Redacción.- Barcelona (España), lunes 14 de marzo de 2022. Los diferentes partidos políticos independentistas no tienen unidad de criterio en cómo conseguir la independencia, cada uno de ellos plantea diferentes estrategias. Así tenemos, al ala más radical de JxCat que piensa que el 1-O es un mandato democrático, que el Parlamento de Cataluña debe de asumir y para ello debe romper con el Estado español para ser coherente con esa movilización popular, mientras tanto, ERC, considera que de momento toca realizar el diálogo y la negociación para conseguir un referéndum y amnistía, y por su parte la CUP, es de la idea de que hay que declarar la independencia de forma unilateral.
Supuestamente, el Procés está desactivado, nada más lejos de la realidad, lo podemos ver en los movimientos que está realizando el presidente de JxCat, Carles Puigdemont, quien había perdido protagonismo, y ahora lo va recuperando al realizar diferentes actividades: creación del Consell per la República (Consejo para la República); nombramiento de la Asamblea de Representantes; creación de un Ministerio Libre de Exteriores, lo llama «diplomacia civil», donde se nombrará a unos representantes para que realicen trabajos de divulgación por todo el mundo, su idea es que donde no llegue el Govern catalán, llegarán ellos, y no habrá justicia que les sancione. No contentos con esto, el 5 de marzo pasado, realizaron unas elecciones en Canet de Roselló (Francia), para nombrar a su presidente (se presentaron dos candidatos), donde salió elegido Carles Puigdemont, como el primer presidente del Consell per la República.
Ambos candidatos presentaron sus propuestas, al finalizar su exposición el expresidente, pasó al turno de preguntas de los miembros de la Asamblea, y en el momento de las respuestas llegó a decir que el día 1-O no pidió el reconocimiento internacional para la declaración de independencia, porque sabía que tal reconocimiento no se daría, ya que no se había trabajado para conseguir tales respuestas favorables, y que ese es el motivo por el cual, él sigue adelante en esta empresa de reactivar la calle e internacionalizar el conflicto, además, que está todo por hacer y que lo deben conseguir entre todos. Ahora, que ya es el presidente del Consell per la República, desarrollará su proyecto para conseguir su objetivo. Según él, no quiere ser un obstáculo ni interferir en el Govern, pero cree que esa es la labor que él debe realizar, en vista que con la mesa de diálogo no ve progresos encaminados a conseguir la independencia.
Por otro lado, el hecho de encontrarse en guerra Ucrania y Rusia, ha permitido sacar a la luz tanto a nivel nacional y en la Unión Europea, la presunta relación de los independentistas que proclamaron la independencia de 2017, con el Gobierno del Kremlin de Vladimir Putin. Una semana antes de declararse la guerra, se realizó en la Eurocámara una votación para enviar ayuda financiera a Ucrania, y el expresidente Puigdemont y otros partidos de la izquierda española se negaron. Así mismo, el día 9 de este mes, el Parlamento Europeo aprobó un dictamen con los votos favorables de la mayoría de europarlamentarios, para que se investigue en profundidad las implicaciones del Kremlin de Vladimir Putin para desestabilizar Europa a través de movimientos independentistas en España (representantes de un grupo de secesionistas catalanes), Austria, Francia, Italia, Alemania, Hungría y Reino Unido (el partido del Brexit).
Por otra parte, este pasado fin de semana, se celebró la Conferencia Nacional de ERC, realizado en Hospitalet del Llobregat (Barcelona), contando con la participación del presidente del Govern, Pere Aragonès, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, Raúl Romeva y la secretaria general del partido, Marta Rovira, quien presentó la ponencia a la militancia para su votación, finalmente un 97% votó a favor. Todos ellos, han defendido la postura del diálogo, pero en caso que no funcione recurrirán a la movilización popular.
El presidente del Govern, Pere Aragonès, asistió el pasado sábado a la inauguración, durante su exposición respondió a las palabras del expresidente Puigdemont, cuando días atrás éste le reclamó liderar la bandera del independentismo con su Consell per la República, en vista de la inacción de los partidos políticos independentistas, del cual también forma parte. El presidente Aragonès, le replicó que ellos no hacen ruido, que siempre están ahí, que son los que desembrozan el camino y que ERC es el socio más fiel del pueblo de Catalunya, y agregó: «Un país no avanza con proclamas vacías o engañosas, ni por arte de magia». El día domingo, concurrió a la Conferencia de Presidentes, en la isla de La Palma.
El día domingo, tocó el turno al presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien apuesta por «la negociación como la mejor vía para resolver el conflicto político», cree que la negociación llegará y piensa que el movimiento independentista «no tiene derecho a no culminar el proceso». Aclaró que existirá una negociación aunque sea para el reparto de los activos y pasivos entre la nueva República naciente y el Reino de España, y para incorporarse a la comunidad internacional de la que Cataluña quiere formar parte. Para conseguir su objetivo, requieren de mayores apoyos tanto a nivel nacional e internacional.
En este escenario, toma sentido la creación de más embajadas por parte del expresidente Puigdemont, desde su Consell per la República a través de su Ministerio Libre de Exteriores, como por parte del presidente Aragonès por medio de la consejera de Asuntos Exteriores, Victoria Alsina (JxCat), quien presentó en el congreso «Más Cataluña en el mundo», las «nuevas embajadas» que se abrirán este año 2022, en Sudáfrica, Senegal, Andorra, Brasil, Japón y Corea del Sur. Además, se pondrán en marcha las oficinas de Quebec, Irlanda y Eslovenia, y se nombrarán delegados en Polonia y Escocia.
Hablando de embajadas, con el cambio de algunos miembros del Tribunal de Cuentas (TC) pactado entre el PP y el PSOE, se aprobó aceptar el pago de los avales de 5.4 millones de euros, con los fondos del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) de la Generalitat, que se les impuso a los cargos públicos independentistas por la malversación de caudales públicos, en la difusión del procés a través de la creación de «embajadas catalanas» en el exterior y el Diplocat, entre los años 2011-2017. El fondo de 10 millones de euros (Fondo Complementario de Riesgos de la Generalitat) se ha modificado y queda de la siguiente manera: servirán para pagar las actuaciones realizadas en el ejercicio de su cargo y fuera del ejercicio de su cargo.
Por último, el presidente catalán, Pere Aragonès, asistió a la Conferencia de Presidentes, celebrado este fin de semana en la isla de La Palma. Para asistir puso como requisitos que la convención debería estar formado por: contenidos, documentos de trabajo y propuestas para llegar a acuerdos, si es para tomarse una foto no hacía falta ir. Esperaba que en la cumbre se hablará de: acogida a los refugiados, fondos económicos para la acogida, crisis energética y de las empresas afectadas por la relación con los países en conflicto. Los resultados conseguidos fueron: los pactos alcanzados respetan las competencias de la Generalitat, aunque los considera mínimos; financiación y coordinación para la acogida de refugiados entre las diferentes administraciones; establecer medidas de apoyo a las empresas y la ciudadanía ante las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, y limitar y revertir el coste de la energía.
En conclusión, vemos como el expresidente Carles Puigdemont y el presidente del Govern, Pere Aragonès, utilizando diferentes estrategias compiten por ver cuál de ellos consigue ser el líder que nos lleve a la independencia de Cataluña. El artículo 20 de nuestra Constitución española protege la «libertad de expresión» y por eso se les permite manifestar sus ideas, pero es responsabilidad de los que ostenta el poder y manejan las leyes de hacerles ver con claridad que no es posible trocear una parte de España y declarar la independencia. No se debe permitir que sigan engañados. Nos puede servir de ejemplo, lo que estamos viendo con el comportamiento del presidente ruso, Vladimir Putin, contra el pueblo ucraniano como en el año 2014 se adueña con artimañas de Crimea y hace unas semanas declaró la independencia de forma unilateral de los territorios de Donetsk y Luhansk, apoyado por la DUMA (cámara rusa), y no contento con eso, ahora quiere más y va a por toda Ucrania. Esto debe servir de advertencia para poner freno al independentismo antes de que sea demasiado tarde.
Los partidos políticos de turno, deben ser conscientes de las consecuencias que pueden provocar sus cesiones a los partidos independentistas con tal de mantenerse en el poder, no se puede jugar con la soberanía e integridad de España y sus habitantes.
Llama la atención que mientras en Europa y el mundo asistimos absortos ante la barbarie que se está cometiendo contra el pueblo ucraniano, los independentistas continúan abriendo embajadas para su causa, con el gasto que eso supone.
Finalmente, destacar las últimas declaraciones del expresidente, Carles Puigdemont, cuando afirma que no había reconocimiento internacional, ni estructuras de Estado, que su único objetivo era conseguir negociar con el Gobierno de Mariano Rajoy, para no declarar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) del 10 de Octubre de 2017. Es doloroso oír estas declaraciones con todo el sufrimiento provocado al pueblo catalán y al resto de España, y lo peor es que muchos siguen sin abrir los ojos…
«El nacionalismo está más fuerte que nunca y que, simplemente, ha cambiado de estrategia para conseguir un mayor control social» (Javier De Erausquin, marzo 2022).
