Las encuestas del CIS en momentos clave originan serias dudas

1
1012
FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2018. Vista del socialista José Félix Tezanos, nombre por el presidente de Gobierno Pedro Sánchez, como nuevo presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el entonces cargo del PSOE, durante un acto en la sede del PSOE. Efe

Redacción – Para poder avanzar en conocimientos es imprescindible estar informado, recibir noticias de lo que sucede, conseguir que nos den forma a las cosas. Así podremos adquirir datos suficientes para componer nuestros pensamientos y con reflexión tomar decisiones. Hasta aquí todo transcurre con normalidad. Barcelona (España), viernes 21 de febrero de 2020.

En ese trayecto en ocasiones surge el traspié, un zigzag que matiza el fin descrito. La información va acompañada del deseo de convencer o de persuadir. Por una parte, argumentos lógicos dirigidos a la mente, por la otra, aspectos emocionales retando al corazón. La meta a conseguir puede ir desde motivar la acción hasta cambiarla, disuadir o desistir del propósito. Esto nos demuestra que si el punto de partida consiste en conseguir datos, la llegada puede verse alterada y modificada si lo que se pretende es limitar la iniciativa personal.

La intención de muchos es restringir la soberanía nacional al único hecho de votar el día indicado por el que ostenta el poder y a partir de ahí que sean los políticos los competentes en decidir lo que convenga. Persiguen que los ciudadanos sean unos meros comparsas en esos planteamientos, pero al estar en un sistema parlamentario liberal que descarta tal propósito político, estamos obligados a defender nuestra presencia en la vida pública y nunca hay que bajar la guardia, somos muchos los que en conjunto constituimos la Nación.

La tecnología en su ritmo constante de cambio, ofrece múltiples procedimientos informativos y uno de ellos son las encuestas, una investigación a través de una consulta a un grupo determinado de ciudadanos, en la línea de defender la libertad, libertad para opinar, para informar, para replicar, pero eso sí, dentro del marco de la ley. Las plataformas o empresas periodísticas privadas, sin subvención alguna, pueden configurar ese medio de información según su deseo. Ahora bien, si es un organismo propiciado por el Estado, el que con cierta periodicidad quiere dejar constancia de la fluctuación de la opinión de los contribuyentes ante la marcha de la acción del Gobierno y de la oposición, requiere una reglas claras, transparencia absoluta y neutralidad en su resolución última.

Cuando se aplica el medio informativo para saber la tendencia del voto durante una legislatura y sobre todo en campaña electoral, cabe la pregunta: ¿Ayuda o condiciona?

El señor Pedro Sánchez, desde que ocupó provisionalmente la presidencia del Ejecutivo, ahora ya investido, medió en el funcionamiento del Centro de Investigación Sociológicas (CIS). Nombró para ese puesto al señor José Félix Tezanos, que desde un principio dio muestras de rendir pleitesía sustituyendo en más de una ocasión los parámetros en los que se apoyaban las encuestas emitidas desde el organismo oficial. Los datos suministrados sobre la intención de voto en momentos clave originan serias dudas, primero por diferir bastante de las consultas realizadas por otros emisores y en segundo lugar al estar muy hinchados los apoyos a favor del PSOE y rebajadas las expectativas de la oposición cuando la realidad nos demuestra unos resultados diferentes. No sorprende este comportamiento pues el Gobierno ha llegado a tal extremo en el uso zafio de las Instituciones que hasta la Junta Electoral Central ha impuesto una multa de 500 euros al presidente del Ejecutivo.

El problema en el espacio de la opinión pública es casi sofocante, el monopolio informativo no responde a la pluralidad propia de una sociedad libre. Muchos de los desajustes del funcionamiento institucional son la fruta madura cultivada durante años hasta llegar a La Moncloa el usuario del «Dassault Falcon 900B». Los niños y adolescentes son los más perjudicados; les han privado de la libre iniciativa de sus padres a educarlos, les han impuesto la inmersión lingüística en una lengua cooficial frente a la común a todos los ciudadanos, les hacen estudiar con libros adornados de tergiversaciones históricas, manuales aprobados por nacionalismos periféricos, abanderados por mentes fanáticas, por fantasmas del pasado feudal y en último lugar no les protegen cuando por situaciones del entorno familiar se les interna en un centro de acogida sin la debida vigilancia, lo que ha propiciado que cayeran en la prostitución. Noticias lo suficiente graves para ser titulares en los medios informativos y por intereses partidistas se ocultan y pocos son los que las tratan con la seriedad pertinente.

Este breve relato nos debe prevenir y motivarnos a asumir nuestra obligación de réplica ante la manipulación y el aborregamiento al que se nos pretende someter. El Estado no puede ser omnipotente, no puede estar al arbitrio del que gobierna. La ley debe reflejar el límite en la capacidad informativa y manipuladora de los poderes públicos y exigirles neutralidad. En definitiva siempre hay que recibir las noticias con cautela, procurar contrastarlas antes de posicionarnos y por lo que respecta a las encuestas no seguir su estela, nuestro voto es intransferible.

Ana María Torrijos