Efe – La anécdota durante la interpretación del himno nacional la protagonizaron los operarios de la megafonía, que hicieron sonar las primeras notas del mismo, se produjo una breve interrupción durante la que sonó estentórea la pitada y enseguida arrancó de nuevo desde el principio a un volumen anormalmente alto. Sevilla (España), sábado 25 de mayo de 2019.
Un sector de la afición del FC Barcelona volvió a pitar el himno en la final de la Copa del Rey antes del partido disputado en Sevilla, si bien la percepción de los pitos menguaron en intensidad con respecto a otras finales de años anteriores.
En la octava final de Copa en nueve años con presencia del Barcelona, una parte de la afición del FC Barcelona mantuvo la costumbre de abuchear al himno nacional en los prolegómenos del choque, si bien la barahúnda fue menor que en otras ediciones.
Sesenta mil seguidores, repartidos al cincuenta por ciento entre los dos equipos, abarrotan las gradas del campo del Real Betis, donde, desde el sector valencianista, tronó el tarareo de la Marcha de Granaderos para acompañar la melodía que sonaba por una megafonía con más decibelios de los habituales.
El graderío barcelonista, nutrido con numerosos peñistas llegados de todas las provincias andaluzas y de otras comunidades limítrofes, se dividió entre un silencio mayoritario y los silbidos de la esquina en la que se situaban los hinchas más radicales, en la esquina entre Gol Sur y Preferencia.
En esa parte del recinto, los aficionados enarboladas algunas banderas ‘esteladas’, la enseña de los independentistas catalanes, si bien en un número muy inferior a la Señera oficial y a simbología con la cruz de San Jorge, que representa a la ciudad de Barcelona.
La anécdota durante la interpretación del himno nacional la protagonizaron los operarios de la megafonía, que hicieron sonar las primeras notas del mismo, se produjo una breve interrupción durante la que sonó estentórea la pitada y enseguida arrancó de nuevo desde el principio a un volumen anormalmente alto.
