La ultraizquierda anuncia una «Ley de Regulación de Cannabis (marihuana o hachís)» en España para octubre 2021

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 21.11.2020. Vista de una de las incautaciones de la Policía Nacional dentro de la Operación Verde, un dispositivo pionero puesto en marcha en febrero de 2019 por la Policía Nacional, con el apoyo de INTERPOL y EUROPOL, para dar respuesta activa al cultivo y tráfico de marihuana así como al asentamiento en España de delincuencia organizada proveniente de otros puntos de Europa. Efe

Redacción.- Madrid (España), viernes 24 de septiembre de 2021. El Grupo Parlamentario de la ultraizquierda en España que integran Podemos, Izquierda Unidas y sus marcas regionales pro independentismo (Unidas Podemos), ha anunciado este viernes que en el próximo mes de octubre de 2021 presentará en el Congreso de los Diputados su «Ley de Regulación de Cannabis en Personas Adultas». 

El modelo de regulación que propone esta ley atiende a la «realidad social existente» en el Reino de España.

De esta manera, la ley de la izquierda radical regula las alternativas al mercado ilícito existentes, como son «el autocultivo y las asociaciones de consumo cannábico, que se encuentran en una situación de inseguridad jurídica».

FOTOGRAFÍA. CONGRESO D ELOS DIPUTADOS (MADRID) ESPAÑA, 24.09.2021. La diputada de Unidas Podemos por las Islas Baleares al Congreso de los Diputados, Lucía Muñoz Dalda, defiende la regulación de la marihuana (hachís o cannabis) en España a partir del próximo mes de octubre de 2021, mediante una propuesta de Ley en el Congreso de los Diputados. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Desde el punto de vista económico, «la actual situación genera unas externalidades negativas que con este texto se pueden solventar en beneficio de la ciudadanía, redirigiendo los beneficios que genera esta actividad económica y que pueden ir a financiar actividades ilícitas», a las arcas del Reino de España.

Según ha anunciado la diputada de Unidas Podemos por las Islas Baleares al Congreso de los Diputados, Lucía Muñoz Dalda, una vez se presente la ley se iniciará un proceso en el que el grupo confederal abrirá «espacios de reflexión y de diálogo con los colectivos de la sociedad civil» que esperan «puedan hacer las aportaciones pertinentes al texto».

Para la diputada de la extrema izquierda, este anuncio busca «lanzar un mensaje de esperanza» a la sociedad civil que «está impulsando la regulación» después de la votación desfavorable en el Senado esta semana, dijo Dalda.

«Somos muchas y muchos los que tenemos que empujar y el hecho de que el debate sea ya cómo regular, no si hay que hacerlo o no, es un logro en sí mismo».

Sobre el cannabis

El cannabis (según la forma de presentación, marihuana o hachís, entre otros muchos nombres),​ es una droga depresora del sistema nervioso. Así recoge Wikipedia.

Contiene dentro de sus compuestos la molécula de THC o tetrahidrocannabinol, el cual es el compuesto psicoactivo o psicotrópico de la planta del cannabis, presente en sus variedades o cepas, que son más de 2500, surgidas del cruce entre las subespecies s. sativa, s. índica y s. ruderalis seleccionadas para utilizarlas con fines recreativos y medicinales.

En cambio las variedades que se utilizan para producir cáñamo industrial generalmente contienen un nivel muy bajo de THC.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, se trata de la sustancia ilícita más utilizada en el mundo.

La regulación legal del cannabis es diferente en cada país, y existen tanto detractores como defensores de su despenalización.

El cannabis en su estado fresco contiene ácido tetrahidrocannabinólico, el cual luego se convierte en THC.7​8​9​10​ El compuesto químico psicoactivo predominante en el cannabis es el tetrahidrocannabinol (THC).

El cannabis contiene más de 500 compuestos químicos diferentes, entre ellos al menos 113 cannabinoides aparte del THC, tales como el cannabidiol (CBD), el cannabinol (CBN) o la tetrahidrocannabivarina (THCV), que tienen efectos distintos a los del THC, y también actúan en el sistema nervioso.

El 11-Hydroxy-THC se produce cuando el cannabis está cocinado,12​ pero no cuando se fuma.

​ El cannabis se utiliza a menudo por sus efectos físicos y psíquicos, entre los que destacan un cambio general en la percepción, euforia y un mejor estado de ánimo, el aumento del apetito y una sensación de estar bajo los efectos de la droga, «colocado» o «volado» en el lenguaje popular.

Los efectos secundarios inmediatos incluyen la pérdida de la memoria a corto plazo, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad.

Los efectos a largo plazo pueden ser la adicción (en un 8 % de los casos), la disminución de ciertas habilidades cognitivas (en aquellos que comenzaron desde la adolescencia un consumo habitual) y problemas de comportamiento en niños cuyas madres consumieron cannabis durante el embarazo.

Los efectos, que duran entre dos y seis horas,​ comienzan a los pocos minutos de su consumo cuando se fuma, mientras que cuando se cocina y come, los efectos tardan entre 30 minutos y una hora en manifestarse y pueden durar hasta 8 horas.

En 2014, la ONU estimó que cerca del 3 % de la población mundial adulta consume marihuana anualmente.

​ Naciones Unidas calculó que, para 2014, entre 127 000 000 (ciento veintisiete millones) y 233 000 000 (doscientos treinta y tres millones) de personas podrían haber consumido esta sustancia, mientras que sus mejores estimaciones apuntan a una media de unos 182 000 000 (ciento ochenta y dos millones) de consumidores.

A pesar de la situación de ilegalidad, su uso está muy extendido en algunos países; por ejemplo, en Estados Unidos (en el año 2016), el 51 % de la población la había consumido en algún momento de su vida,​ un 12 % en el último año, y un 7,3 % en el último mes.

El uso del cannabis data del iii milenio a. C.24​ El cannabis fue introducido al Nuevo Mundo por los españoles en el siglo XVI.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, el uso, la posesión y la venta de preparados con cannabis que contienen el cannabinoide psicoactivo comenzaron a considerarse ilegales en la mayor parte del mundo.

Desde ese entonces, algunos países han intensificado su control sobre la distribución de la sustancia.

Sin embargo, su uso medicinal también se ha autorizado en algunos países europeos, también en Ecuador, Canadá, Australia y varios estados de Estados Unidos.