Fumar porros es dañino, «la mezcla de tabaco y cannabis es generalizada en España»

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En la imagen, la plantas de marihuana (para los porros, la mezcla tabaco y cannabis o marihuana). Madrid, viernes 7 de julio de 2017. (EFE).- El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ha avisado hoy de que fumar porros no es cannabis terapéutico, sino la forma más nociva de consumir esta sustancia, ya que la mezcla con el tabaco aumenta la dependencia y conlleva los mismos riesgos de padecer bronquitis crónica y cáncer de pulmón. Así lo advierten más de cien especialistas del proyecto "Evict (Evidencia cannabis-tabaco)", impulsado desde el CNPT y financiado por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), con el que pretenden desterrar "los falsos mitos" del consumo dual de ambas sustancias, sobre todo en los 146.000 adolescentes de entre 14 y 18 años que se inician en él cada año. Y es que "la mezcla de tabaco y cannabis es generalizada en España": la Encuesta Global de Drogas (Drugs Global Survey) sitúa a España a la cabeza de esta combinación, usada por el 80 % de los consumidores. Un porcentaje que se eleva al 86,5 % en los jóvenes de entre 14 y 18 años que han fumado un porro en el último mes y al 93,4 % entre quienes presentan consumos problemáticos, según la encuesta Estudes del Plan Nacional sobre Drogas. Lejos de la baja percepción del riesgo de los porros, la realidad es que la velocidad de absorción del tetrahidrocannabinol o THC (principal componente psicotrópico del cannabis por vía fumada), la combustión, el vehículo del humo y la mezcla con tabaco industrial les convierte en la forma "más habitual, más rápida pero también más dañina de acceso" a esta sustancia. "Tanto la nicotina como el THC producen multitud de interacciones farmacológicas sobre el sistema nervioso central, aparato cardiovascular, respiratorio, digestivo e incluso endocrino que estamos tratando de identificar", apunta la coordinadora del proyecto, Ana Esteban. Archivo Efe.

Efe – El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) ha avisado hoy de que fumar porros no es cannabis terapéutico, sino la forma más nociva de consumir esta sustancia, ya que la mezcla con el tabaco aumenta la dependencia y conlleva los mismos riesgos de padecer bronquitis crónica y cáncer de pulmón. Madrid (España), viernes 7 de julio de 2017. Fotografía: En la imagen, la plantas de marihuana (para los porros, la mezcla tabaco y cannabis o marihuana). Archivo Efe.

Así lo advierten más de cien especialistas del proyecto «Evict (Evidencia cannabis-tabaco)», impulsado desde el CNPT y

Madrid (España) 05.08.2015. Agencia Europa Press. Fumar marihuana en la adolescencia no provoca problemas físicos ni mentales, según un estudio. Una investigación que ha analizado a 408 varones de Pittsburgh (EEUU) desde los 14 hasta los 36 años no ha encontrado ningún vínculo entre el consumo de esta droga y el posterior desarrollo de síntomas psicóticos, cáncer, asma, depresión, ansiedad, alergias, dolores de cabeza o presión arterial alta. Madrid (España) 6 mayo, 2016. Agencia ‘Efe’. Un juzgado ordenó cuatro meses de prisión preventiva a un cubano de apellido Ruiz, quien fue detenido el jueves como sospechoso de cultivar marihuana en un laboratorio ubicado en una casa. El Juzgado Penal de la localidad de Pavas dictó los cuatro meses de prisión preventiva contra Ruiz, de 55 años, por el delito de infracción a la ley de psicotrópicos. El laboratorio de ambiente controlado fue hallado en un allanamiento en una casa situada en la localidad de Escazú, en el este de la capital. Los policías encontraron un total de ocho plantas de marihuana de un metro de altura, así como 690 gramos de marihuana procesada. La investigación inició a partir de información confidencial, por medio de la cual la policía fue alertada de que en una vivienda se ocultaba el laboratorio de droga. Archivo Efe.

financiado por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), con el que pretenden desterrar «los falsos mitos» del consumo dual de ambas sustancias, sobre todo en los 146.000 adolescentes de entre 14 y 18 años que se inician en él cada año.

Y es que «la mezcla de tabaco y cannabis es generalizada en España»: la Encuesta Global de Drogas (Drugs Global Survey) sitúa a España a la cabeza de esta combinación, usada por el 80 % de los consumidores.

Un porcentaje que se eleva al 86,5 % en los jóvenes de entre 14 y 18 años que han fumado un porro en el último mes y al 93,4 % entre quienes presentan consumos problemáticos, según la encuesta Estudes del Plan Nacional sobre Drogas.

Lejos de la baja percepción del riesgo de los porros, la realidad es que la velocidad de absorción del tetrahidrocannabinol o THC (principal componente psicotrópico del cannabis por vía fumada), la combustión, el vehículo del humo y la mezcla con tabaco industrial les convierte en la forma «más habitual, más rápida pero también más dañina de acceso» a esta sustancia.

«Tanto la nicotina como el THC producen multitud de interacciones farmacológicas sobre el sistema nervioso central, aparato cardiovascular, respiratorio, digestivo e incluso endocrino que estamos tratando de identificar», apunta la coordinadora del proyecto, Ana Esteban.

El hecho de fumar tabaco y cannabis hace además que ambas sustancias «compartan la misma patología bronco pulmonar, incluida la bronquitis crónica y el cáncer de pulmón».

También se ha detectado una asociación entre consumo elevado de cannabis y un mayor riesgo de aparición de síntomas psicóticos y alteraciones cognitivas.

A nivel farmacológico, la mezcla con el tabaco incrementa la probabilidad de desarrollar adicción y dependencia y disminuye la de abstinencia a largo plazo.

«La adicción al tabaco es el efecto no deseado más frecuente que afecta a las personas consumidoras de cannabis», recalca el informe.

Con todo, el grupo de expertos quiere dejar claro que transmitir a las personas enfermas la idea de que los porros les van a curar es «un fraude sanitario y humano», puesto que «el cannabis, como cualquier droga, tiene su propia carga de enfermedad y de muerte que se dispara por el hecho de fumarla con tabaco».

«El eslogan de ‘cannabis mortalidad cero’ es repetido por una industria cannábica en expansión y sin regulación legal y esta falacia acaba calando en la sociedad», señala el médico de Salud Pública Joseba Zabala, quien sugiere que una buena pauta de reducción de riesgos en los consumidores es «no mezclarlo con tabaco y no usar mechero».

Lo cual no quiere decir, subraya, que el Grupo ÉVICT no reconozca que el cannabis medicinal y terapéutico «se fundamenta en la evidencia científica», por lo que apuesta por impulsar la investigación en cannabinoides no solo externos de la planta (THC, CBD, CBN, principalmente), sino también en «nuestro propio sistema cannabinoide endógeno y sus interacciones con otros sistemas de neurotransmisión».