Trama rusa del Procés| Artadi dice que es «Puigdemont quien entre los días 21 y 24 de octubre de 2017 le encargó que acudiera a una reunión con los emisores rusos de Vladímir Putin en el hotel Colón de Barcelona»

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 05.05.2022. La hasta hoy portavoz y alcaldable de JxCat por Barcelona y persona de confianza del golpista fugado Carles Puigdemont Casamajò, Elsa Artadi Vila, ha comparecido ante los medios visiblemente emocionada, acompañada por la procesada por corrupción presidente del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs Castanyer, y el grupo municipal de JXCat. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- El fugado golpista expresidente de Gobierno de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont Casamajò, encargó días antes de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) a la vicepresidente del partido separatista Junto por Cataluña (JxCat), exdiputada en el Parlamento de Cataluña, exconsejera de Presidencia de la Generalidad de Cataluña con Joaquim Torra Pla (Quim Torra) de Presidente de Gobierno, exvicepresidente de JxCat, y excandidata de JxCat a la Alcaldía de Barcelona hasta sus dimisiones de todos los cargos y abandono de la política el pasado viernes 6 de mayo de 2022, a pocos días de la citación judicial en este caso, porque ya «no puedo más». «No tengo energía para seguir sirviendo»– dijo Artadi en rueda de prensa rompiéndose en lágrimas de cocodrilo.

Elsa Artadi Vila, también entonces «Secretaria General» del Gobierno separatista de la «Generalidad de Cataluña», que se reuniera con los emisarios rusos en Barcelona para hablar de criptomonedas, por su formación de economista.

Según fuentes jurídicas, así lo ha admitido Artadi, que «en 2017 era Secretaria General de Coordinación inderdepartamental del Gobierno de la Generalidad de Cataluña», en su declaración como testigo ante el juez de Barcelona que instruye el caso Volhov -en referencia a la Operación de desarticulación de la Célula terrorista del Procés por parte de la Guardia Civil- de presunto desvío de fondos al abrigo del Procés, del que deriva una línea de investigación sobre supuestos contactos del separatismo en Rusia.

La declaración de Elsa Artadi, que en su día fue un cargo de la máxima confianza de Puigdemont, ha despertado los recelos del juez, que le ha acabado advirtiendo de que su testimonio carecía de credibilidad y que se exponía a consecuencias penales. La testigo ha abandonado después el juzgado por el conducto interno reservado, esquivando así a los medios de comunicación.

Según ha reconocido Artadi ante el juez, fue fugado golpistas «Puigdemont quien, entre los días 21 y 24 de octubre de 2017, le encargó que acudiera a una reunión en el hotel Colón de Barcelona organizada por Víctor Terradellas, excargo de CDC, para hablar de criptomonedas, dada su formación de economista».

En esa reunión, a la que asistió u»un emisario del Kremlin y un catalán con vínculos con Rusia al que no ha identificado, se le preguntó cuáles eran las intenciones del Gobierno de la Generalidad de Cataluña en materia de criptomonedas, a lo que ella respondió que ninguna».

Artadi salió de ese encuentro, que «duró unos 20 minutos, sin tener claro lo que pretendían sus interlocutores, pero ello no impidió que volviera a participar en una segunda reunión con supuestos emisarios rusos, en esta ocasión en la Casa dels Canonges (Residencia del Presidente de la Generalidad de Cataluña) y a la que también asistió Puigdemont, aunque no duró más de tres o cuatro minutos».

La testigo, que fue consellera de Gobierno separatista y recientemente abandonó la política tras liderar el grupo municipal de JxCat en Barcelona, ha sostenido que nadie dio credibilidad a la oferta rusa y que Puigdemont no ordenó «hacer seguimiento» de la misma.

Terradellas, uno de los principales investigados por la trama rusa del Procés, explicó hace unos días en su declaración ante el juez que «Puigdemont había mantenido dos reuniones antes de la DUI con los  emisarios rusos, quienes le aseguraron que podrían ayudar a la financiación» de la República Catalana «mediante criptomonedas y también poner a su disposición 10.000 soldados».

El investigado precisó, eso sí, que Puigdemont no declinó la oferta de los rusos, sino que, al contrario, les instó a «seguir hablando».

Antes de Artadi, ha comparecido ante el juez como investigado Alexander Dmitrenko, a quien el Ministerio de Justicia denegó la nacionalidad española por su presunta vinculación con los servicios de inteligencia rusos y al que un informe de la Guardia Civil sitúa como enlace de Carles Puigdemont en Rusia.

El juez ha imputado al empresario, del que sospecha pueda estar relacionado con los servicios de inteligencia rusos, por haber facilitado los contactos en Rusia de Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Puigdemont y quien también está investigado en el «caso Volhov».

Según una conversación intervenida que obra en el sumario, Dmitrenko «se congratuló con Alay de una operación de compraventa de petróleo entre Rusia y China que fue posibilitada por personas vinculadas a empresas suyas y en la que intervino Artem Lukoyanov, hijo adoptivo de Vlasilav Shurkov, apodado el ‘cardenal gris’, un influyente exasesor personal del presidente ruso, Vladimir Putin».

Dmitrenko, que ostentaba el cargo oficioso de «embajador» de la Cámara de Comercio de Barcelona en Rusia, ha asegurado ante el juez que todas las gestiones que llevó a cabo con contactos rusos obedecían a cuestiones empresariales, sin ninguna relación con la política ni con el independentismo.

De hecho, a la pregunta de Gonzalo Boye, abogado de Alay, sobre si Rusia «iba con España o con Cataluña» en el procés, Dmitrenko ha contestado tajante que «con España».

El fiscal Anticorrupción Fernando Maldonado, que se opuso en su día a la línea de investigación abierta sobre Dmitrenko, ha preguntado al investigado por la conversación intervenida en la que el empresario celebra el éxito de la operación de compraventa de petróleo con Alay.

«Saludos a todos», «felicidades a todos nosotros» y «primer gran paso hecho» fueron los mensajes enviados en julio de 2020 por el empresario a Alay, que contestó: «muy importante» y «ya hablaré directamente con el presidente tema Cámara y energía».

Según el investigado, el motivo de esas alharacas es que consideraban que la operación era «importante» para Cataluña en el ámbito de los negocios, teniendo en cuenta que en esta comunidad están situados los principales puertos, que podrían ser una vía de entrada de gas.