Luis Enrique: «La Real ha sido infinitamente superior a nosotros»

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Los jugadores del F. C. Barcelona conversan con el colegiado Gil Manzano, a la finalización del encuentro correspondiente a la jornada 13 de primera división, que han disputado frente a la Real Sociedad en el estadio Anoeta de San Sebastián. EFE

Agencias – El Clásico, la prueba de fuego al récord de Zidane. El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, asumió resignado un nuevo pinchazo en Anoeta ante una Real que fue «infinitamente superior» y que a su juicio mereció la victoria. San Sebastián (España), lunes 28 de noviembre de 2016. Fotografía: Los jugadores del F. C. Barcelona conversan con el colegiado Gil Manzano, a la finalización del encuentro correspondiente a la jornada 13 de primera división, que han disputado frente a la Real Sociedad en el estadio Anoeta de San Sebastián. Efe.

«Nos llevamos un punto hoy cuando no teníamos que llevarnos nada. La Real ha sido mucho mejor», resumió el preparador asturiano al opinar sobre el encuentro de los azulgranas.

Jordi Alba: «La Liga está aún abierta»

El defensa del F.C. Barcelona Jordi Alba ha asegurado hoy que la Liga «está aún abierta», a pesar de que su equipo tan sólo haya podido empatar hoy en Anoeta frente a la Real Sociedad (1-1) y ha explicado que «ganando el próximo día» al Real Madrid la desventaja culé de seis puntos se reducirá tres.

Alba ha hecho estas declaraciones a los periodistas en la sala mixta del estadio de Anoeta, donde ha recordado que «aún queda más de una vuelta» y «muchísimos partidos» para terminar la temporada.

El Clásico, la prueba de fuego al récord de Zidane

El Clásico del fútbol español que asoma en la decimocuarta jornada en el Campo Nuevo, será la prueba de fuego al camino de récord que lleva el Real Madrid de Zinedine Zidane.

El entrenador francés del Real Madrid Zinedine Zidane en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Archivo Efe
El entrenador francés del Real Madrid Zinedine Zidane en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Archivo Efe

Zidane el sábado igualó el mejor registro de Carlo Ancelotti, 31 partidos consecutivos sin perder, y va camino de los 34 de Leo Beenhakker.

Si el Real Madrid no cayese en un partido sin historia de Copa del Rey, ante la Cultural y Deportiva Leonesa el miércoles en el Santiago Bernabéu tras el resultado a favor de la ida (1-7), llegaría al Campo Nuevo de FC Barsa con 32 partidos invicto y Zidane ya no tendría ningún técnico en su camino hacia un registro histórico.

El Barcelona titubea; el Atlético resurge

Anoeta, un campo insuperable para el Barcelona en sus últimas siete visitas de Liga, y la Real Sociedad multiplicaron las dudas del Barcelona, que titubeó, sufrió y salvó un punto entre la polémica; todo lo contrario que el Atlético de Madrid, reconfortado y con dos minutos incontestables en Pamplona.

A las puertas del ‘Clásico’ del sábado en el Campo Nuevo, ganador el Real Madrid el sábado con Cristiano Ronaldo de nuevo como goleador y con más apuros que certezas, y vencedor el Sevilla con aprietos ante el Valencia, no hubo respuesta del Barcelona ni del Villarreal, los dos equipos que salen debilitados de este domingo en la jornada 13.

Messi rescató un punto, casi nada con el ritmo que marca el liderato del conjunto blanco, pero muchísimo visto el encuentro de la Real Sociedad, su sensacional despliegue, físico, táctico y técnico; un equipo que juega, presiona y corre con tanta determinación como sentido y que no ganó por un gol mal anulado.

En el minuto 76, con 1-1 en el marcador, Carlos Vela lanzó un zurdazo con rosca a la escuadra azulgrana, lo repelió el larguero, primero, el poste, después, y lo empujó a la red Juanmi.

El árbitro, Jesús Gil Manzano, lo anuló por fuera de juego. Era gol, porque el rematador final partió de posición legal del tiro del mexicano.

El partido lo mereció la Real Sociedad por todo, pero terminó en un empate; un mal menor para el Barsa, inconsistente en defensa, intermitente en ataque, superado en el medio, presionado, sometido por su adversario, borrado casi siempre colectiva e individualmente e irreconocible… camino del duelo del sábado ante el Real Madrid, que ya le aventaja en seis puntos con trece jornadas disputadas.

De ese duelo estará pendiente el Atlético, que goleó a Osasuna y a las dudas, generadas por las dos derrotas seguidas en la Liga. Su 0-3 en Pamplona, la confirmación de su reacción después del 2-0 del miércoles al PSV en la Champions, lo construyó con un penalti parado por el esloveno Jan Oblak y dos minutos decisivos e imparables.

Cada vez que le marcan desde los once metros surge el recuerdo de la tanda de la última final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, pero Oblak acumula suficientes ejemplos de su acierto en esos lanzamientos recientemente.

A final del curso pasado paró uno a Thomas Müller en las semifinales de Champions contra el Bayern, en el actual despejó uno al PSV y este domingo lo repitió ante Osasuna. De ocho penaltis con el Atlético, sin tandas, ha parado cuatro.

Desde la estirada a su lado izquierdo al tiro de Roberto Torres salió airoso el Atlético de un error del uruguayo José María Giménez, que cometió un penalti más que evitable, y desde ahí lanzó su triunfo en Pamplona con un minuto incontenible con dos goles de Diego Godín y Kevin Gameiro. Yannick Carrasco anotó luego el 0-3.

Hay un factor que coincide en la reacción del Atlético: Tiago Mendes en el once. Con el PSV regresó al equipo titular quince partidos después en el medio centro junto a Gabi, y su equipo ganó 2-0; ante Osasuna repitió, y su conjunto venció 0-3.

Es la fórmula con la que el argentino Diego Simeone ha rearmado ahora al equipo.

Una vuelta al pasado que también rememoró en Pamplona. Allí, recuperó su acierto en la estrategia desde el córner, el origen del primer gol -no marcaba así desde el penúltimo choque de la pasada temporada-; anotó dos tantos al contragolpe; fue concreto -acertó en tres de sus siete remates-; mantuvo su portería a cero cinco jornadas después; fue de nuevo un bloque firme como visitante…

El otro gran perjudicado, junto al Barcelona, en la zona alta fue el Villarreal, ahora sexto y superado por la primera parte sensacional del Alavés, seguro en defensa y demoledor en ataque.

En 17 minutos marcó dos goles, de Ibai Gómez y Víctor Camarasa, dio un poste, obligó a varias paradas a Sergio Asenjo… Y salió vencedor.

El triunfo tiene mucho mérito, por el escenario -el conjunto amarillo encadenaba cinco victorias seguidas en su estadio-, por el marcador y por las formas del equipo vitoriano.

Ya ha visitado al Atlético, con el que empató, y al Barcelona, al que venció en el Campo Nuevo. En Sevilla perdió en el minuto 90; en Valencia, en el 88.

El Alavés suma ya siete puntos más que el descenso, del que no se mueve el Granada, fijo en el fondo de la tabla en las últimas siete jornadas y el único equipo que aún no ha ganado en este curso.

Este domingo le superaron el Celta e Iago Aspas, goleador y asistente en el 3-1 en Balaídos, donde es invencible desde hace cinco choques.