Las Palabras ajenas del día del libro, «Sant Jordi»; un tributo a Cervantes

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FOTOGRAFÍA. TARRAGONA (ESPAÑA), 23.04.2020. Una rosa con la bandera regional de la Generalidad de Cataluña sobre un libro ilustra el 23 de abril 2020, el Día de Cataluña San Jorge «Sant Jordi», también el día del Libro en el que se rinde tributo a Cervantes, fallecido tal día como hoy, y se homenajea a la lengua española. Imagen Antonio Morales Sánchez-Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Tarragona, 23.04.2020. El 23 de Abril, no sólo se celebra la Diada de Sant Jordi, es también el día del libro, se rinde tributo a Cervantes, fallecido tal día como hoy, y se homenajea a la lengua española. Este irónico artículo reivindica, la perversión del lenguaje derivado de los anglicismos que nos cuelan, a veces sin apercibirnos de que arrinconan nuestra rica y variada lengua común. 

A las insignias le llaman pins, los homosexuales son gays, las comidas frías lunchs, y los repartos de cine castings. Antaño los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios y no business, y los obreros sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware. Yo, en el colegio, hice gimnasia, ahora lo llaman aerobic. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Los españoles no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos con kleenex no pañuelos. Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres.

Las mujeres no usan medias, sino pantys y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips. El español moderno ya no corre, es un runner y hace footing, nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking. El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager. Pero los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters. Las mujeres se hacen liftings, aspiran a top-model y adoran el body-fitness. El aperitivo ha dado paso a los cocktails. En la tele, el espectáculo es show, si es heavy es que contiene carnaza pues reality show. Ya no hacen anuncios, sino spots, pero haces zapping, con ese agobio que llaman stress.

Antonio Morales Sánchez