Efe. Barcelona (España), viernes 13 de agosto de 2021. El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco, ha acusado a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs Castanyer, de ejercer su cargo de forma «despótica, arbitraria, con tendencia autoritaria», y con un objetivo añadido: «erigirse en una especie de contrapoder del presidente Pere Aragonès».
En una entrevista con Efe, Martín Blanco ha puesto de relieve que, en un contexto de constantes divergencias entre los socios independentistas del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, la que fue candidata de JxCat a la Generalitat y ahora preside el Parlament «hace su propia campaña para laminar públicamente al presidente Aragonès».
Borràs «hace un ejercicio absolutamente arbitrario del cargo, está en una idea de erigirse en oposición en la sombra de Aragonès y, de hecho, en muchas de sus últimas intervenciones ha criticado las acciones del Gobierno de la Generalidad de Cataluña», ha destacado.
El portavoz de Cs en la cámara catalana se ha mostrado muy crítico con la concepción «sui generis de la democracia y el parlamentarismo» que tiene Borràs, con quien ya ha protagonizado varios rifirrafes en sesiones plenarias de esta legislatura.
Martín Blanco ha denunciado que en alguna ocasión, y ante la falta de consenso para aprobar declaraciones institucionales, Borràs ha leído esos textos desde su silla presidencial y se ha quedado «tan ancha» tras emitir su «soflama política» o «arenga patriotera».
«Corremos el riesgo de que la señora Borràs cronifique este tipo de actitudes (…), cuando la presidencia del Parlament debería ser absolutamente neutral. No entiende que, como presidenta, representa a todos los diputados y los ciudadanos», ha señalado.
Según Martín Blanco, Borràs quiere «cronificar estos episodios» de conflictos parlamentarios con Cs «para su carrera personal como posible líder del separatismo, y también es verdad que le corre prisa porque tiene problemas judiciales».
En referencia a la causa judicial que arrastra Borràs en el Tribunal Supremo por presuntas irregularidades en contratos durante su etapa al frente de la Institución de las Letras Catalanas, ha considerado «ridículo» que, dada la «naturaleza» de las acusaciones contra ella, «pretenda presentarse como represaliada política».
Martín Blanco ha llamado la atención sobre la afectación de las divergencias en el «separatismo» que, según él, «han paralizado el Govern de Cataluña tanto tiempo» y ha destacado que la propia Borràs es «exponente de la falta de cohesión» entre las distintas opciones del independentismo.
«No se ponen de acuerdo ni entre ellos. ¿Cómo van a gobernar así una comunidad autónoma que es tan diversa, que tiene tanta pluralidad, como Cataluña? Ni entre ellos son leales. Son desleales por naturaleza», ha reflexionado.
Preguntado sobre qué acciones se están planteando emprender desde Cs frente a la «arbitrariedad» que atribuyen a Borràs, ha puntualizado que su formación siempre busca «agotar primero las vías parlamentarias hasta las últimas consecuencias».
Ha apuntado no obstante que, si eso no da fruto, el recurso del que disponen los «débiles» en una democracia liberal es reclamar ante los tribunales la garantía de derechos y libertades vulnerados, incluidos los derechos parlamentarios.
Esta fue la vía, ha recordado, que tuvieron que adoptar en 2017 tras los plenos del 6 y 7 de septiembre, en los que las fuerzas independentistas aprobaron las llamadas «leyes de desconexión».
Martín Blanco ha defendido la legitimidad de acudir a la justicia para proteger cualquier derecho que se considere vulnerado y ha añadido: «Quienes judicializan la política son quienes desprecian la ley y se saltan a conciencia de forma reiterada las normas para conseguir sus objetivos políticos».
«La política, en una democracia liberal, tiene como límite los derechos y libertades de los ciudadanos. Y si los políticos los vulneran, pues se busca su protección y garantía en los tribunales», ha argumentado.
