¿Votar es democracia? La manipulación es el instrumento soberanista de base.
El 14 de diciembre el presidente de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras, se explayó «emotivamente» en un discurso ante 4.000 personas en el Auditorio Fórum de Barcelona y sus palabras resultan asombrosas por la manipulación que representan en sí mismas: «Nunca habíamos llegado tan lejos, nunca habíamos sido tantos y nunca habíamos tenido tanta fuerza».
¿Qué fuerza? ¿La del dinero? Ese que usan para su finalidad mientras en Cataluña hay carencias de todo tipo, sociales, sanitarias y educacionales. Mientras hay miles de parados sin derecho a prestación alguna. Mientras innumerables familias se encuentran en la calle. Mientras los enfermos se desesperan por no ser atendidos. Mientras los ancianos sin familia se apagan como una lamparista. Mientras en las escuelas se adoctrina a los niños catalanes en vez de formarlos en materias.
¿Realmente son tantos como dice ese señor? Lo ponemos en duda, ya que no conocemos a nadie a quien hayan preguntado -y a nosotros menos-, así que esta afirmación es bastante discutible de todas. A saber de dónde sacan sus estadísticas. Aunque en realidad, es evidente que son inventadas, o mejor dicho, tergiversadas, ya que sólo cuentan a sus seguidores, no al total de la población catalana y si sus seguidores no alcanzan el 100%, es evidente que algo chirría.
¿Han llegado «tan lejos»? Sí, como lo hacen los que ponen la directa a toda velocidad y acaban partiéndose los piños sin remedio.Oriol Junqueras es el ventrículo de Artur Mas. Le está presionando ferozmente desde que el delfín de Pujol alcanzó por fin su ansiado trono. Es Junqueras quien dicta a Mas lo que debe hacer si quiere su apoyo en los Presupuestos y el rey de opereta catalán acepta a pesar de saber que es imposible. No soporta perder el trono tan pronto. Recordemos que a mitad de legislatura organizó nuevas elecciones para tener más tiempo. Claro que volvió a salir elegido. Prometiendo lo que prometía, era normal y así tuvo cuatro años más en vez de los dos que le quedaban. ¿Jugada maestra? Eso creyó él, pero no contaba con el «amo» que lo maneja inmisericorde.
Sobre el «amo», hemos encontrado un artículo muy interesante de Manuel Jabois en ‘El Mundo’. Según se desprende de la entrevista que el periodista le hizo a Oriol Junqueras, toda su alegría y fuerza en conseguir la soberanía se basa en el rechazo de Madrid a la consulta. Tengamos en cuenta esta frase de Junqueras el sábado: «España es una fábrica de independentistas». Y como dice Jabois, sin Madrid no habría tanto afán soberanista, lo que el mismo presidente de ERC reconoce en la entrevista.
¿Estamos ante un nuevo Conde Don Julián en la figura de Mariano Rajoy? De aquél se dice que abrió las puertas de España a la morisma y de Rajoy, que las abre al independentismo por su tibieza, tibieza interpretada al contrario por los soberanistas, los cuales la consideran «no democrática» como afirma Oriol Junqueras en su discurso: «El Estado Español convierte la independencia en sinónimo de democracia al negarnos el derecho a votar». Un tipo bastante gracioso si tenemos en cuenta que rechaza que toda España vote y sólo admite el voto de catalanes. Muy «democrático, sí señor. (Nótese la ironía)
Otra frase notable suya en el discurso es esta: «A la comunidad internacional le es más fácil ponerse al lado de los demócratas, de aquellos que queremos que todos puedan votar, que apoyar a los que nos niegan este derecho». Realmente gracioso. Se ve que no se ha enterado todavía de que, aparte de que él no permite votar a España en su conjunto, la comunidad internacional ya se está cansando de decir que esto es un asunto interno español y que no piensan abrir la boca, aparte de recordarlos que si se independizan, saldrán de la UE automáticamente y tendrán que ponerse a la cola como cualquiera.
Los soberanistas quieren independencia, pero seguir gozando de los derechos españoles. Ridículos.Este señor va dando tumbos de manera tan deplorable como su «muñeco», ya que hace explosivas declaraciones y a las dos horas se desdice, como cuando aseguró que paralizaría la economía catalana convocando una huelga general y cuando se dio cuenta de la burrada que había dicho intentó matizar sus palabras como si él nunca hubiera dicho tal cosa. Y no olvidemos que no hace mucho afirmaba que «Si la permiten (la consulta) la haremos y si no la permiten también». O sea, «demócrata» de toda la vida…
Teresa Ferran
