Barcelona (España), sábado 30 de septiembre de 2023 (Luis Torres Píñar).- Con el máximo respeto a todos los familiares y amigos de los asesinados de ETA, especialmente a los siguientes: Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente. Fernando Buesa, Juan María Jáuregui, Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua, Isaias Carrasco; todos ellos miembros del PSOE, —el mismo PSOE, nunca debemos olvidarlo, cuyas siglas siguen manchadas de la sangre de los españoles y el mismo que hoy se alía con quienes asesinaron a sus propios compañeros—.
No es que los mencionados tengan más relevancia que el resto de los españoles vilmente asesinados por los cobardes fascistas etarras, tan solo los menciono por compartir ideología con el partido que hoy abraza a los asesinos de más de 800 españoles cuyo único delito fue ser español, párvulos incluso, servir de alguna forma a España o simplemente estar en la hora y lugar elegido por los verdugos de ETA.
Una Nación que consiente la presencia en la sede soberana, el Congreso de los Diputados, de fascistas secesionistas y filoasesinos con la única misión es desmembrar la Nación, que premia a otrora terroristas como Francesc Macià Llussà o a criminales como Luis Companys Jover nombrando calles, plazas o levantando monumentos en insultante alegoría a su sangriento pasado, que ensalza a elementos como Largo Caballero, que permite a su gobierno negociar claramente un chantaje con el cobarde insurrecto que amenazó gravemente, no solo la unidad de España, también la convivencia de los ciudadanos, Carles Puigdemont Casamajò; y una larguísima lista de personajes de nuestra pasada historia, debe considerar en qué presente se vive por deleznable; una auténtica entelequia y lo venimos consintiendo hasta el punto de convencernos de su absoluta normalidad ¿Hasta cuándo?
Ya se ha consumado el fracaso del candidato del Partido Popular (PP) a la Presidencia del Gobierno de España, Alberto Núñez Feijóo, en su intento de conseguir los apoyos necesarios para formar gobierno. He de reconocer que en anteriores artículos he denominado como «bisoño» al candidato Feijóo, pero en esta sesión de investidura ha dado la talla como orador coherente, pero no me hago demasiadas ilusiones futuras, si tenemos futuro; claro.
Tan solo extraigo dos conclusiones claras del debate de investidura:
LA PRIMERA
Es que no hay un solo diputado, «gayputado» y «lesputada» del PSOE digno y me remito al principio del artículo. No existe la obligación del voto dirigido u obediencia —que no os convenzan de ello— todo lo contrario. Los diputados son autónomos en sus decisiones y voto siendo responsables únicos de su decisión para nada ha de ser corporativa. Sin duda hoy los diputados del PSOE han demostrado su falta de respeto a todos los asesinados por ETA y su incalificable felonía al confirmar no solo su aval al insurrecto Puigdemont, peor aún es normalizar las exigencias de los filoasesinos de EH Bildu.
Un dato a tener en cuenta: la votación se ha llevado a cabo tras conocerse que en el Parlamento de Cataluña se ha sancionado condicionar el apoyo a un posible gobierno del sátrapa secretario general del PSOE y presidente de Gobierno de coalición en funciones de España, Pedro Sánchez Pérez Castejón, «a la aprobación de una ley de amnistía y reconocer el impulso de un referéndum vinculante de independencia».
Pues bien, todos los diputados del PSOE sin excepción, han votado conociendo sin subterfugios ni eufemismos, cuáles son las condiciones de los fascistas secesionistas catalanes para alzar al sátrapa Sánchez hasta la presidencia. A ver como lo explican en sus demarcaciones.
LA SEGUNDA
Nos trae una buenísima noticia. Tras la fallida investidura de Feijóo y ser informado el su majestad el rey Felipe VI de España por la presidente de la Mesa del Congreso de los Diputados y dirigente dle PSOE, la «loba» Francesca Lluc Armengol Socías (Francina Armengol), el monarca debe abrir un nuevo periodo de consultas para nombrar o no a un posible candidato capaz de conseguir la mayoría necesaria y conformar Gobierno.
Sabemos que los fascistas secesionistas catalanes, vascos y gallegos no asistirán a la llamada de consultas. La ventaja y ahí la «buenísima» noticia, es que el rey Felipe VI de España ya conoce, sin duda, cuáles son las condiciones para dar su apoyo al sátrapa Sánchez por ende a cambio de qué obtendría los votos necesarios para justificar su nombramiento como candidato.
Es de suponer que conociendo lo que se ha aprobado en el Parlamento de Cataluña, vulnerando el propio Estatuto de la autonomía, su majestad el rey Felipe VI de España, debe más bien está obligado, como árbitro y moderador de la Constitución, a convocar nuevas elecciones generales lo antes posible ya que lo contrario no encaja en la Constitución Española y supone un gravísimo quebranto legal que incluso le incumbe a él mismo en sus decisiones y palabras públicas referidas tras el golpe de estado llevado a cabo el 1 de octubre del año 2017 por el insurrecto Carles Puigdemont Casamajò.
Don Felipe VI de España no puede arriesgar ni la unidad de su Reino ni la integridad de los españoles. Él y su familia pueden tener un exilio dorado, pero a los que aquí nos quedamos. ¿Qué nos espera? A aquellos convencidos de que el rey no puede convocar unas nuevas elecciones, les recuerdo que alguien que no cuenta con inmunidad jurídica, la «loba» Armengol, ha aplicado una norma parlamentaria antes siquiera de ser aprobada (la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados sobre el uso de lenguas cooficiales). ¿Cómo no va a poder el Rey defender a los españoles y la Constitución?
Ahí lo dejo…
Luis Torres Píñar
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