Trapero se ve «injustamente tratado» porque hizo lo posible para impedir el 1-O

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FOTOGRAFÍA. AUDIENCIA NACIONAL (MADRID) ESPAÑA, 21.01.2020. JUICIO DEL PROCÉS. El mayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero ha afirmado hoy que se siente injustamente tratado porque hizo lo posible para impedir el 1-O y la policía catalana actuó bien, pese a que ha reconocido que hubo algunos agentes que no estuvieron "a la altura" por su ideología. Efe

Efe – El mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluis Trapero ha afirmado hoy que se siente injustamente tratado porque hizo lo posible para impedir el 1-O y la policía catalana actuó bien, pese a que ha reconocido que hubo algunos agentes que no estuvieron «a la altura» por su ideología. San Fernando de Henares (Madrid) España, martes 21 de enero de 2020. 

Tras casi diez horas, en dos días, de un duro interrogatorio en la Audiencia Nacional por parte del fiscal Miguel Ángel Carballo, Trapero ha insistido en que planeó la detención del entonces presidente Carles Puigdemont y su Govern y, ante las dudas mostradas por el ministerio público, ha detallado que dos días antes de la DUI del 27 de octubre de 2017 envió un correo electrónico a su número 2, Ferran López, para que diseñara el dispositivo de los arrestos.

En el momento más personal del juicio, Trapero ha desvelado que tras ser imputado en esta causa, en la que afronta una petición de 11 años de cárcel, se sintió «injustamente tratado», porque está convencido de que los Mossos lo dieron todo para cumplir la orden judicial de impedir el referéndum en el dispositivo conjunto con Guardia Civil y Policía Nacional.

«Las cosas que he llegado a escuchar que hemos hecho, y no hemos hecho nada de eso», se ha quejado Trapero, que ha resaltado que las descalificaciones a los Mossos le causan «tristeza, no; lo siguiente».

Y es que, según ha alegado, los Mossos intentaron «claramente» evitar el referéndum y no, como ha preguntado el fiscal, «quedar bien ante los que lo promovían». «No es no querer, es no poder», ha precisado.

Otra cosa es que, con más 7.500 mossos desplegados, hubiera algunos casos puntuales de agentes, que no superan el centenar, que no «estuvieron a la altura», ya que «hicieron menos de lo que les tocaba hacer» debido a «motivaciones ideológicas», y a los cuales ordenó abrir una información reservada.

«Tengo muy pocas dudas de que la actitud de los 7.500 mossos y de sus mandos no era otra que intentar, en el marco del dispositivo conjunto, impedir el referéndum. Ninguna duda», ha puntualizado Trapero, que ha precisado que si la jefatura de Mossos hubiese dado alguna orden ilegal a los agentes para que permitieran la votación, lo habrían denunciado.

Tras casi diez horas de interrogatorio, el teniente fiscal Miguel Ángel Carballo ha sacado a relucir sus dudas sobre el plan para detener a Puigdemont que Trapero anunció públicamente en su testifical del pasado año el Supremo.

El mayor ha replicado que la sala tiene una prueba que avala su versión: el correo electrónico que envió el 25 de octubre al comisario Ferran López para que preparar el dispositivo de la detención de Puigdemont y su Govern si cometían la «barbaridad» de proclamar la independencia, aunque creía que no harían la DUI.

«Creo que, como mucha gente, esperábamos que la situación no fuera para adelante. Yo siempre creí que esto (la DUI) no iba a suceder. El día 24 hablamos con los comisarios López y Joan Carles Molinero. Nos preguntamos a ver qué va a pasar, si van a convocar elecciones o van a hacer una barbaridad», ha explicado.

En aquella reunión con López y Molinero valoraron la posibilidad de que desde el ámbito judicial les llegara la orden de detener a Puigdemont si se hacía la DUI. «Y nos dijimos, ‘hostia’, que no nos pille esto, tenemos que prepararlo», ha desvelado.

Por este motivo, al día siguiente envió el correo electrónico a López con las directrices para practicar las detenciones y le pidió que le presentara por escrito el plan, que también ha sido aportado al tribunal, detallando qué comisarios intervendrían y qué medios se usarían, entre ellos un helicóptero.

Trapero, que ha lamentado la «mirada perversa» sobre la labor de los Mossos, ha defendido a capa y espada su actuación, si bien ha hecho más autocrítica que en su testifical en el Supremo.

Por ejemplo, ha reconocido que informó al exconseller de Interior Joaquim Forn -condenado a diez años y medio de cárcel- y al ex secretario general César Puig y al exdirector de la policía Pere Soler -que como él afrontan una petición de 11 años por rebelión en la Audiencia Nacional-, de las órdenes de la Fiscalía para evitar el 1-O, aunque ha insistido que las cumplió.

«No lo hice con ninguna mala fe, todo lo contrario. No lo puedo explicar de manera diferente, es así», ha admitido Trapero, que ha justificado que comunicara estas instrucciones a sus jefes políticos porque implicaban por parte de los Mossos el uso de recursos, de dinero, de alquiler de material y porque «no eran temas especialmente secretos» ya que salían en la prensa.

También ha insistido en la importancia de que los Mossos fueran «especialmente cuidadosos» con el uso de la fuerza, ya que una actuación policial «desmedida» y con consecuencias graves «habría sido muy difícil de gestionar» en el ambiente social en Cataluña.

«Teníamos que actuar así porque cualquier cerilla podría encender una hoguera importante», ha advertido, gráficamente.

Además, ha alegado que no tenía tiempo suficiente para leer todos los informes que le remitía el área de Información de los Mossos d’Esquadra para advertir de los riesgos sobre la seguridad ciudadana en el 1-O y ha señalado que quien debería dar explicaciones era su entonces responsable, el comisario Manuel Castellví, citado como testigo.

Fiel a su estrategia de desmarcarse del Govern de Puigdemont, Trapero ha desvelado que los Mossos se negaron a ceder los datos de encausados por fraude fiscal y de registros de hoteles y apartamentos de Cataluña que les requirió el Departamento de Economía, así como a ejercer las competencias plenas de seguridad y el control de aduanas.