«30% de los políticos catalanes no dispone de ninguna licenciatura o diplomatura», según un estudio de Convivencia Cívica Catalana

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radiografía de la política catalana

La ‘Radiografía de la Clase Política Catalana’ determina que un «30% de los políticos catalanes no dispone de ninguna licenciatura o diplomatura y que 2 de cada 3 políticos catalanes nunca han trabajado en empresa privada», según un análisis sociodemográfico de la clase política catalana presentado el pasado viernes, 05 de diciembre 2014, por la entidad ‘Convivencia Cívica Catalana’ del profesor titular de Estética en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona, Francisco Caja. El estudio ha sido realizado sobre «los datos de los 13.456 cargos políticos catalanes que ocupan todos los niveles de la administración en Cataluña», alcaldes, concejales, diputados autonómicos, altos cargos del Gobierno regional, en las diputaciones, Congreso de los Diputados, el senado, Consejos Comarcales, Mancomunidades de municipios, etc..

La entidad dirigida por el filósofo profesor de la Universidad de Barcelona, Francisco Caja, presentó la pasada semana un estudio titulado ‘Radiografía de la Política Catalana’, un análisis sociodemográfico de los políticos catalanes; un colectivo con características diferenciadas del resto de la población catalana. El estudio de Convivencia Cívica Catalana presentado en 48 folios ha sido realizado sobres «datos 13.456 políticos catalanes que ocupan todos los niveles de la administración en Cataluña desde ayuntamientos al parlamento autonómico pasando por las diputaciones y los altos cargos del ejecutivo catalán». A continuación les reproducimos las conclusiones del estudio que pueden descargar [aquí].

Resumen y principales conclusiones del estudio

En numerosas ocasiones surge la cuestión sobre si los políticos catalanes son representativos del sentir del conjunto de la sociedad catalana, especialmente en momentos políticos como el actual. El presente estudio demuestra que, al menos, desde el punto de vista social y demográfico los políticos catalanes difieren sustancialmente del resto de la población de Cataluña.

Así se desprende del análisis sociodemográfico de la clase política catalana que ha llevado a cabo Convivencia Cívica Catalana y para el que se han examinado los datos de los 13.456 cargos políticos catalanes que ocupan todos los niveles de la administración en Cataluña desde ayuntamientos al parlamento autonómico pasando por las diputaciones y los altos cargos del ejecutivo catalán.

El 70% de los políticos catalanes son hombres y el 80% catalanohablantes

El análisis efectuado ha permitido establecer una serie de rasgos definitorios de los políticos catalanes. En primer lugar, se constata una notable desigualdad por género: más del 70% de los cargos políticos catalanes son ocupados por hombres y apenas el 30% por mujeres, lo cual dista notablemente de las recomendaciones de equilibrio de la Ley 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el ámbito político.Gráfico 6. Estudios alcanzados por los cargos políticos catalanes

En cuanto a nivel de estudios casi un 30% de los políticos catalanes no dispone de ninguna licenciatura o diplomatura. Entre aquellos que sí disponen de una titulación, predominan los que han estudiado áreas relacionadas con el derecho y la economía. Por otra parte, dos de cada tres políticos catalanes no han trabajado nunca en una empresa privada, siendo funcionarios, empleados de la administración pública o bien directamente cargos políticos desde el inicio de su trayectoria profesional.

Uno de los rasgos más diferenciales de la clase política catalana es el idioma: sólo uno de cada cinco políticos en Cataluña es castellanohablante cuando ésta es la lengua mayoritaria entre la población. Por el contrario, los catalanohablantes, minoría del 36% en la sociedad, copan casi el 80% de todos los cargos políticos. Una divergencia lingüística de esta magnitud entre representantes y representados resulta llamativa en una democracia, lo que explicaría la brecha existente en el ámbito de las políticas identitarias y lingüísticas entre la sociedad y la clase política de Cataluña.

Los apellidos familiares que controlan la política en Cataluña

El estudio también se ha detenido en un aspecto remarcado por numerosos sociólogos y es la sobrerrepresentación de determinados apellidos familiares desde hace décadas en la clase política catalana. Así, hemos constatado que un grupo de familias con apellidos que sólo están presentes en el 13% de la población catalana copan el 40% de todos los cargos políticos catalanes, especialmente, los de más relevancia. En este grupo destacan los Vila, Serra, Solé, Vidal, Bosch, Pujol, Font, Puig, Rovira, Martí, Sala, Ferré, Roca, Esteve, Mas y Planas. Por el contrario, otro grupo de apellidos, los más frecuentes entre los ciudadanos de Cataluña, están significativamente infraponderados en la política catalana entre los que destacan los López, García, Martínez, Rodríguez, Fernández, González, Sánchez, Pérez, Gómez, Jiménez, Moreno, Ruiz, Muñoz, Díaz, Hernández, Martín, Romero, Álvarez y Gutiérrez. También hemos constatado una notable divergencia entre los políticos catalanes y la sociedad en cuanto a los nombres de pila. Ninguno de los tres nombres más frecuentes de los políticos (Josep, Jordi y Joan) se encuentra entre los tres nombres más frecuentes de la población (José, María y Antonio). Convivencia Cívica Catalana ha puesto a disposición de los ciudadanos, investigadores y medios de comunicación una aplicación en su web que permite comparar para más de 2.000 apellidos su presencia en la clase política de Cataluña y en la sociedad de Cataluña, acceder a la aplicación aquí.

Los políticos catalanes, un colectivo diferenciado del resto de la población

Últimamente se han popularizado los apelativos de „élite‟ o „casta‟ para referirse a los políticos, frecuentemente con intención despectiva. Sin llegar al uso de tales calificativos, sí consideramos que este estudio demuestra que la clase política catalana constituye un grupo con características sociodemográficas muy diferenciadas respecto al común de los ciudadanos de Cataluña.

Metodología del estudio

Para la realización de este estudio Convivencia Cívica Catalana ha examinado los datos de 13.456 cargos políticos catalanes, que son los que ocupan todos los niveles de la administración en Cataluña: ayuntamientos, entidades municipales descentralizadas, mancomunidades de municipios, entidades metropolitanas, organismos autónomos locales, entidades de gestión, sociedades públicas, consejos comarcales, diputaciones provinciales, parlamento autonómico, altos cargos del gobierno catalán así como los representantes catalanes en el Congreso de los Diputados, el Senado y el Parlamento europeo.

Las principales fuentes de información empleadas para la elaboración de la base de datos han sido la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas y la Dirección General de Administración Local del gobierno autonómico catalán. Queremos manifestar nuestro agradecimiento a las personas que han colaborado en la obtención de todos los datos. En total se han analizado 13.456 cargos políticos de los cuales el grupo más numeroso lo constituyen los alcaldes y concejales de los ayuntamientos catalanes (9.128). El número de cargos analizados constituye el 97% de todos los políticos que integran las instituciones catalanas, un porcentaje que permite extraer conclusiones de una manera muy significativa a nivel estadístico.

Recordemos que en el conjunto de la población de Cataluña, son mayoría las mujeres con un 50.8% frente al 49.2% de los hombres1, lo cual subraya aún más la discrepancia con la clase política. Los datos de nuestro estudio corroboran otras estadísticas que revelan la presencia minoritaria de las mujeres en cargos políticos en Cataluña, en una proporción inferior a la media del resto de España.

Análisis por lengua propia

Uno de los rasgos diferenciales de la clase política catalana es el idioma. Es sabido que existe una notable sobrerrepresentación de catalanohablantes en la política de Cataluña y de forma paralela una infrarrepresentación muy pronunciada de políticos castellanohablantes con relación al conjunto de la población. Nuestro análisis3 constata que sólo uno de cada cinco políticos en Cataluña (un 21.67%) es castellanohablante siendo, sin embargo, ésta la lengua mayoritaria entre los ciudadanos.

Concretamente el 77.9% de políticos en Cataluña son catalanohablantes, casi cuatro veces más que el 21.67% de castellanohablantes. Estos datos difieren sustancialmente de los del conjunto de la población, cuya lengua mayoritaria es el español o castellano. Resulta llamativo que los catalanohablantes, una minoría del 36% en la sociedad, copen casi el 80% de todos los cargos políticos. Una divergencia de tal magnitud entre sociedad y cargos públicos, entre representantes y representados, resulta insólita en una sociedad democrática en la que, al menos en teoría, todos los ciudadanos tienen el mismo derecho a ocupar cargos públicos.

Estos datos, por otra parte, también explicarían en buena parte la brecha existente entre la sociedad y la clase política en Cataluña en el ámbito de las políticas identitarias y lingüísticas. Recordemos a este respecto que, como los datos de las propias encuestas5 del gobierno catalán revelan, los castellanohablantes en Cataluña son claramente contrarios a una hipotética secesión: el 46.6 están “totalmente en contra”, el triple del 15.5% que están «totalmente a favor». Y cabe remarcar que en la Cataluña real los castellanohablantes son mayoría a diferencia de la clase política.

Análisis por estudios alcanzados

Para analizar el nivel de estudios y la experiencia profesional de los políticos catalanes se han analizado los datos biográficos de una muestra6 del total de cargos políticos catalanes, ya que disponer de la biografía del total de 13.456 cargos hubiera sido una tarea extraordinariamente difícil a la que debería sumarse la homogenización y cribado de toda la información.

Una vez analizada la información, en cuanto a nivel de estudios puede observarse que el grupo más numeroso de políticos catalanes, casi un 30%, no dispone de ninguna titulación, entendiendo por tal licenciatura, ingeniería o diplomatura universitaria. Entre aquellos que sí disponen de una titulación, la carrera más cursada es derecho (21%) y a continuación las relacionadas con el área económica (11.2%), educación (6.3%), sanidad (5.5%) y ciencias políticas (4.9%).

En el caso de los cargos públicos catalanes, es llamativo el porcentaje significativo de políticos relacionados con la educación y la filología catalana. Remarcamos que estos datos hacen referencia a una muestra reducida de 348 cargos políticos de mayor relevancia. Debe tenerse en cuenta que en el caso del total de cargos políticos el porcentaje de aquellos sin titulación podría ser más elevado.

Análisis por experiencia laboral previa

Al igual que en el análisis del nivel de estudios, la experiencia profesional de los políticos catalanes se ha analizado en base a una muestra de 348 políticos. El examen de sus biografías permite constatar que la mayoría carece de experiencia previa en el ámbito privado. Concretamente, casi dos terceras partes (65.5%) de los políticos catalanes no han trabajado nunca en una empresa privada, siendo funcionarios, empleados de la administración pública o bien directamente cargos políticos desde el inicio de su trayectoria profesional.

Resulta llamativa en las biografías de muchos políticos catalanes la ausencia de experiencias profesionales en el mundo de la empresa privada previamente a haber entrado en la política. En numerosos casos ocupan cargos públicos desde muy jóvenes y han desarrollado toda su trayectoria profesional casi exclusivamente dentro de las estructuras de sus partidos políticos y las administraciones local, autonómica o bien nacional.

Resultados del análisis de nombres y apellidos

El estudio se ha detenido en un aspecto remarcado por numerosos sociólogos y es la sobrerrepresentación de determinados apellidos familiares en la clase política catalana. Como paso previo, se han analizado las divergencias en cuanto a los nombres de pila entre el colectivo de políticos y el conjunto de la sociedad de Cataluña.

Análisis por nombre

El Instituto de Estadística de Cataluña publica anualmente los nombres de pila más comunes a partir del registro de población de Cataluña. A continuación, mostramos los 15 nombres más comunes en Cataluña. De los quince, la gran mayoría, doce, coinciden con los nombres más frecuentes en toda España: 1 JOSE 107.564 1,42%; 2 MARIA 107.218 1,42%; 3 ANTONIO 106.974 1,41%; 4 MONTSERRAT 84.231 1,11%; 5 FRANCISCO 82.432 1,09%; 6 MANUEL 75.384 1,00%; 7 JORDI 74.157 0,98%; 8 JUAN 73.636 0,97%; 9 MARÍA DEL CARMEN 73.529 0,97%; 10 DAVID 67.993 0,90%; 11 CARMEN 63.142 0,83%; 12 MARTA 53.230 0,70%; 13 NURIA 51.583 0,68%; 14 JOSEFA 51.451 0,68%; 15 MARC 50.263. El análisis de los nombres de los 13.456 cargos políticos catalanes permite constatar una notable divergencia con los nombres del conjunto de la población.

Los nombres más frecuentes de los ciudadanos en Cataluña, extraídos de la información publicada por el Instituto de Estadística de Cataluña, discrepan notablemente de los de los políticos catalanes. Ninguno de los tres nombres más frecuentes de los políticos (Josep, Jordi y Joan) se encuentra entre los tres nombres más frecuentes en Cataluña (José, María y Antonio). Y de los 15 nombres más comunes entre los políticos catalanes sólo dos (Jordi y Montserrat) se encuentran entre los 15 más comunes de la población.

Análisis por apellido

Al igual que en el caso de los nombres de pila, el Instituto de Estadística de Cataluña publica anualmente también los apellidos más comunes a partir del registro de población de Cataluña. Los datos ponen de manifiesto que los apellidos catalanes más frecuentes son prácticamente los mismos que en el resto de España. Se muestran a continuación los 25 apellidos más frecuentes en Cataluña: GARCIA 170.614 2,26%; 2 MARTINEZ 119.026 1,57%; 3 LOPEZ 114.235 1,51%; 4 SANCHEZ 102.896 1,36%; 5 RODRIGUEZ 99.982 1,32%; 6 FERNANDEZ 97.425 1,29%; 7 PEREZ 92.821 1,23%; 8 GONZALEZ 91.457 1,21%; 9 GOMEZ 56.495 0,75%; 10 RUIZ 50.077 0,66%; 11 MARTIN 45.957 0,61%; 12 JIMENEZ 44.870 0,59%; 13 MORENO 42.632 0,56%; 14 HERNANDEZ 38.618 0,51%; 15 MUÑOZ 38.284 0,51%; 16 DIAZ 35.050 0,46%; 17 ROMERO 28.878 0,38%; 18 NAVARRO 28.323 0,37%; 19 TORRES 26.804 0,35%; 20 ALVAREZ 26.507 0,35%; 21 GUTIERREZ 20.187 0,27%; 22 MOLINA 19.702 0,26%; 23 SERRANO 18.816 0,25%; 24 RAMIREZ.

Los García son el primer apellido de Cataluña con el 2.26% de los catalanes. Les siguen los Martínez con el 1.57% y los López, con el 1.51%. Sin embargo, siendo estos los apellidos más comunes en la Cataluña real, si preguntáramos a cualquier ciudadano si recuerda a algún político catalán con esos apellidos la respuesta sería en la mayoría de los casos rotundamente negativa.

En Cataluña se produce un fenómeno que ha sido remarcado por numerosos sociólogos y es la infrarrepresentación entre la clase política de los apellidos más frecuentes de la sociedad. Y de forma paralela se observa una sobrerrepresentación, prácticamente una “hiperrepresentación”, de determinados apellidos familiares desde hace décadas en la clase política catalana.

Así, en este estudio hemos constatado que un grupo de familias con apellidos que sólo están presentes en el 13.4% de la población catalana copan casi el 40% de todos los cargos políticos catalanes, especialmente, los de más relevancia. Se trata de unos 400 apellidos que se muestran en el anexo 1 y que están ampliamente sobrerrepresentados, repitiéndose entre puestos de confianza, altos cargos y dirigentes políticos catalanes. Destacan dentro de este grupo por su número los siguientes: los Vila, Serra, Solé, Vidal, Bosch, Pujol, Font, Puig, Rovira, Martí, Sala, Ferré, Roca, Esteve, Mas y Planas.Gráfico 1. Resumen gráfico de la brecha existente entre los ciudadanos y la clase política en Cataluña

A continuación se muestra el nivel de sobrerrepresentación de cada uno de estos apellidos, es decir, el porcentaje en que su presencia en la clase política supera al de su presencia en la población. Por ejemplo, los «Esteve» están sobrerrepresentados en la clase política catalana más de un 352%. Eso significa que hay más de cuatro veces más «Esteve» en la clase política de Cataluña que en la sociedad de Cataluña. Los «Pujol», por ejemplo, lo están en un 258% o los «Mas» en un 198% (casi el triple de «Mas» en la política que en la sociedad), por hacer referencia a dos apellidos ampliamente conocidos: ESTEVE 352,29%; FERRÉ 347,25%; BOSCH 336,81%; PLANAS 307,01%; CAMPS 299,64%; SOLÉ 285,11%; PUJOL 258,97%; ROVIRA 247,81%; VILA 237,37%; SERRA 234,37%; FARRÉ 228,84%; RIBAS 225,36%; SALA 224,53%; FONT 217,42%; MAS 198,63%; VIDAL 195,17%; VALLS 191,37%; PUIG 163,86%; ROCA 142,24%; MARTI 133,91%.

Conclusiones

El estudio sociodemográfico de la clase política catalana que ha llevado a cabo Convivencia Cívica Catalana y para el que se han examinado los datos de 13.456 cargos políticos catalanes es el de más amplio alcance realizado hasta la fecha sobre aquellos que ejercen labores políticas en Cataluña.

Ante el panorama político actual en Cataluña en cuestiones como la identitaria en numerosas ocasiones surge la cuestión sobre si los políticos catalanes son representativos del sentir del conjunto de la sociedad catalana. El presente informe muestra que, al menos, desde el punto de vista social y demográfico los políticos catalanes difieren sustancialmente del resto de la población de Cataluña. El perfil medio de un político catalán es el de un varón, catalanohablante, que no ha trabajado nunca en el sector privado y ha desarrollado toda su carrera bajo el paraguas de su partido político y la administración pública.

Los resultados del estudio muestran también que en Cataluña la dirección y gestión de la política está en manos de una minoría de apellidos familiares influyentes, especialmente en aquellos puestos de mayor relevancia, que aparecen de forma repetida entre los miembros de fundaciones, consorcios, entes, sociedades y organismos públicos de todo tipo además de altos cargos y dirigentes políticos. Todo ello parece indicar que determinadas familias catalanas acaparan desde hace décadas puestos de representación, conformando un grupo relativamente pequeño que controla en gran parte el poder político.

El hecho de que el perfil medio de un político de Cataluña diverja tan notablemente del de un ciudadano medio de Cataluña parece explicar en buena parte la brecha existente entre la sociedad y la clase política en Cataluña en el ámbito de las políticas identitarias y lingüísticas. Recordemos a este respecto que, como los datos de las propias encuestas del gobierno catalán revelan, los castellanohablantes en Cataluña son claramente contrarios a una hipotética secesión: el 46.6% están “totalmente en contra”, el triple del 15.5% que están “totalmente a favor”. Y cabe remarcar que en la Cataluña real los castellanohablantes son mayoría a diferencia de la clase política.

Últimamente se han popularizado los apelativos de „élite‟ o „casta‟ para referirse a los políticos, frecuentemente con intención despectiva. Sin llegar al uso de tales calificativos, sí consideramos que este estudio demuestra que la clase política catalana constituye un grupo con características sociodemográficas muy diferenciadas respecto al común de los ciudadanos de Cataluña.