El emperador de la telebasura que «salió del armario» para escupir su bilis pestilente y comentarios infectos

0
1206
FOTOGRAFÍA. ESPAÑA), 03.09.2015. El presentador de televisión Jorge Javier Vázquez Morales, durante una entrevista con Efe. Efe

El trovador del discurso «progre» (progresista), el poeta del panfleto totalitario comunista, el prevaricador de las buenas costumbres, el domador de las fieras de alcoba, el presuntuoso quijote de los horteras relamidos. El lacayo adulador del poder establecido para mendigar subvenciones a la insolente tropa del «orgullo gay». El obispo de las homilías indecentes y patéticas, el sacerdote irreverente y polifacético empeñado en pergeñar programas «blasfemos». El rey del excremento verbal, se permite insultar a más de cuatro millones de electores de un partido democrático que defiende la Carta Magna de España y las instituciones democráticas del Estado de Derecho. Lo afirma categóricamente un funambulista de la verborrea demagógica, el saltimbanqui de lo casposo, el animador de las charlas de porteras desocupadas, el demiurgo de la obscenidad, no admite que VOX tiene 52 diputados que han sido elegidos por los españoles y que no puede silenciar el derecho democrático que cínicamente presume defender.

Se ha convertido en paladín de la «democracia norcoreana», en valedor y esbirro de un Gobierno infame que arruina España mientras él se hace millonario, el grotesco sectario que decide quién es bueno o malo, quién puede hablar y quién no en sus denigrantes y zafios programas, el juez supremo que sentencia quién es fascista o demócrata. El zascandil de las tertulias inanes, el mercader de las vidas privadas de ciertos personajillos, junto a unos palmeros paniaguados en la ciénaga putrefacta del programa que lidera junto a parásitos que se lucran aireando miserias ajenas. El ventilador inquisitorial de la vida privada de los famosos del corazón, que si no hay noticia, pues la provoca con el fin de entretener a marujas y marujos aburridos, abuelas octogenarias que disfrutan con vuestros groseros aspavientos e imposturas, gracias también a incondicionales ociosos que no pueden abstenerse del canal líder en pedagogía de la ignorancia supina.
FOTOGRAFÍA. ESPAÑA), ABRIL DE 2020. Una imagen ilustra al «emperador» comunista de la telebasura, que «salió del armario». Ñ Pueblo (1)
Este sujeto arrogante y altivo, maestro del desdén, es un acomplejado castellano-parlante de Badalona, se vino a Madrid a ganarse el sustento, porque en la Cataluña del nacionalista Pujol, si no hablaba catalán no tenía ningún futuro, pero lo más triste es que, es un analfabeto político que no tiene ni idea de lo que es el fascismo que denuncia. Empresario y universitario, al parecer es escritor de dos libros, se inició en el vertedero del chascarrillo y la insidia con un programa de sobremesa cuyo título «Aquí hay tomate», ya anunciaba su trayectoria amoral y desvergonzada. Había «salido del armario» donde había reprimido durante años su rencor y despecho para escupir su bilis pestilente, sus comentarios morbosos e infectos.
FOTOGRAFÍA. ESPAÑA), ABRIL DE 2020. Una imagen ilustra al «emperador» comunista de la telebasura, que «salió del armario». Ñ Pueblo (2)
Este siniestro vasallo del sanchísmo y sumo pontífice de la banalidad, este acaparador de audiencias aberrantes, ha «legado» a la humanidad los siguientes engendros con forma de espacios televisivos: «Rumore», «Hay una cosa que te quiero decir», «Sálvame», «Sábado de luxe», «Supervivientes», «Gran hermano Vip», etc. donde aparece todo tipo de animalario extravagante y friki en busca de fama y dinero fácil, siempre que se presten a realizar espantosas representaciones abyectas. No encontrarán en ninguno de esos programas, una pizca de talento, una brizna de cultura, un destello de calidad, todo chabacanería aberrante que atenta a la inteligencia común. Como habrán observado el nombre de este tipo no voy a recordarlo, todos le conocen porque ha insultado a millones que no opinan como él.

Tarragona (España), 30 de junio de 2020

Antonio Morales Sánchez