Reino Unido. El príncipe Enrique y Meghan Markle ya son marido y mujer

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WINSOR (REINO UNIDO), 19.05.2018. Meghan Markle arrives at St George's Chapel in Windsor Castle for her royal wedding ceremony to Britain's Prince Harry, in Windsor, Britain, 19 May 2018, Efe.

Efe – Markle, de 36 años, lleva un elegante y sobrio vestido blanco y un largo velo sujetado por una tiara, que ha sido diseñado por la británica Clare Waight Keller, de la casa francesa Givenchy. Windsor (Reino Unido), sábado 19 de mayo de 2018. Fotografía: WINSOR (REINO UNIDO), 19.05.2018. Meghan Markle arrives at St George’s Chapel in Windsor Castle for her royal wedding ceremony to Britain’s Prince Harry, in Windsor, Britain, 19 May 2018, Efe.

El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, y Meghan Markle fueron declarados hoy marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.

Los novios intercambiaron los votos matrimoniales y los anillos ante una congregación de 600 personas, entre ellas miembros de la familia real británica y personalidades del mundo del espectáculo.

Markle, de 36 años, lleva un elegante y sobrio vestido blanco y un largo velo sujetado por una tiara, que ha sido diseñado por la británica Clare Waight Keller, de la casa francesa Givenchy.

Meghan Markle escoge a la británica Clare Waight Keller para su vestido

La estadounidense Meghan Markle escogió a la diseñadora británica Clare Waight Keller para su vestido de novia en la boda celebrada hoy en el castillo de Windsor con el príncipe Enrique.

Markle lució un diseño muy sencillo, blanco inmaculado con escote de cuello de barco y cubrió su rostro con un velo transparente, adornado con bordados en los bordes hechos de organza y con una cola de cinco metros de longitud.

La exactriz adornó su cabeza con una tiara de diamantes, prestada por la abuela del príncipe Enrique, la reina Isabel II.

Waight Keller es desde marzo del pasado año la directora de la marca de moda francesa Givenchy, en sustitución de Riccardo Tisci. La diseñadora, de 47 años, ejerció como directora artística de la casa francesa Chloé durante seis años, antes de sumarse al proyecto de Givenchy, firma que aseguró cuando la contrató que tendría «todas las responsabilidades creativas de la casa».

«Incluidas -prosiguió- las de las colecciones de pret-a-porter y accesorios de mujer y hombre, además de la alta costura».

WINSOR (REINO UNIDO), 19.05.2018. Meghan Markle arrives at St George’s Chapel in Windsor Castle for her royal wedding ceremony to Britain’s Prince Harry, in Windsor, Britain, 19 May 2018. Efe.

Markle entró a la capilla de San Jorge acompañada por los diez niños que ejercían de pajes y damas de honor, entre ellos el príncipe Jorge, de 4 años, y la princesa Carlota, de 3.

La novia sujetaba un sencillo ramo de flores, y, a mitad del recorrido, el heredero al trono británico, el príncipe Carlos, la cogió del brazo para acercarla hasta su hijo y futuro esposo, el príncipe Enrique.

A su llegada al altar, el nieto de la reina Isabel II le dijo a su novia que se veía «espectacular», a lo que ella contestó con una amplia sonrisa.

Se trata de la segunda boda para la exactriz estadounidense, quien estuvo casada de 2011 a 2013 con el productor Trevor Engelson.

Clooney y Beckham llegan a la boda real haciendo enloquecer al público

El actor estadounidense George Clooney y el exjugador de fútbol David Beckham llegaron hoy al castillo de Windsor para asistir a la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle, haciendo enloquecer al público situado en las inmediaciones del lugar para ver a los invitados.

Tanto Clooney como Beckham han acudido acompañados de sus respectivas mujeres, la abogada Amal Clooney y la ex Spice Girl Victoria Beckham, respectivamente, que, tal y como dicta el protocolo, han lucido sendas pamelas, la primera en amarillo y la segunda en azul marino.

Las personas agolpadas a las puertas de la fortaleza han mostrado su alegría con vítores al ver pasar a las dos parejas e, incluso, David Beckham se ha fotografiado con una joven en su paseo hasta la capilla de San Jorge, donde a las 12.00 hora local (11.00 GMT) dará comienzo el servicio religioso.

Poco antes de que los dos afamados matrimonios hicieran su aparición, llegaron también los padres de la duquesa de Cambridge, Carole y Michael Middleton, así como sus dos hermanos, James y Pippa.

Esta última, que está embarazada de su primer hijo, fue acompañada por su marido, James Matthews, con quien mañana celebrará su primer aniversario de casada.

A partir de las 11.20 hora local (10.20 GMT) se aproximarán los miembros de la familia real británica, mientras que la madre de la novia, Doria Ragland -único familiar directo de Markle invitado al enlace- llegará con su hija poco antes del inicio de la ceremonia.

La hermana de Diana de Gales leerá el Cantar de los Cantares en la boda real

La hermana mayor de la fallecida Diana de Gales, Lady Janes Fellowes, leerá hoy un fragmento del Cantar de los Cantares, uno de los textos bíblicos, durante el enlace de su sobrino, el príncipe Enrique, y la estadounidense Meghan Markle.

Con el objetivo de honrar la memoria de su madre, el príncipe Enrique ha elegido a Fellowes para un destacado papel durante la ceremonia en el que leerá: «Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo. Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido».

La esposa del barón Robert Fellowes, antiguo secretario privado de la reina Isabel II, también leyó un texto en el funeral de su hermana en septiembre de 1997.

Otro fragmento del Cantar de Salomón que recitará la tía del novio, cuyos hermanos, Charles Spencer y Lady Sarah McCorquodale también asistirán a la boda, dice: «Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo. Pues el amor es tan fuerte como la muerte y sus celos, tan duraderos como la tumba».

La ceremonia se celebrará hoy a las 12.00 hora local (11.00 GMT) en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor (a las afueras de Londres) y el príncipe Enrique ha querido en todo momento que el recuerdo de su madre esté muy presente en un día tan especial.

Diana de Gales falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París, cuando sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, apenas contaban con 15 y 12 años, respectivamente.

El príncipe Carlos llevará a Meghan Markle al altar en la boda de Enrique

Londres, 18.05.2018

El príncipe Carlos acompañará mañana a Meghan Markle hasta el altar en la boda con su hijo menor, el príncipe Enrique, en el castillo de Windsor, donde se ultiman hoy los preparativos para el esperado enlace real.

A petición de la exactriz estadounidense, el príncipe de Gales, heredero de la corona británica, hará de padrino ante la ausencia del padre de la novia, Thomas Markle, por problemas de salud.

«Meghan Markle ha pedido a su alteza real el Príncipe de Gales que la acompañe por el pasillo de la capilla de San Jorge el día de su boda. El Príncipe de Gales está satisfecho de poder recibir de esta manera a la señorita Markle en la familia real», reza un breve comunicado divulgado por el palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Enrique y el duque de Cambridge.

Por su parte, el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, confirmó hoy que el marido de la soberana, el duque de Edimburgo, de 96 años, irá al enlace tras recuperarse de una operación de cadera a la que fue sometido hace unas semanas.

En la ciudad de Windsor, a 34 kilómetros al oeste de Londres, banderas británicas decoran las calles que rodean el pintoresco castillo medieval, en cuya capilla, que lleva el nombre del patrón de Inglaterra, se celebrará el enlace anglicano.

A pesar del frío nocturno, numerosos británicos monárquicos y turistas, algunos de ellos procedentes de Estados Unidos, ya se han instalado cerca del castillo, detrás de las vallas de seguridad colocadas en las calles, a fin de ver mañana a los novios, que harán un recorrido en una carroza abierta una vez casados.

Las tiendas próximas al castillo, que es también palacio y fortaleza, han decorado sus escaparates con fotos de los novios; banderines rojos, azules y blancos, los colores de la bandera británica, y recuerdos, como tazas y platos conmemorativos, mientras que se han colocado vallas de seguridad en los lugares por donde los recién casados se darán un baño de multitudes.

Tras confirmarse ayer la ausencia del padre de la novia -por una operación de corazón-, los medios habían conjeturado con la posibilidad de que su madre, Doria Loyce Ragland, entrase con ella en el templo, al haber precedente en la monarquía británica.

La reina Victoria (1837-1901) llevó al altar a dos de sus hijas -las princesas Helena y Beatriz- cuando éstas se casaron tras la muerte de su marido, el príncipe Alberto.

Mañana está previsto que la reina Isabel II conceda al príncipe Enrique un título nobiliario, posiblemente el de duque de Sussex, uno de los pocos que aún están vacantes y cuyo origen se remonta a 1801, cuando el entonces rey Jorge III (1738-1820) otorgó el ducado de Sussex a su hijo Augusto -uno de sus 15 hijos-.

Así, Meghan Markle entrará a la capilla de San Jorge como plebeya y saldrá del templo como «su alteza real» y como «duquesa».

La capilla gótica, en la que el príncipe Carlos se casó con Camilla en abril de 2005, estará decorada con flores de temporada, y ramas de hayas y abedules, así como con rosas blancas.

La boda, que empezará sobre las 11.00 GMT, estará a cargo del deán de Windsor, el reverendo David Conner, mientras que el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, casará a Enrique y Meghan cuando estos declaren sus votos matrimoniales ante una congregación de 600 personas.

Además, el primado de la Iglesia Episcopaliana de EE.UU., Michael Curry, que en 2015 se convirtió en el primer obispo afroamericano en presidir la Iglesia Episcopaliana, pronunciará un sermón.

El enlace durará una hora, tras lo cual los novios se subirán a una carroza abierta -un Ascot landau- para recorrer las calles de Windsor antes de pasear por Long Walk -la icónica avenida adornada a ambos lados por castaños plantados durante el reinado del rey Carlos II en 1680- para volver al castillo donde habrá una recepción en el suntuoso salón de San Jorge, utilizado para cenas de Estado.

Los invitados disfrutarán de un banquete compuesto principalmente por canapés, comida servida en pequeños recipientes, y una tarta de limón y saúco, para la que se han utilizado 200 limones Amalfi, 20 kilos de mantequilla, 20 kilos de harina, 20 kilos de azúcar y 500 huevos biológicos procedentes de Suffolk (este de Inglaterra).

Los Ángeles celebra con ilusión la boda real de su vecina Meghan Markle

Los ángeles (EEUU), 17.05.2018.

La ciudad de Los Ángeles, tan acostumbrada a historias cinematográficas de príncipes y plebeyas, celebra con especial ilusión la próxima boda de su «hija», Meghan Markle, con el príncipe Enrique de Inglaterra.

En el Teatro Chino de Hollywood, angelinos y turistas se acercan para desear las mayores bendiciones a la pareja en una enorme tarjeta que recibirá cientos de felicitaciones hasta que los novios se den el «Sí, quiero» en el castillo de Windsor este sábado.

Esta tarjeta de más de metro y medio alta y uno de ancho con la fotografía de Enrique y Meghan y la leyenda «Felices por siempre» compite estos días con las famosísimas estrellas del Paseo de la Fama.

«Estamos súper emocionados, es como una historia de princesas de la vida real, y nos hace sentir algo así como, ¡Guau, cualquiera se puede casar con alguien de la realeza!», dice a Efe Tracy Tung.

En opinión de esta profesora que acudió junto a un grupo de alumnos a firmar en la gigante tarjeta, esta unión les llena de «felicidad» y de «orgullo de ser de Los Ángeles».

No muy lejos de Hollywood, la actriz, nacida hace 36 años en Los Ángeles, se educó en escuelas privadas católicas como la «Immaculate Heart High School», en donde hay maestras que todavía la recuerdan.

Un buen número de sus actuales alumnas tiene previsto reunirse este sábado para seguir la boda en pantallas gigantes.

De la misma manera, el Teatro Chino dará acceso gratuito a todos aquellos que paseen por el bulevar de las estrellas que no quieran perderse un detalle del enlace.

Otro lugar donde se seguirá la ceremonia con especial interés será la casa de té Rose Tree Cottage, en la cercana ciudad de Pasadena, cuyo dueño presume de que la prometida acudió a ese local para aprender y practicar los detalles de esta arraigada tradición inglesa después de haberse comprometido con el príncipe Enrique.

Precisamente la Cámara de Negocios Británico-Estadounidense ha organizado para el sábado junto al cónsul general británico una fiesta «del té de la tarde» con 200 invitados que lideran «causas que apoya la pareja real», incluyendo miembros de organizaciones sociales, veteranos y la comunidad LGBT de Los Ángeles.

Matt Reents, encargado de prensa del consulado británico en Los Ángeles, dijo a Efe que el grupo de expatriados del Reino Unido «Brits in LA» organizará una fiesta en pijamas para esperar la madrugada y ver por televisión la boda.

El personal del consulado británico se reunirá a esperar la madrugada con el mismo propósito.

También le sacarán partido al evento en el restaurante y bar británico The Cat and Fiddle, en Hollywood, donde la fiesta comenzará una noche antes para que la comunidad pueda guardar su sitio desde la madrugada para seguir por la televisión la transmisión del casorio real.

Y es que, como explica Tung, esta es una gran ocasión para la ciudad, pues quieren que su vecina lleve «toda esta cultura de Los Ángeles a Inglaterra para que ellos la experimenten también».

Otro punto de interés inusitado es el hasta ahora tranquilo vecindario de Windsor Hills, donde reside la madre de la prometida, hasta cuya casa se acercan curiosos, aunque está cerrada estos días y solo destacan en su frente dos matas de magüey mexicano, entre otras plantas desérticas.

Uno de esos turistas que encontraron estos días en Los Ángeles un nuevo polo de interés es la italiana Edith Odinaka, que deseó a la futura pareja una «muy feliz vida de casados que dure para siempre y eso significa que el amor reine para siempre».

«¡Que viva el amor! ¡Que viva el amor!», exclama en italiano.

Para la residente de origen peruano Silvia Cenzano, esta boda significa además «algo muy bonito» al unificar dos continentes y supone incluso un «símbolo» para los que, como la actriz, crecieron en los vecindarios obreros de Los Ángeles de que las «comunidades de bajos recursos pueden ir más adelante».

Coincide con ella Tung al recordar que muchas personas llegan a la ciudad californiana con el sueño de triunfar en Hollywood.

«Mucha gente viene a Los Ángeles para ser una actriz y, por supuesto, todo mundo quiere ser princesa, y ella hizo ambas cosas», destaca Tung, que añade que «alguien que creció en esta área, tuvo éxito como actriz y después se casa con un príncipe, eso es un cuento de hadas hecho realidad».

Windsor se engalana para la boda real, a la que no irá el padre de la novia

Londres, 17.05.2018

La pintoresca localidad inglesa de Windsor se engalana para la esperada boda del príncipe Enrique y la estadounidense Meghan Markle del próximo sábado, a la que finalmente no asistirá el padre de la novia tras múltiples especulaciones.

El palacio de Kensington confirmó hoy que el padre de Meghan, el estadounidense Thomas Markle, de 73 años, no acompañará a su hija hasta el altar de la capilla de San Jorge porque necesita «concentrarse en su salud».

En los últimos días, los medios conjeturaron sobre la ausencia del progenitor en la boda en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, debido a que tenía una operación de corazón.

Pero la ausencia del padre no ha minado el espíritu festivo que se respira en este pueblo, de 30.000 habitantes, donde hoy se ha realizado el ensayo general del desfile que seguirá a la ceremonia prevista para las 12 hora local (11.00 GMT) del sábado.

Además, los novios se han trasladado a la villa para tomar el té con la reina Isabel II, una reunión a la que estaba previsto que acudiese la madre de Meghan Markle, pero se desconoce si viajó con su hija y su futuro yerno, que sí fueron vistos a su llegada en un coche.

Varios cuerpos del Ejército británico pasearon al son de música de tambores y trompetas, interpretados por una banda, que marcó el compás de los soldados que acompañarán a los recién casados por las calles de esta localidad en el gran día.

A dos días de la boda, cientos de personas no quisieron faltar a esta prueba, entre ellas Wendy, habitante del pueblo y jubilada, que prefirió evitar las multitudes que se congregarán el sábado.

«Ese día habrá tanta gente que lo veré por televisión», indicó Wendy, algo que confirmó hoy a Efe la policía local, que adelantó que se espera que hasta 120.000 personas se acerquen al lugar.

Todas ellas podrán hacerse con multitud de recuerdos que conmemoran el enlace y que se venden en las muchas tiendas de «souvenirs» que rodean el castillo, construido en el siglo XI y conocido como el refugio favorito de la reina Isabel II.

Sookie, de mediana edad y dueña de uno de estos negocios, declaró hoy a Efe su alegría por el aumento de las ventas de todo tipo de objetos con la estampa de la pareja.

«Están viniendo muchos visitantes, estoy muy ocupada. Estamos vendiendo de todo. Esta boda es muy buena para el pueblo, para los británicos, para el país y para la economía», aseguró.

Tazas, llaveros, cucharillas, posavasos, platos, bandejas, libretas, peluches, imanes, banderas, bolígrafos e incluso caretas de los miembros de la familia real se pueden adquirir en los alrededores del castillo.

Una pareja de españoles de viaje en Londres, Rubén y Marta, señalaron lo «curioso» que es todo el «merchandising» que rodea al enlace, mientras un grupo de turistas mexicanos se hicieron con una bandera de recuerdo para sus hijos.

«Hemos hecho un crucero por el Mediterráneo y la boda nos ha sorprendido aquí de casualidad, pero estamos muy contentos de esta feliz coincidencia», dijo a Efe Leticia Hernández.

Mientras algunos ciudadanos ya hacen noche junto a las vallas que impiden el acceso al recorrido que harán los novios, decorado con banderas británicas, 79 cadenas internacionales y más de 5.000 profesionales de los medios de comunicación están acreditados para cubrir el compromiso matrimonial del nieto de Isabel II.

Sobre todo abundarán los periodistas estadounidenses en esta villa del condado de Berkshire, al sudeste de Inglaterra, para no perderse detalle de lo que haga su compatriota, exactriz y protagonista de la serie «Suits», muy querida también entre los británicos.

«Es encantadora, a los dos se los ve muy enamorados. Están en sintonía porque ambos apoyan las causas benéficas», opinó Brenda, anciana de la localidad, quien bromeó sobre que la pareja no «debería esperar para tener hijos porque ella tiene ya 36 años».

La boda del sexto en la línea de sucesión al trono británico se celebrará ante 2.640 invitados aún con la incógnita de quién llevará al altar a Markle, aunque los medios apuntan a la posibilidad de que sea su madre, Doria Loyce Ragland, quien sustituya a su exmarido.