.

«Es toda una vida para un bebé», dice pensando en Kfir y sus tres meses y medio de cautiverio. «Toda una vida». Gaza| El bebé Kfir Bibas lleva cuarta parte de su vida en cautiverio.