La Fiscalía pide 30 años de cárcel para el inmigrante que torturó y mató al vecino de Puigcerdà (Gerona) y su expulsión de España cuando pueda acceder al tercer grado

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FOTOGRAFÍA. GERONA (ESPAÑA), 04.02.2020. Los agentes del Cuerpo autonómico de Policía de la Generalidad de Cataluña Mozos de Escuadra detienen al fugado inmigrante moldavo que torturó, asesinó y le robó el dinero a su víctima, un albañil vecino de la vila española de Puigcerdà (comarca de Baja Cerdaña) en la provincia de Gerona. ACN

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Gerona (España), miércoles 18 de agosto de 2022. El acusado de torturar y matar a un albañil en Puigcerdà —una villa española, capital de la comarca catalana de la Baja Cerdaña, en la provincia de Gerona— la noche del 31 de enero del 2020 se enfrenta a 30 años de cárcel por asesinato agravado y robo con violencia en casa habitada con uso de instrumento peligroso.

El escrito de acusación recoge que la víctima coincidió con el procesado en distintos bares de la población, descubriendo que recientemente había retirado más de 3.400 euros del banco: «Tomó la firme decisión de arrebatarle el dinero».

Cuando la víctima ya estaba en casa, irrumpió en el domicilio y le atacó. El fiscal sostiene que le propinó «infinidad de golpes» con un palo y le causó «una agonía y un sufrimiento innecesarios» antes de estrangularlo. Luego, huyó a Gerona con la ayuda de su primo que afronta 3 años de cárcel por encubrimiento.

El escrito de acusación del fiscal Víctor Pillado recoge que, pocos días antes del crimen, la víctima cobró «una cantidad importante de dinero» y sacó 3.406,48 euros del banco.

Con ese dinero en efectivo, la tarde y la noche del 31 de enero del 2020 estuvo tomando bebidas alcohólicas en al menos dos locales de la población de Puigcerdà, donde coincidió con el acusado.

La acusación pública apunta a que fue allí cuando el procesado descubrió que el hombre tenía dinero y tomó la «decisión firme» de perpetrar el robo.

Hacia las nueve y media de la noche, otro hombre llevó a la víctima hasta casa, un lugar «apartado del centro» donde el albañil residía solo.

Según el fiscal, siguiendo el plan que había trazado, el acusado irrumpió en la vivienda sobre las once de la noche con la intención de arrebatarle el dinero. Iba armado con un palo de madera de 1,3 metros de largo y que tenía una punta metálica.

«Reventó a golpes tanto la puerta de acceso como la pared lateral de madera de la habitación donde se encontraba la víctima, consiguiendo acceder al interior», describe el escrito de acusación que señala que el procesado subió directamente en la última planta de la casa porque sabía que estaba donde dormía la víctima.

Una vez dentro del habitáculo, «le empezó a propinar infinidad de golpes en diferentes partes del cuerpo, tanto con los puños como con los pies y con el palo de madera».

El fiscal subraya que le pegó una paliza que le provocó «una agonía y un sufrimiento absolutamente innecesarios para acabar con su vida».

De hecho, la investigación apuntaba que lo hizo para conseguir que le revelara dónde tenía el dinero. Cuando el albañil ya estaba «postrado» en el suelo, abatido por los golpes recibidos, le estranguló hasta la muerte.

El fiscal Víctor Pillado también señala que, en el momento de perpetrar el asalto, el acusado sabía que la víctima tenía una capacidad de defensa «nula» como consecuencia de la ingesta previa de alcohol, por las dimensiones reducidas de la habitación y porque no tenía ninguna posibilidad de huir porque quedó «atrincherado entre una cama y dos paredes».

Ayuda para huir

Tras matarle, recogió el dinero que le quedaba y huyó de la casa.

Según la fiscalía, pasada la medianoche se puso en contacto con su primo, le explicó lo ocurrido y le pidió ayuda para fugarse de la justicia.

El hombre se desplazó en coche esa misma madrugada desde Gerona hasta Puigcerdà para ir a recogerlo y trasladarlo hasta su casa.

A raíz del crimen, la División de Investigación Criminal (DIC) de la región policial Pirineo de los Mozos de Escuadra asumió el caso.

La investigación, de entrada, se centró en reconstruir las últimas horas de vida de la víctima.

Así, los Mossos supieron que el albañil había estado en bares de Puigcerdà acompañado de varios hombres y descubrieron que uno de ellos, el acusado, había huido y se convirtió en el sospechoso principal.

Los Mozos de Escuadra siguieron el rastro del hombre hasta Gerona, donde le detuvieron la madrugada del 4 de febrero en un dispositivo conjunto con la DIC de la región policial de Gerona.

Según trascendió en el momento de la detención, durante los registros en su casa de Puigcerdà y en casa de su primo en Gerona, los investigadores localizaron ropa ensangrentada, 540 euros y el móvil de la víctima.

El fiscal le acusa de un delito de asesinato agravado por el que pide 25 años de cárcel y de un delito de robo con violencia en casa habitada mediante instrumento peligroso por lo que solicita una condena de 5 años.

También quiere que le expulsen del país cuando pueda acceder al tercer grado o a la libertad condicional. El acusado es de origen Moldavia. Para su primo, pide 3 años de cárcel por encubrimiento.

En concepto responsabilidad civil, el fiscal pide que el acusado de asesinato indemnice con 80.000 euros a los dos hijos de la víctima por el daño moral y que les devuelva el dinero que le robó a su padre.

Un jurado popular será el encargado de juzgar el caso próximamente en la Audiencia de Gerona.