«Constatamos el uso de inmigración española en Cataluña como instrumento de colonización lingüística»

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Redacción – El separatismo dice: «La profunda anormalidad que significa que en Cataluña (y en todos los demás países de lengua catalana), la realidad lingüística normal en un país con inmigración aparezca en cierto modo invertida: la lengua de la inmigración (pero sólo la española) toma a todos los efectos el rol de lengua por defecto, de lengua del país (Cataluña), de lengua nacional, y, contrariamente, la lengua del país (Cataluña) convirtiéndose privativa de una comunidad cerrada, que se va reduciendo y acabará desapareciendo, como suele ocurrir con las lenguas de inmigración». «Esta anormalidad resto distorsionada por la mayor parte de las encuestas lingüísticas que se promueven». Así expresa el secesionismo a través de una iniciativa del llamado Grupo Koné, organización separatista vinculada a la entidad hispanófoba separatista Asamblea nacional Catalana (ANC), bajo título «Por una Verdadero Proceso de Normalización Lingüística de la Cataluña Independiente» (PDF), que firman intelectuales separatistas entre ellos:  280 académicos, profesores universitarios, escritores, filólogos y, además, y cabe subrayarlo, 5 Premios de Honor de las Letras Catalanas (Prenis d’Honor de Lletres Catalanes). Para los firmantes, que se consideran antibilingüismo, el dialecto catalán debe ser la «única lengua oficial» en su futura República Catalana; una idea central del manifiesto que presentaron en el paraninfo de la Universidad de Barcelona (UB) el 31 de marzo de 2016. En la actualidad, ese plan secesionista, que debería cumplirse solo en una Cataluña separada del resto de España, ya se ha puesto en marcha y se promueve ahora desde el propio Gobierno socioseparatista y socioetarras del Reino de España del presidente Pedro Sánchez (PSOE) y vicepresidente Pablo Iglesias (Podemos e Izquierda Unida), mediante la llamada Ley Celaá. En su manifiesto, el separatismo dice: Constatamos la utilización de una inmigración llegada de territorios castellanohablantes como instrumento involuntario de colonización lingüística». Es decir, los seres humanos, hispanohablantes (castellanohablantes) en la Comunidad autónoma de Cataluña son nada más que «instrumentos» o «herramientas»; unos colonos que España moviliza «fuera de España» para «colonizar a los países» vecinos de España, en este sentido «Cataluña». Barcelona (España), domingo, 3 de enero de 2021.

Manifiesto

«Por una Verdadero Proceso de Normalización Lingüística de la Cataluña Independiente 

Los abajo firmantes, estudiosos de la lengua, filólogos, lingüistas, docentes, escritores, traductores, juristas y profesionales de ámbitos afines, considerando la situación real de la lengua catalana y en la perspectiva del proceso constituyente que pronto empezará a Cataluña, por mandato democrático expresado este 27 de septiembre, se cruzan en el deber ciudadano de exponer a la opinión pública lo que sigue.

CONSTATAMOS:

1. Que la lengua catalana es la lengua de Cataluña, en el sentido de que es la lengua endógena del territorio de Cataluña, donde se ha formado y ha evolucionado históricamente, y desde donde se extendió a los territorios contiguos de Valencia y las Islas Baleares. Es la lengua en la que siempre ha hablado el pueblo catalán.

2. Que la lengua catalana no está, sin embargo, en la situación normal de una lengua territorial en el propio territorio; porque, debido a la anexión del Principado de Cataluña el Reino de Castilla desde el 1714, el castellano, como lengua de dominación, le disputa coercitivamente este estatus de lengua territorial y ha intentado y sigue intentando represivamente de desplazarla de los ámbitos de uso lingüístico general. igualmente sucede en Valencia desde el 1707, en Mallorca y Ibiza desde el 1715 y en Menorca desde el 1802. Del mismo modo, se ha ido imponiendo el francés en los condados del norte (ahora conocidos como Cataluña del Norte), a partir de la anexión de esta parte del Principado en 1659 en el Reino de Francia.

3. Constatamos también que, como suele ser típico de los procesos de dominación política lingüística, el mecanismo para conseguir la implantación del castellano en Cataluña fue y continúa siendo la bilingüización forzosa de la población. Un proceso que costó siglos y que hasta 1939 todavía era bastante precario, con respecto a la mayor parte de las clases populares. El régimen dictatorial del general Franco completó sin embargo en dos generaciones este proceso de bilingüización forzosa mediante la represión político-del uso del catalán, la enseñanza obligatoria y la extensión de los nuevos medios de comunicación, ambos absolutamente en castellano, y la utilización de una inmigración llegada de territorios castellanohablantes como instrumento involuntario de colonización lingüística.

4. Constatamos que el régimen constitucional de 1978 (Constitución Española) ha reafirmado la continuidad de la imposición politicojurídica del castellano en Cataluña. La legislación de la Generalidad de Cataluña restablecida y la política lingüística consiguiente han servido para superar en ciertos ámbitos y fuerza precariamente la minorización total sufrida por el catalán en manos del franquismo, pero no para revertir la norma social de uso subordinado del catalán al castellano que condiciona el uso lingüístico cotidiano de la inmensa mayoría de los hablantes y que lleva a una indefectible sustitución de la lengua del país por la lengua impuesta por España.

5. Constatamos que este proceso de sustitución se ha ido acelerando, por lo que la situación actual de la lengua catalana en la mayoría de ámbitos de uso general es extremadamente crítica, hasta el punto de que el catalán no es a estas alturas, en Cataluña, la lengua no marcada, aquella que espontáneamente cualquier habitante emplea para dirigirse a un desconocido. Tampoco es la lengua predominante entre las generaciones de dicha «inmersión»: en las zonas más pobladas la conocen pero la usan mínimamente. Y, en paralelo al arrinconamiento social, la degradación cualitativa, estructural, de la lengua no ha parado de crecer en el camino de convertirse en una especie de dialecto del castellano.

DENUNCIAMOS:

1. La profunda anormalidad que significa que en Cataluña (y en todos los demás países de lengua catalana), la realidad lingüística normal en un país con inmigración aparezca en cierto modo invertida: la lengua de la inmigración (pero sólo la española) toma a todos los efectos el rol de lengua por defecto, de lengua del país (Cataluña), de lengua nacional, y, contrariamente, la lengua del país (Cataluña) convirtiéndose privativa de una comunidad cerrada, que se va reduciendo y acabará desapareciendo, como suele ocurrir con las lenguas de inmigración. Esta anormalidad resto distorsionada por la mayor parte de las encuestas lingüísticas que se promueven.

2. Denunciamos la ideología política del llamado «bilingüismo», que se ha ido inoculando desde las esferas de poder a toda la población catalana desde el 1978 por justificar el régimen jurídico establecido por la Constitución Española y el Estatuto de autonomía de Cataluña, haciendo creer que la coexistencia de dos lenguas (el español o castellano y el catalán) en Cataluña, ambas con un supuesto mismo estatus de oficialidad e igualdad de derechos, es un hecho natural, positivo, enriquecedor y democrático. En realidad, esta ideología bilingüita no es más que una forma de encubrir y legitimar la subordinación de una lengua a otra y el consiguiente proceso de sustitución lingüística que sufre la sociedad catalana. La lentitud de este proceso fomenta entre la población el espejismo de que el bilingüismo social puede permitir el logro de la lengua minorizada y una situación de equilibrio permanente entre la lengua endógena y la exógena.

3. Denunciamos las manifestaciones de algunos grupos políticos que, bajo la capa de la ideología bilingüista, proponen para la futura República Catalana que la anormalidad lingüística actual siga siendo garantizada y convierta la falsa normalidad de la república.

MANIFESTAMOS:

1. La urgencia de una toma de conciencia del problema social que constituye para la sociedad catalana el desguace lingüístico creado por la dominación española, una conciencia que ahora falta en la mayoría de los ciudadanos y en muchos dirigentes políticos. Todo el mundo debe entender que uno de los grandes problemas de estado de la nueva república, tal lo más importante, será el problema lingüístico, porque afecta a la base misma de la cohesión social.

2. Manifestamos la necesidad de que esta conciencia lingüística informe el debate ciudadano del proceso constituyente y el consenso constitucional, si no se quiere que la nueva constitución sea ​​una forma de cerrar en falso el problema lingüístico y entorpezca o incluso imposibilite de comenzar a solucionarlo por las únicas vías posibles:

a) la restitución al catalán de el estatus de lengua territorial de Cataluña (e igualmente para el occitano en el Valle de Aran),

b) la reversión de la práctica de la subordinación sistemática y generalizada del uso del catalán (O del occitano) al uso del castellano,

y c) la recuperación progresiva de la genuinidad de la lengua.

3. Manifestamos finalmente la necesidad, como fruto de la toma de conciencia lingüística, de la creación de un amplio movimiento ciudadano por la normalización lingüística que reúna cuanto más vaya más voluntades comprometidas en una conducta superadora de la subordinación lingüística; un movimiento en el que debe ir confluyendo todos, sea cual sea ​​su origen y sea cual sea su lengua inicial.

4. Manifestamos la necesidad, en definitiva, que se incorpore al proceso constituyente la voluntad de articular la lengua catalana como eje integrador de nuestra ciudadanía en un marco de asunción pública del multilingüismo como riqueza individual y social, con todas las medidas necesarias para garantizar que todo el mundo se sienta reconocido e incluido en la construcción de un país normal, también con respecto a la lengua.

Manifiesto impulsado por el Grupo Koiné, formado por Joaquim Arenas Sampera, Joan-Pere Le Bihan Rullan, Diana Coromines Calders, Lluís de Yzaguirre Maura, José Ferrer Ferrer, Ángeles Folch Borràs, Enric Larreula, Mercè Lorente Casafont, Margarita Muset Adel, Dolores Requena Bernal, Silvia Senz Bueno, Blanca Sierra Puig, Pau Vidal Gavilán y Josep M. Virgilio Ortiga.

Paraninfo de la Universidad de Barcelona, ​​31 de marzo de 2016».

En dialecto catalán

«Manifest per un veritable Procés de Normalització Lingüística a a Cataluña Independent 

Els sotasignats, estudiosos de la llengua, filòlegs, lingüistes, docents, escriptors, traductors, juristes i professionals d’àmbits afins, considerant la situació real de la llengua catalana i en la perspectiva del procés constituent que ben aviat s’encetarà a Catalunya, pel mandat democràtic expressat aquest 27 de setembre passat, es creuen en el deure ciutadà d’exposar a l’opinió pública això que segueix.

CONSTATEM:

1. Que la llengua catalana és la llengua de Catalunya, en el sentit que és la llengua endògena del territori de Catalunya, on s’ha format i ha evolucionat històricament, i des d’on es va estendre als territoris contigus del País Valencià i les Illes Balears. És la llengua en què sempre ha parlat el poble català.

2. Que la llengua catalana no està, tanmateix, en la situació normal d’una llengua territorial en el propi territori; perquè, a causa de l’annexió del Principat de Catalunya al Regne de Castella d’ençà del 1714, el castellà, com a llengua de dominació, li disputa coercitivament aquest estatus de llengua territorial i ha intentat i continua intentant repressivament de desplaçar-la dels àmbits d’ús lingüístic general. Igualment s’esdevé al País Valencià des del 1707, a Mallorca i Eivissa des del 1715 i a Menorca des del 1802. De la mateixa manera, s’ha anat imposant el francès als comtats del nord (ara coneguts com a Catalunya del Nord), a partir de l’annexió d’aquesta part del Principat el 1659 al Regne de França.

3. Constatem també que, com sol ser típic dels processos de dominació política lingüística, el mecanisme per a aconseguir la implantació del castellà a Catalunya va ser i continua essent la bilingüització forçosa de la població. Un procés que va costar segles i que fins el 1939 encara era força precari, pel que fa a la major part de les classes populars. El règim dictatorial del general Franco va completar tanmateix en dues generacions aquest procés de bilingüització forçosa mitjançant la repressió politicojurídica de l’ús del català, l’ensenyament obligatori i l’extensió dels nous mitjans de comunicació, tots dos absolutament en castellà, i la utilització d’una immigració arribada de territoris castellanoparlants com a instrument involuntari de colonització lingüística.

4. Constatem que el règim constitucional del 1978 ha refermat la continuïtat de la imposició politicojurídica del castellà a Catalunya. La legislació de la Generalitat restablerta i la política lingüística consegüent han servit per a superar en certs àmbits i força precàriament la minorització total soferta pel català a mans del franquisme, però no pas per a revertir la norma social d’ús subordinat del català al castellà que condiciona l’ús lingüístic quotidià de la immensa majoria dels parlants i que porta a una indefectible substitució de la llengua del país per la llengua imposada per Espanya.

5. Constatem que aquest procés de substitució s’ha anat accelerant, de manera que la situació actual de la llengua catalana en la majoria d’àmbits d’ús general és extremament crítica, fins al punt que el català no és a hores d’ara, a Catalunya, la llengua no marcada, aquella que espontàniament qualsevol habitant empra per adreçar-se a un desconegut. Tampoc no és la llengua predominant entre les generacions de la dita «immersió»: en les zones més poblades la coneixen però l’usen mínimament. I, en paral·lel a l’arraconament social, la degradació qualitativa, estructural, de la llengua no ha parat de créixer en el camí de convertir-se en una mena de dialecte del castellà.

DENUNCIEM:

1. La profunda anormalitat que significa que a Catalunya (i a tots els altres països de llengua catalana), la realitat lingüística normal en un país amb immigració aparegui en certa manera capgirada: la llengua de la immigració (però només l’espanyola) pren a tots els efectes el rol de llengua per defecte, de llengua del país, de llengua nacional, i, contràriament, la llengua del país va esdevenint privativa d’una comunitat closa, que es va reduint i acabarà desapareixent, com sol passar amb les llengües d’immigració. Aquesta anormalitat resta distorsionada per la major part de les enquestes lingüístiques que es promouen.

2. Denunciem la ideologia política de l’anomenat «bilingüisme», que s’ha anat inoculant des de les esferes de poder a tota la població catalana d’ençà del 1978 per justificar el règim jurídic establert per la Constitució i l’Estatut d’autonomia fent creure que la coexistència de dues llengües a Catalunya, totes dues amb un suposat mateix estatus d’oficialitat i igualtat de drets, és un fet natural, positiu, enriquidor i democràtic. En realitat, aquesta ideologia bilingüista no és res més que una forma d’encobrir i legitimar la subordinació d’una llengua a l’altra i el consegüent procés de substitució lingüística que pateix la societat catalana. La lentitud d’aquest procés fomenta entre la població el miratge que el bilingüisme social pot permetre el reeiximent de la llengua minoritzada i una situació d’equilibri permanent entre la llengua endògena i l’exògena.

3. Denunciem les manifestacions d’alguns grups polítics que, sota la capa de la ideologia bilingüista, proposen per a la futura República Catalana que l’anormalitat lingüística actual continuï essent garantida i esdevingui la falsa normalitat de la república.

MANIFESTEM:

1. La urgència d’una presa de consciència del problema social que constitueix per a la societat catalana el desballestament lingüístic creat per la dominació espanyola, una consciència que ara manca en la majoria dels ciutadans i en molts dirigents polítics. Cal que tothom entengui que un dels grans problemes d’estat de la nova república, potser el més important, serà el problema lingüístic, perquè afecta la base mateixa de la cohesió social.

2. Manifestem la necessitat que aquesta consciència lingüística informi el debat ciutadà del procés constituent i el consens constitucional, si no es vol que la nova constitució sigui una forma de tancar en fals el problema lingüístic i entrebanqui o fins impossibiliti de començar a solucionar-lo per les úniques vies possibles:

a) la restitució al català de l’estatus de llengua territorial de Catalunya (i igualment per a l’occità a la Vall d’Aran),

b) la reversió de la pràctica de la subordinació sistemàtica i generalitzada de l’ús del català (o de l’occità) a l’ús del castellà,

i c) la recuperació progressiva de la genuïnitat de la llengua.

3. Manifestem finalment la necessitat, com a fruit de la presa de consciència lingüística, de la creació d’un ampli moviment ciutadà per la normalització lingüística que aplegui com més vagi més voluntats compromeses en una conducta superadora de la subordinació lingüística; un moviment en què cal que vagi confluint tothom, sigui quin en sigui l’origen i sigui quina sigui la seva llengua inicial.

4 . Manifestem la necessitat, en definitiva, que s’incorpori al procés constituent la voluntat d’articular la llengua catalana com a eix integrador de la nostra ciutadania en un marc d’assumpció pública del multilingüisme com a riquesa individual i social, amb totes les mesures necessàries per a garantir que tothom se senti reconegut i inclòs en la construcció d’un país normal, també pel que fa a la llengua.

Manifest impulsat pel Grup Koiné, format per Joaquim Arenas i Sampera, Joan-Pere Le Bihan Rullan, Diana Coromines i Calders, Lluís de Yzaguirre i Maura, Josep Ferrer i Ferrer, Àngels Folch i Borràs, Enric Larreula i Vidal, Mercè Lorente i Casafont, Margarida Muset i Adel, Dolors Requena Bernal, Silvia Senz Bueno, Blanca Serra i Puig, Pau Vidal i Gavilán i Josep M. Virgili i Ortiga.

Paranimf de la Universitat de Barcelona, 31 de març de 2016».