Efe – Reproches e ironías cruzadas a cuenta del proceso independentista han monopolizado el debate electoral organizado este jueves por el foro Barcelona Tribuna, que ha reunido a los cabezas de lista -a excepción de la socialista Meritxell Batet- de las candidaturas con representación en el Congreso. Barcelona (España), viernes 1 de noviembre de 2019.
El candidato socialista José Zaragoza -quien ha sustituido a Batet, ausente por cuestiones personales- ha sido de los más activos y ha protagonizado junto a la popular Cayetana Álvarez de Toledo uno de los momentos de más tensión de la tarde.
Zaragoza ha intervenido en una discusión que mantenían Álvarez de Toledo y el republicano Gabriel Rufián y ha acusado a la primera de tomarse las cosas a «broma» y «pitorreo».
«Hemos venido a escuchar sus propuestas pero usted ha venido aquí a hacer preguntas y a echar en cara el problema a los ciudadanos de Cataluña. No propone ninguna solución y demuestra desconocer el problema», ha señalado Zaragoza.
La popular, minutos antes, había tomado la palabra para pedir «perdón, en nombre del PP, a todos los demócratas que se han sentido desamparados en estos 40 años», y acto seguido se ha dirigido a «las élites de Cataluña» presentes en la sala: «Pregúntense qué han hecho cada uno de ustedes para evitar la profunda degradación política de Cataluña».
Rufián ha centrado sus intervenciones en recordar las condenas a los líderes independentistas, que suman casi un siglo de prisión, ha dicho, a lo que ha llamado a responder en las urnas y «obligar al PSOE» a sentarse en una mesa a dialogar: «Contra su venganza, nuestra victoria. Ahora le toca al republicanismo catalán sentenciar el 10 de noviembre».
Por parte de En Comú Podem, Jaume Asens ha aseverado que «el Estado está conformado por varias naciones» y ha reclamado al PSOE que así lo reconozca y se aleje de la «genética preconstitucional del PP».
Laura Borrás, de JxCat, ha avisado de que, tras la sentencia, el Estado se encuentra «más fuerte y desenfrenado que nunca», ante lo que hay que evitar los «síntomas preocupantes de desunión» que detecta en el independentismo.
Ha reivindicado en este sentido el legado del expresident Carles Puigdemont y la obra de gobierno del actual presidente catalán, Quim Torra, ambos pertenecientes al espacio posconvergente.
La candidata de Cs Inés Arrimadas, por contra, ha pedido «bajar el volumen» a los independentistas y escuchar más al resto de catalanes. Para ello ha propuesto «frenar ya a esta maquinaria separatista» y apostar por reformar España, una tarea para los que ve inhabilitados a PP y PSOE, que durante demasiados años han «mirado hacia otro lado».
El representante del partido de extrema derecha Vox, Ignacio Garriga, ha reivindicado que «España no se negocia, se defiende», y ha acusado al nacionalismo catalán y a sus «cómplices» de querer «sembrar el odio» entre españoles.
