Peligrosa deriva bolivariana de la política en España

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FOTOGRAFÍA. CARACAS (VENEZUELA), 19 DE ABRIL DE 2017. Decenas de miles de venezolanos colmaron hoy la avenida Bolívar de Caracas en una concentración festiva en el oeste de la capital que fue organizada por el chavismo para defender al presidente Nicolás Maduro ante supuestos planes golpistas denunciados por el mandatario. Simpatizantes del Gobierno del presidente Nicolás Maduro se concentran hoy, miércoles 19 de abril de 2017, en Caracas (Venezuela). Peligrosa deriva bolivariana de la política en España. Efe.

Barcelona (Reino de España), domingo 11 de febrero de 2024 (Luis Torres Píñar).- Peligrosa deriva bolivariana de la política en España; el sátrapa ha sentenciado; la nueva titulación que Pedro Sánchez Pérez-Castejón se arroga es la de un juez. Además de parte, asegurando que los golpistas «no son terroristas». Para una vez que puedo estar de acuerdo con el personaje, luego va y asevera que todos serán amnistiados. No pretendo instruir al sátrapa Sánchez, pero si bajar sus ínfulas de visionario. No hace falta ser presidente de un desgobierno para distinguir entre «golpistas» y «terroristas» y para quien dude, está la Real Academia Española (RAE).

En España ser independentista por sí mismo no es siquiera delito. Lo es si de forma unilateral pretende llevar a cabo una secesión territorial, si para ello se utilizan algaradas organizadas encaminadas a generar víctimas entre quienes defienden y representan la Ley, si además almacenan explosivos con intención de utilizarlos —sino para qué tenerlos— eso ya entra a valorarse de otra forma y desde la única posible perspectiva de actos terroristas. Para eso está el Poder Judicial que desde su independenci, de momento, debe valorar. El ministro binario Fernando Grande-Marlaska Gómez dice que no es necesario ser juez para ver que el Caso Tsunami Democrátic no entra dentro del delito de terrorismo. Pues algo está fallando en la judicatura cuando parece que entre jueces y algunos fiscales existen dudas sobre si fueron o no actos de terrorismo los llevados a cabo en las malhadadas de Barcelona. ¿Habrá que preguntarse pues si los yihadistas detenidos antes de atentar son o no terroristas? Total, sólo se reunían para matar.

Parece que no queremos darnos cuenta de la peligrosa deriva bolivariana que está tomando la política en España cuyos damnificados seremos todos los españoles seamos o no, según el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón, de la «fachosfera». Digo yo que sí el sátrapa, aclaro que no es un insulto tan solo el nombre de quien gobierna arbitrariamente, desde su poltrona dictatorial nos insulta impunemente tan solo porque los gustos musicales no se comparten con los suyos. Desde su perspectiva, puedo llamar al sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón «imbécil» puesto que se identifica fielmente con el adjetivo. En fin, estamos en una España en la que una mujer se puede autodefinir en una canción como «zorra», pero tú no puedes decirle «guapa» o «tía buena» que sí me parece inadecuado. El periodista y novelista turco Peyami Safa dijo: «Si quieres destruir una nación no hay necesidad de hacerle la guerra. Basta con hacerle olvidar su historia, perturbar su lenguaje, alejarlo de su religión y por tanto desintegrar sus valores espirituales y moralidad».

Peligrosa deriva bolivariana de la política en España| ¿Qué ejemplo estamos dando? A lo que iba, el «imbécil» del sátrapa que nos gobierna de la mano del insurrecto-traidor Carles Puigdemont casamajó y del terrorista Arnaldo Otegui Mondragón, tiene claro su objetivo que no es otro que instalarse en La Moncloa, Presidencia de Gobierno de España, de forma indefinida y hasta que la muerte lo inhabilite. De otra forma no es posible entender que empuja a este sátrapa a enrocarse en su inexplicable postura sabedor que su política interior enfocada a «ocupar» todas las instituciones de poder. Sólo puede consumarse con la invocación de un nuevo sistema de gobierno en España basada en una república socialcomunista y unipresidencialista y todo eso pasa tras controlar todas las instituciones y reconocer como «estados asociados» a Cataluña, las Vascongadas y pendiente queda Galicia. Basta ver el coro de palmeros en la bancada socialista cuando las «sanchinas» del sátrapa vomitan sus respuestas a la oposición.

Con el control de las instituciones se legaliza cualquier Ley que quiera aprobar. Entonces desde la nueva legalidad se legitima el nuevo sistema de gobierno de la Nación aunque éste sea una dictadura. Es legal por contar con la mayoría de los votos «soberanos» mal representados porque no refleja el sentido del voto para el que fueron elegidos, pero así se lo han hecho saber a la Comisión de Venecia: «la amnistía es legal porque sale del Parlamento». ¿Llegado el momento cuál será la respuesta de Europa? Únicamente queda por asaltar completamente el Poder Judicial para que el sátrapa obtenga el pleno control. A su Majestad el rey, ni nombrarlo ni está ni se le espera. A pesar de ser el árbitro y moderador de la Constitución Española. ¿Se le habrá perdido el silbat? Mientras, 46 agentes de la Policía Nacional se sentarán en el banquillo para dar respuesta sobre sus intervenciones durante las escaramuzas callejeras tras el fraudulento referéndum celebrado en Cataluña, liderado por el insurrecto Puigdemont y su conventículo. «En la España del siglo XXI, los delincuentes en el asiento y los policías en el albero» (Luis Torres Píñar).

Espero que seamos capaces de reunir una multitudinaria respuesta no solo de los ciudadanos en Cataluña sino de toda España en protesta si finalmente se lleva a cabo la ignominia que eso supondría para el estado de «derecho» o debo decir de «decreto». Ahí lo dejo| Peligrosa deriva bolivariana de la política en España.

Luis Torres Píñar