Padre Custodio: «La cristiandad no presentó batalla. Es mi deber anunciar la verdad y denunciar el error»

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FOTOGRAFÍA. HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA) ESPAÑA), 25.02.2017. Sala de Reuniones de la Parroquia Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat. Entrevista con el sacerdote catalán, Custodio Ballester Bielsa, párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) España, este sábado 25 de febrero de 2017. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo).

Redacción – Sobre la persecución de la fiscal de odio en Málaga, Maria Teresa Verdugo, contra él por «delito de odio» al criticar el «islamismo radical» en España, el sacerdote Custodio Ballester ha asegurado que parece que el escrito de acusación de Maria Teresa Verdugo haya sido «elaborado por la Fiscalía de Pakistán, acusando de blasfemia contra el profeta Mahoma (sws) a unos cristianos impenitentes». Custodio, que ha explicado que también está perseguido en el mismo caso y por la misma fiscal el padre Jesús Calvo por criticar el llamado «Plan Kalergi» con el que el llamado «Deep State» (Estado profundo) dirigido por Bill Gate, los Clinton, Georges Soros y toda su patulea, ha sentenciado que  la fiscal del odio «debe tener una curiosa capacidad selectiva». Custodio, convencido que triunfará la verdad y Dios, asegura que «me he sentido arropado por muchas personas, tanto conocidas como anónimas». Por eso, el sacerdote garantiza que va a dar la batalla contra «opciones políticas integristas, que operan como religiones, a pseudorreligiones como el ecologismo, el animalismo, el feminismo, la ideología de género y por supuesto a la religión islámica». El padre Custodio insiste en que «frente a ataques procedentes de todos esos frentes, nos hemos estado dedicando a tocar el violón, y los curas más que nadie». «Creo que es mi deber anunciar la verdad y denunciar el error». Barcelona (España), sábado 1 de agosto de 2020.

El padre Custodio Ballester ha hecho estas afirmaciones la mañana de este sábado, 1 de agosto de 2020, durante una entrevista con el diario digital español Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo).

Entrevista

Pregunta-. ¿Quién es el padre Custodio Ballester?

Respuesta-. Soy un sacerdote diocesano de Barcelona, ordenado por el cardenal Carles en 1998. Licenciado en Teología Fundamental, estoy preparando el doctorado sobre el tema: Benedicto XIII, el papa Luna. Teología de su legitimidad. Fui expedientado por la Generalitat de Cataluña y denunciado a la Fiscalía de odio por exponer en una homilía la doctrina moral católica sobre la homosexualidad. Declarado persona «non grata» en dos ocasiones por el pleno del Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat por no plegarme a la cacicada de Núria Marín, prohibiéndome procesionar a la Hermandad de Veteranos de la Legión con el Cristo de la Buena Muerte. Y ahora enjuiciado por la fiscal de Málaga, Maria Teresa Verdugo, por delito de odio al criticar el islamismo radical en un programa de Alertadigital.

P-. Mucho le consideran «el sacerdote de la disidencia» porque usted sabe decir «no» y «sí» cuando toca y sin miedo a nada. ¿Estamos ante un sacerdote «conflictivo» —así le acusan los enemigos de España y aliados de ultraizquierda en Cataluña— o estamos ante un sacerdote que solo dice la verdad, que mucho ya no se atreven a decir en público?

R-. Mira, la «cristiandad», el universo cultural, moral y social en el que movió España durante siglos, lleva muchos años cediendo terreno y más terreno a opciones políticas integristas (que operan como religiones), a pseudorreligiones como el ecologismo, el animalismo, el feminismo, la ideología de género y por supuesto a la religión islámica. Frente a ataques procedentes de todos esos frentes, nos hemos estado dedicando a tocar el violón, y los curas más que nadie. La cristiandad no ha presentado batalla. Creo que es mi deber anunciar la verdad y denunciar el error.

P-. Los años 2016 y 2017 usted fue víctima de una persecución ideológica y política en Cataluña. El Arzobispado de Barcelona, que hasta ahora no opn¡inaba contra esos mismos ataques, se ha conjurado llevar al Gobierno de la Generalidad de Cataluña ante los Tribunales por violar la «libertad religiosa» de los cristianos —en referencia a la última Misa celebrada en el templo de la Sagrada Familia de Barcelona por los difuntos caídos por el covid 19 (coronavirus) tanto en la comunidad autónoma de Cataluña como en el resto del Reino de España y el planeta tierra— ha anunciado acciones legales contra los enemigos de España y aliados. ¿Qué le parece que ese mismo Arzobispado, que escuchó a la Generalidad de Cataluña y al Gobierno municipal de Hospitalet de Llobregat de la alcaldesa, Núria Marín Martínez (PSOE), e hizo todo los posible para apartarle de su parroquia de Hospitalet esté hoy defendiendo la misma «libertad religiosa» por la que le fusilaron políticamente y públicamente entonces, con el silencio del arzobispado de Barcelona?

R-. Me alegro de verdad. Providencialmente, casi sin comerlo ni beberlo, se ha manifestado el cardenal Omella como el gran líder de la resistencia civil a los abusos del poder político contra los ciudadanos aprovechando la ocasión del coronavirus. En estos momentos el cardenal Omella es la personalidad más representativa que se ha atrevido a plantarles cara a los políticos y a los sanitarios a su servicio.

P-. Tenemos entendido que la Fiscalía habría finalizado su investigación sobre una denuncia de una organización islamista contra unas declaraciones que usted hizo en 2016 sobre el islamismo en Europa y habría pasado el caso a los tribunales para que un juez determinara si es consecutivo de delito y abra Juicio a usted. ¿Nos podría resumir el caso?

R-. Pues bien, en el escrito de acusación de la fiscala de odio, que se remitió por partes inconexas a los interesados, y al que accedimos por completo al exigirlo nuestros abogados, se imputaba los dos sacerdotes: a uno por denunciar el «Plan Kalergi» y la manipulación interesada del llamado «holocausto judío»; y al otro por indicar la peligrosidad del islamismo violento y, cómo no, a Armando Robles por dirigir un digital que daba cancha a tamaños odiadores y se sumaba con sus noticias —por veraces que fueran— a una supuesta intolerancia, que podía provocar reacciones violentas —hasta ahora ninguna— en un público fanatizado por sus soflamas periodísticas. El caso es que, finalmente, se trataba de un prolijo trabajo de redacción para buscar tres pies al gato y digno de mejor causa, ya que parece elaborado por la Fiscalía de Pakistán, acusando de blasfemia contra el profeta Mahoma (sws) a unos cristianos impenitentes.

Y, por otro lado, el padre D. Jesús Calvo, denunciando de viva voz el «Plan Kalergi», ya tan antiguo como una Catedral gótica, pero que a la fiscal de odio parece haber escandalizado sobremanera. ¿De qué va el «Plan Kalergi»? Pues es un plan desarrollado en 28 tesis, que contiene una serie de estrategias para alcanzar una dictadura que someta a los pueblos bajo el dominio de un único «Estado mundial», dirigido por una élite de raza superior: Bill Gates, los Clinton y toda su patulea. Las redes sociales van llenas de artículos sobre este tema, pero la fijación contra las sotanas, —las católicas, claro, no las de los muftíes de las mezquitas— ha llevado a la señora Verdugo a querer empurar al Padre Calvo por atreverse a afirmar lo mismo que dijo Fernando Paz sobre el tema del exterminio judío durante la Segunda Guerra Mundial: «Por un lado está lejos de haberse fijado con precisión lo que verdaderamente sucedió y por otro es un tema permanentemente bajo sospecha e incluso que entra dentro del Código Penal». La diferencia es que el Padre Calvo ha sido imputado y D. Fernando Paz no. La fiscalía del odio debe tener una curiosa capacidad selectiva. ¿Será entonces verdad lo que afirma el abogado Estanislao de Kotska Fernández?: «Lo importante no es lo que se dice, sino quién lo dice». Supongo que la señora fiscal tendrá un gran interés en demostrar al maestro de los supuestos odios y su superior directo, D. Miguel Ángel Aguilar que, como aventajada alumna, irá más allá del cumplimiento estricto del deber y se distinguirá, cual nuevo Torquemada, como perseguidora implacable de las intenciones y deseos más íntimos del corazón de los acusados.

P-. ¿Se recuerda usted de sus palabras textuales sujetas a la denuncia, que tanto molestan la Fiscalía y el islamismo en nuestro país?

R-. La señora fiscal citaba, como ejemplo de intolerancia y odio clerical, un largo artículo publicado por mí titulado «El imposible diálogo con el Islam» del que se extraía, expresamente descontextualizado, el siguiente párrafo: «No nos engañemos, el Islam de hoy y de siempre, que es lo que estamos intentando cohonestar con el cristianismo, con una mano impulsa las obras de caridad, mientras arma la otra mano para aniquilar a todos aquellos que se niegan a reconocer a Alá, y a Mahoma como el último y definitivo profeta de Dios». Se trata de un escrito presentado como trabajo final de la asignatura de «Diálogo interreligioso», que fue calificado como «sobresaliente» en la Facultad de Teología de Cataluña por el profesor Jaume Flaquer, jesuita, ex director de la «Fundación Migra Studium», nada sospechoso de islamofobia, por cierto.

P-. ¿Por qué la fiscalía y el islamismo no quieren que un sacerdote opine sobre una cuestión social, que, tal y como se ha visto precisamente en Cataluña, un año después de estas declaraciones, puede acabar en un atentado islamista como los atentados de Cataluña del 17 de agosto de 2017 (17A)?

R-. Creo que se trata de intentar amordazarnos a mí y al padre D. Jesús Calvo. La gran función de la Fiscalía de odio es la defensa del pensamiento único, de la ideología exclusiva que ha adoptado el Estado en su intento de someter al silencio a la disidencia en la sociedad española. Otra cosa es que lo consigan… Mis comentarios sobre el islamismo violento (un hecho absolutamente indiscutible) son el pretexto. Se trata de una punición oficial por ir contra corriente defendiendo nuestros valores cristianos: cosa prohibida si estos valores chocan con la nueva ideología. Se me han grabado sermones en la iglesia para acusarme por lo que he predicado según la doctrina de la Iglesia. Con la particularidad de que el ataque a los valores cristianos forma parte de lo políticamente correcto. Mientras el blasfemo Willy Toledo se va de rositas y al energúmeno Azcona, el que profanó en Pamplona las formas consagradas robadas de una Santa Misa, le sale todo gratis total, la fiscal «pro» odio de Málaga, María Teresa Verdugo, persigue con fijación las palabras de dos sacerdotes que, en un debate intelectual, expresan su opinión sobre el islamismo violento y el «Plan Kalergi». El despropósito es evidente y no resiste las comparaciones, a no ser que los sentimientos religiosos de los católicos españoles sean para la fiscal menos dignos de respeto que los de los musulmanes. Eso es lo que se deduce hasta el momento de la actuación de la fiscal Verdugo.

P-. ¿Custodio se siente querido? ¿Ante esta nueva persecución ideológica usted ha recibido el apoyo y cariño del pueblo?

R-. Muchísimo. Percibo la gran indignación que provoca entre la gente de bien el agravio comparativo construido por la fiscal Verdugo en su escrito de acusación. Son las dos varas de medir o la balanza trucada de la fiscalía de odio y, además, no se trata ya de juzgar sobre hechos materiales, sino sobre conceptos tan intangibles como las intenciones o los sentimientos de los acusados. Ciertamente me he sentido arropado por muchas personas, tanto conocidas como anónimas. Y a nivel asociativo, desde la Asociación enraizados.org, plataforma de referencia entre los creyentes que hace presente a Dios en la vida pública, pasando por la combativa asociación cívica catalana Somatemps, hasta la plataforma Familia Actúa, la cual está promocionando un hashtag en las redes sociales: #YoTambienSoyCustodio; y, por supuesto, Hazteoir, que prepara una alerta en favor de la libertad religiosa de los dos sacerdotes perseguidos con un ensañamiento digno de mejor causa.