Inma Sequí: «Parece que Esperanza Aguirre sufre el trastorno neuropsiquiátrico» en ‘Aguirre La degeneración

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Inma Sequí Parece que Esperanza Aguirre sufre el trastorno neuropsiquiátrico en 'Aguirre La degeneración..

Inma Sequí Serranopresidenta de Vox en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha), sostiene que desde que Esperanza Aguirre Gil de Biedma conocida como Esperanza Aguirre devolvió el guiño a Rajoy, lo que seguramente supone el mayor error de su carrera política, parece que la candidata a la Alcaldía de Madrid del Partido Popular, Esperanza Aguirre, sufre el síndrome de Tourette, un trastorno neuropsiquiátrico heredado con inicio en la infancia, caracterizado por múltiples tics físicos (motores) y vocales (fónicos); unos tics característicamente aumentan y disminuyen. Inma Sequí Serrano lo decía 31 de marzo 2015 en una reflexión con el título ‘Aguirre La degeneración: A la Derecha de la izquierda, el Lugar de Todos y Ninguno’.

Así denuncia Serrano a través de su blog oficial: «No es de extrañar que de por ganada la batalla electoral, pues cuando la soberbia se impone -algo que en el caso de la Marquesa, es directamente proporcional a la falta de principios-, uno no ve más allá de sí mismo y cree que puede volver a manipular una vez más al votante permaneciendo impune ante tales actos» -denuncia Serrano- en referencia a las últimas declaraciones de la «patriota de hojalata» del PP – tal como venía denunciando el expresidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero acusando a los populares, concretamente a su presidente Mariano Rajoy Brey; la pasada semana del 18 de septiembre 2015-, al diario catalán ‘La Vanguardia’ reclamando que el PP debería reconocer que Cataluña es una nación de pleno derecho. A continuación, reproducimos íntegramente la reflexión de la presidenta de Vox en la provincia española de Cuenca.

Inma Sequí Serrano

Aguirre, la degeneración

A la derecha de la izquierda, el lugar de todos y ninguno

Desde que Esperanza Aguirre devolvió el guiño a Rajoy, lo que seguramente supone el mayor error de su carrera política, parece que la candidata a la Alcaldía de Madrid del Partido Popular, sufre el síndrome de Tourette. Y es que, la marquesa de Génova 13 no ha querido dejar escapar la posibilidad de acercarse a los partidos conocidos como regeneracionistas, manifestando su deseo de que parte de la militancia de Ciudadanos, UPyD y Vox pasen a formar parte de lo que un día pudo ser un partido digno de los españoles.

Inma Sequí Serrano y el secretario general de VOX,Iván Espinosa / foto Inma Serrano
Inma Serrano y el secretario general de VOX,Iván Espinosa / foto Inma Serrano

Los comicios andaluces debieron ser cruciales a la hora de condicionar la opinión de la conocida como Thatcher española (cualquier símil que pudiese tener con la británica, ha caído por el sumidero madrileño), ya que al no sacar éstos dos últimos el resultado deseado, han sido apartados de su vista. Remontémonos a las últimas declaraciones de la candidata: «Me gustaría muchísimo que Ciudadanos estuviera en el PP», y es que, según ésta, el Partido Popular se sitúa, «a la derecha de la izquierda». Poco o nada parecen haber influido en Aguirre las declaraciones de Carolina Punset en las que apunta que Ciudadanos está más cerca de Podemos que del Partido Popular (puede que ahí resida la verdadera cuestión en cuanto al partido naranja, pero ese tema, puede gestar un segundo artículo sin problema alguno). No se equivoquen, la idea de que Ciudadanos pase a ser la marca blanca del Partido Popular, no es tan descabellada.

Si bien la influencia de las elecciones andaluzas es innegable, antes, quizá sea propicio realizar un breve análisis de las formaciones lideradas por Rosa Díez, Santiago Abascal y Albert Rivera, (no creo conveniente volver a analizar el porqué del fracaso del Partido Popular, que pierde 17 diputados con todos los medios en su poder, o al menos sin hacer uso de un tono burlesco por excelencia):

El resultado de UPyD en Andalucía (76.536 votos), para algunos ha supuesto la inminente desaparición del panorama político de la formación magenta, pero si indagamos, hemos podido observar cómo muchos de sus afiliados no han tenido miramiento a la hora de bombardear directamente a lo que han considerado el epicentro del problema, Rosa Díez, de forma acertada o no. La guerra ha comenzado entre los magenta y el liderazgo de Rosa Díez, continúa intacto sobreponiéndose a las críticas. En cuanto al partido de Ortega Lara y Santiago Abascal, la caída en el sur, ha supuesto seguramente más beneficio que pérdida, pues el joven partido, ha podido reflexionar y realizar una autocrítica sin renunciar a ninguno de sus principios, algo de lo que muy pocos pueden presumir. Tras una campaña llevada a cabo entre pedradas y amenazas, ninguno de los miembros que conformamos esa familia situada a la derecha, vislumbramos rendición o derrota. Pero dejando a un lado mi afiliación, el análisis debe ser objetivo, y Vox, con un año y dos meses de vida, ha triplicado el número de votos que obtuvo Ciudadanos en 2006 (siendo incapaz de concurrir a los comicios de 2012). Sin embargo, el partido de Albert Rivera se impone como cuarta fuerza en Andalucía a pesar de un candidato un tanto peculiar: Juan Marín, exmilitante del Partido Popular y el Partido Andalucista, cofundador de Ciudadanos Independientes de Sanlúcar (gobernando en coalición en el municipio gaditano junto a PSOE). Exacto, el que no veía inconveniente en pactar con el PSOE de los ERE. Lo que a mí, personalmente, me gusta llamar degeneración democrática. Ahora bien, podría hablarles del programa de Ciudadanos, incluso desmantelarlo en pocos minutos, pero en su inmensa amabilidad y cortesía, sus miembros han decidido ahorrarme esas líneas, pues depende de la zona de España donde concurran a los comicios, sus bases ideológicas variarán. Todo es cuestión de adaptarse al medio, un método de supervivencia bien aceptado en la sabana, en un contexto político, más bien se trata de otra estafa al español.

Es decir, les hablo de lo que coloquialmente se llama «arrimarse al sol que más calienta«, como cobarde desertor. Y hay más ejemplos. Si alguno de los votantes del Partido Popular tenía esperanza en Esperanza, debe desecharla, la misma hipocresía considerada en su día como virtud política por Quevedo, es el principal factor del castigo en Andalucía. Craso error someterse a las órdenes del poderoso flemático.

La lideresa, no conoce límite en su intento de arañar un puñado de votos, a cualquier precio. Todo vale y de guiños continúa el asunto.

No es de extrañar que de por ganada la batalla electoral, pues cuando la soberbia se impone -algo que en el caso de la Marquesa, es directamente proporcional a la falta de principios-, uno no ve más allá de sí mismo y cree que puede volver a manipular una vez más al votante permaneciendo impune ante tales actos. Bien, pueden acusarme de difamadora, pero antes me remontaré a las declaraciones que hoy han propiciado que a algunos se les atragante el café de la mañana: «quizás fue un error votar en contra del Estatut». Y es que, de la admiración de Aguirre, no solo goza Rivera, también el golpista de Mas. He intentado asombrarme, pero hace demasiado tiempo que Aguirre se convirtió en una muestra más de la putrefacción genovense (y si todavía no han descubierto el significado de esta calificación, váyanse de política, de déspotas ilustrados andamos sobrados. Hay otros temas a tratar en los que uno luce más, desgasta menos y a mí me favorecerán librándome de la extensa explicación). Todavía tendremos que ver la reacción de Aguirre ante la consulta secesionista que se llevará a cabo en septiembre, que vuelve a poner en entredicho la unidad de España. ¿Sucumbirá a los deseos de su admirado Mas? Puede que recurra a lo fácil, a la frase fatalista del «que se vayan» o puede que se siente a negociar. Ya saben, no es lo mismo Madrid que Barcelona.

En fin, puede que Aguirre intente rescatar la antigua Alianza Popular situándola en el centro de la nada que representa a todos y a ninguno, como Ciudadanos (donde todos tienen cabida, independientemente de su ideal). Añadiendo a estos guiños -que ya se convierten en espasmos-, la sorprendente admiración que hace pocos días manifestó hacia el que ahora es llamado como la mascota futbolera del 82 (honestamente, prefiero pensar que se trata de mero interés electoralista ya que mi inocente mente de 18 años no podría concebir que la cabecilla popular, antes de declarar, recordase la campaña de Albert Rivera de 2006 y primer indicio de la seriedad del político). Tras este breve estudio sobre la degeneración, Juan Marín no tiene comparación con Aguirre, ¿o han olvidado que les hablo de la jefa del partido de la Púnica, de Gürtel, de Granados y de las visas Black de Bankia? Al igual que los desnudos no son muestra de pureza, el maquillaje no cubre todas las imperfecciones o arrugas.

Si ganando Esperanza gana Rajoy, pierde España. Más allá de las encuestas de Pedro Arriola -Ríos-, hay un candidato a la Alcaldía de la Capital que defiende los principios que otros han dejado escapar. Y al igual que Aguirre tendrá que replantearse si cortarse o no la coleta, el joven abogado Ortega-Smith, candidato de Vox, deberá sacar la muleta y enseñar a la que pudo y no quiso limpiar la basura de Miguel Blesa de la Parra, cómo se torea por derechazos.