Efe.- Bruselas (Bélgica), lunes 26 de diciembre de 2022. La Defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, ha declarado a Efe su deseo de poder ayudar a la Eurocámara y al resto de instituciones europeas en 2023 a «hacer realidad» un sistema anticorrupción «que funcione».
«Tenemos una larga experiencia en este campo, sabemos dónde están las lagunas, y nos gustaría ayudar al Parlamento y a los demás a hacer realidad lo que dicen que quieren, que es esencialmente un sistema anticorrupción que funcione», dijo O’Reilly, en una entrevista sobre el caso de supuestos sobornos en la Eurocámara que salpica a Catar y Marruecos.
Avalada por la experiencia de su organismo en el trabajo contra las llamadas «puertas giratorias» en las instituciones de la UE, con el fin de controlar el paso de altos funcionarios europeos al sector privado, o en las cuestiones de «conflictos de intereses», la Defensora del Pueblo se marcó esa tarea de asesoramiento a la Eurocámara como uno de sus objetivos para el próximo año.
Otra tarea paralela que se marca esta periodista irlandesa para el 2023 es revisar todas las recomendaciones que sobre esos asuntos ha ido haciendo su organismo y ver cuáles se aceptaron «sólo parcialmente o que no se aceptaron en absoluto».
De esa manera, podrá «recordar a las instituciones de la UE cómo pueden hacerlo mejor» para evitar casos como el que ahora sacude al mundo político de Bruselas y en el que está imputada, entre otros, la exvicepresidenta Eva Kaili, una socialdemócrata griega.
Pese a este caso, O’Reilly manifestó su convencimiento de que «la gran mayoría de las personas que trabajan en el Parlamento y en las instituciones tienen una ética honorable y una mentalidad de servicio público».
Ahora bien, «unas pocas manzanas pueden destruirlo todo», lamentó.
Por ello, la Defensora del Pueblo insistió en que «se necesita un vasto sistema anticorrupción» en las instituciones europeas.
Para remarcar esa idea hizo una analogía entre los sobornos y los ciberataques: «Estoy segura de que la UE contribuye cada día a crear un sistema informático para ser lo más resistente posible a los ciberataques, así que también deberían crear un sistema que sea lo más resistente posible a los ataques de corrupción», dijo.
Y recomendó a los responsables de las instituciones europea «mantener esa analogía en sus cabezas».
La Defensora del Pueblo respaldó las medidas que ha tomado la Eurocámara para responder al escándalo, que pasan por paralizar los procesos legislativos que de algún modo tengan que ver con Catar y prohibir la entrada de personas que representen los intereses del emirato a la sede del Parlamento.
O’Reilly, que lleva en este cargo desde 2013, reclamó además acciones más generales para abordar el problema de forma estructural y, en concreto, instó tanto a la Eurocámara como a la Comisión Europea a crear un organismo de control ético independiente.
