Junqueras: «Impedir el 1-O» a la fuerza «es un delito, no contestaré a la acusación»

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TRIBUNAL SUPREMO, JUICIO PROCÉS. El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras ha manifestado hoy en su declaración como acusado en el juicio del procés que 'votar no es un delito' y, en cambio, 'impedirlo por la fuerza' sí lo es. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras (ERC) ha manifestado hoy en su declaración como acusado en el juicio del «procés» que «votar no es un delito» y, en cambio, «impedirlo por la fuerza» sí lo es. Junqueras se ha pronunciado en esos términos en las respuestas a su defensa, dado que ha rehusado a contestar a las acusaciones. «Votar no es un delito», ha dicho hasta en cuatro ocasiones el dirigente de ERC, quien ha recordado que el legislador despenalizó la celebración de referendos. «Trabajar pacíficamente por la independencia de Cataluña no es un delito», ha añadido Junqueras, quien ha insistido. «Nada de lo que hemos hecho es un delito». Por contra, ha lamentado el uso de «la fuerza» para impedir la votación el 1-O, algo que no había ocurrido en 2014 durante la consulta del 9-N. La Fiscalía pide para él 25 años de prision como «jefe principal» de la presunta rebelión con distracción ilegal de dinero público, mientras que la Abogacía del Estado reclama 12 años por sedición y malversación. La acusación popular ejercida por Vox eleva la pena a 74 años por dos delitos de rebelión, malversación y organización criminal. Madrid (España), jueves 14 de febrero de 2019. FOTOGRAFÍA: TRIBUNAL SUPREMO, JUICIO PROCÉS. El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras ha manifestado hoy en su declaración como acusado en el juicio del procés que ‘votar no es un delito’ y, en cambio, ‘impedirlo por la fuerza’ sí lo es. Efe

El exvicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, que ha arrancado su declaración ante el Tribunal Supremo asegurando que es un «preso político» sometido a un «juicio político» porque se le acusa por sus ideas y no por sus hechos, ha articulado su defensa sobre dos ideas: «nada» de lo que hicieron es delito porque «votar no es un delito» y «nunca» contemplaron o avalaron el uso de la violencia como medio para forzar al Estado a reconocer la independencia de Cataluña, en contra de lo que sostiene la Fiscalía, que le acusa de rebelión.

TRIBUNAL SUPREMO, JUICIO PROCÉS. Imagen tomada de la señal institucional del Tribunal Supremo de los acusados (de izda. a dcha., por bancadas) el exconsejero de Empresa de la Generalitat Santiago Vila; la exconsejera de Gobernación Meritxell Borrás; el exconsejero de Justicia Carles Mundó; la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa; la expresidenta del Parlament Carmen Forcadell; el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart; el exconsejero de Territorio y Sostenibilidad Josep Rull; el exconsejero de Presidencia Jordi Turull; el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez; el exconsejero de Interior Joaquim Form; el exconsejero de Asuntos Exteriores Raül Romeva y el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, durante la tercera jornada del juicio del «procés» en la Sala de Plenos del Tribunal Supremo, en el que están acusados doce líderes independentistas por el proceso soberanista catalán que derivó en la celebración del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña (DUI). Efe/Tribunal Supremo. Efe

Una declaración en la que ha hecho un alegato sobre el derecho de autodeterminación, que sostiene que tiene Cataluña, y en la que ha insistido en que el «diálogo» ha sido y será siempre su apuesta.

Junqueras, como ha hecho después el exconseller de Interior Joaquim Forn, se ha desvinculado de una de las principales pruebas que hay contra ellos, el documento EnfoCATs que recogía la hoja de ruta del independentismo. «No lo había visto nunca (…) me parece un documento extravagante y apócrifo», ha resaltado.

Es la primera vez que se puede escuchar a Junqueras desde que ingresó en prisión provisional el 2 de noviembre. El exvicepresidente catalán, que ha optado por declarar en castellano porque para él es «un placer» poder llegar a todos los españoles aunque se le permitía hacerlo en catalán con traducción consecutiva, ha rechazado responder a las acusaciones y está contestando solo a las preguntas de su abogado.

Junqueras, que ha pedido que le disculpen la «pasión» que está poniendo en su intervención por las «ganas» que tenía de poder expresarse tras año y medio de «silencio forzado» y que incluso ha lamentado que se hiciera un receso, es el primero de los doce líderes independentistas en declarar.

La Fiscalía pide para él 25 años de prision como «jefe principal» de la presunta rebelión con distracción ilegal de dinero público, mientras que la Abogacía del Estado reclama 12 años por sedición y malversación.

La acusación popular ejercida por Vox eleva la pena a 74 años por dos delitos de rebelión, malversación y organización criminal.

«Nada»

El exnúmero dos del Govern ha asegurado que Fiscalía, Abogacía y VOX «retuercen absolutamente la argumentación» para acusarle de estos delitos y ha sido contundente: «Nada de lo que hemos hecho es delito. Votar en un referéndum no es delito, trabajar por la independencia de forma pacífica no es delito. No hemos hecho ni uno de los delitos que nos atribuyen. Es una argumentación forzada».

TRIBUNAL SUPREMO, JUICIO PROCÉS. El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras (ERC) en el primer plano de la fotografía, durante el tercer día del Juicio Procés. Efe

Junqueras asegura que «nadie puede tener duda alguna» de que los independentistas catalanes han «rechazado cualquier tipo de violencia» y que si alguien hubiera tenido la «tentación de actuar de forma no pacífica» se hubieran desvinculado del proceso.

«Votar no es un delito. En cambio impedirlo por la fuerza, sí», ha destacado el exvicepresidente aludiendo a las cargas policiales que se produjeron por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado el 1 de octubre de 2017 para tratar de impedir la celebración de la consulta en cumplimiento de resoluciones judiciales que habían prohibido la votación por ser inconstitucional.

De hecho, Junqueras ha acusado a la Policía y la Guardia Civil de generar «crispación» con su actuación en el 1-O. «Hubo violencia (policial), en mi opinión, injustificada e innecesaria», ha señalado el exvicepresidente catalán. Oriol Junqueras ha negado también que hubiera malversación porque «a los contribuyentes no les costó nada».

Las tres acusaciones le consideran uno de los promotores del plan presuntamente diseñado por los acusados para la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia de Cataluña junto con la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

La Fiscalía señala que como vicepresidente de la Generalitat asumió la planificación y ejecución de la consulta y junto a otros «promotores» hizo «reiterados y continuos» llamamientos para la movilización el 1-O fomentando, propiciando y buscando -sostiene- «el enfrentamiento directo entre multitudes de ciudadanos y las fuerzas de seguridad».

El Ministerio Público asegura que días antes de su celebración estuvo presente en la reunión en la que los Mozos recomendaron suspender la consulta ya que «era altamente probable que se produjera una escalada de violencia».

A pesar de la advertencia y de ser consciente de la «ilicitud del proceso», señala el Ministerio Público, asumió junto a otros miembros del Govern la decisión de seguir adelante.

«Razones emocionales»

El Tribunal Supremo ha aceptado que los acusados declaren en catalán por «razones emocionales» con traducción consecutiva, es decir, con la presencia de un traductor en la Sala que vaya traduciendo poco a poco la declaración. No ha aceptado, en cambio la traducción simultánea, porque solo sería accesible para las personas que estuvieran físicamente presentes con cascos y eso iría en contra de la «transparencia» del proceso.

El presidente de la Sala, Manuel Marchena, ha subrayado, no obstante, que permitir el uso del catalán no obedece en ningún caso a que declarar en castellano provocara «indefensión» en los acusados.

El tribunal ha rechazo la declaración como testigo del expresidente del Govern Carles Puigdemont porque al estar procesado en la misma causa no puede declarar «por la mañana como testigos y por la tarde como imputado». Sí ha aceptado en cambio la testifical del exministro del Interior Juan Ignacio Zoido.