Claves de la crisis interna que azota a la cúpula de los Mozos de Escuadra 

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), OCTUBRE DE 2022. El comisario jefe de los Mozos de Escuadra, Josep María Estela, durante una rueda de prensa. ACN

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Barcelona (España), jueves 22 de septiembre de 2022. El comisario jefe de los Mozos de Escuadra, Josep María Estela, cierra filas con el número 2 del cuerpo autonómico de Policía de la Generalidad de Cataluña, Eduard Sallent Peña, en una carta interna dirigida a los agentes después de que hayan aflorado divergencias internas.

En la cúpula policial de los Mozos, en Prefectura, hay una crisis interna y dos protagonistas: el jefe del cuerpo, Josep María Estela, y el segundo, el comisario Eduard Sallent Peña.

Con una carta dirigida a todo el cuerpo y firmada por el comisario jefe Josep María Estela se ha intentado dar por resuelta la situación que se conocía de puertas adentro y que se hizo pública el sábado cuando lo publicó el diario ‘El País’.

La «injerencia política explicaría esta inestabilidad que se vive en el cuerpo de Mozos de Escuadra», según fuentes internas, así como recoge la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) este jueves.

La nueva cúpula, la Jefatura, lleva justo nueve meses operativa. El Departamento de Interior la presentó como una cúpula coral, que decidiría en grupo; pero el proyecto desafinó desde el inicio: a nadie se le escapó que no fue el comisario jefe, Josep María Estela, quien eligió a su equipo, sino que le vino impuesto; con una intendente incluida, que permitía a la Consejería de Interior hablar de «feminización».

El comisario jefe ha pedido al consejero de Interior del régimen amarillo, Joan Ignasi Elena, renovar la Jefatura. De hecho, sacar al comisario Eduard Sallent Peña —el segundo del cuerpo— porque considera que le es «desleal».

Según ha podido saber TV3, las deslealtades tienen que ver con diferentes aspecto como «encuentros y reuniones a espaldas del comisario jefe»; por ejemplo, con la «comunidad judía en Cataluña» o con la «Casa del Rey».

Otras fuentes también explican desacuerdos de planteamiento: como que tanto el «comisario Sallent como el director general de la Policía son partidarios de inyectar más dinero a la policía marítima», por ejemplo, comprando motos de agua. Y que la cabeza del cuerpo, el comisario Estela, considera que los Mozos sentido Escuadra «tienen otras carencias prioritarias».

Fuentes cercanas al comisario Sallent desmienten que «él haya sido desleal» y sitúan la problemática en diferencias de criterio habituales dentro de una organización de esa complejidad. Diferencias puntuales especifican, a la vez que ponen de relieve, que «desde la Consejería de Interior le han ratificado y no le moverán de su cargo».

En la carta interna, el comisario jefe expone que tiene el apoyo del consejero y que la Jefatura continuará trabajando unida.

Pero la situación no gusta a muchos mandos, que cierran filas con Estela, aseguran que «no quieren un cuerpo politizado» y reclaman «mayor autonomía e independencia».

El comisario Sallent tiene el apoyo político, tanto de JxCat, que le puso al frente del cuerpo cuando el absuelto por delito de rebelión y sedición en el Juicio contra el golpe de estado en Cataluña, el exje de los Mozos, José Luís Trapero, estaba pendiente de juicio, como de ERC.

La Consejería de Interior asegura que el consejero «tiene toda la confianza tanto en el comisario Pere Sallent Peña como en el comisario jefe, Josep María Estela», y que «no moverá ficha».

Fuentes de la Consejería de Interior sitúan la problemática en una diferencia de perfiles profesionales. Otorgan al comisario Estela la calidad de «dominar el territorio» y al comisario Sallent le otorgan un «perfil más ejecutivo».

Esta era, aseguran desde el régimen amarillo, «la idea de liderazgo coral cuando se les eligió para formar la Jefatura».