Barcelona (España), sábado 7 de octubre de 2023 (Luis Torres Píñar).- Las cartas están repartidas. Su majestad el rey Felipe VI de España ha hablado y designado al presidente de Gobierno de coalición en funciones de España y secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez Pérez Castejón, como candidato a la Presidencia de Gobierno de España. Ya solo falta que el expresidente de Gobierno de la Generalidad de Cataluña, fundador de junts per Catalunya (JxCat) y golpista prófugo de la Justicia española, Carles Puigdemont Casamajò, ordene la ejecución de la amnistía, el referéndum o la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) directamente. Si existía la más mínima esperanza de que el árbitro y garante de la Constitución Española, dictara el «fuera de juego», que significó la aprobación del pasado viernes en el Parlamento de Cataluña referente a la imposición de las condiciones para avalar la investidura del sátrapa Pedro Sánchez Pérez Castejón y a continuación el «final del partido» cuando se exige el referéndum de independencia, designando la celebración de nuevas elecciones Generales.
El rey Felipe VI, una vez más, ha decepcionado. No puede alegar ignorancia en las pretensiones de los fascistas separatistas y filoetarras que sin duda éstos, también pedirán la amnistía para sus asesinos etarras, total solo asesinaron a unos cuantos españolazos…Los más, disculpan al rey por el mal rato que le hacen pasar, incluso llegado el momento le obligarán a firmar la amnistía. O sea, su propia inculpación sobre lo dicho en el discurso que dictó desde el Palacio de la Zarzuela el día 3 de octubre del año 2017. Pobre rey, debe estar desolado…
Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalidad de Cataluña de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña (Felipe VI).
El rey Felipe VI, consiente en reconocer que aquello de lo que acusó a los insurrectos y fascistas catalanes, no era cierto y sin embargo consintió, el enjuiciamiento, encarcelamiento —de algunos— y escarnio social, que el Poder Judicial aplicó a estos «honrados» políticos que además de declarar la independencia de un trozo de España, de todos los españoles y del dinero malversado el cual resulta que tampoco lo fue, porque se destinó a la independencia de Cataluña…, cuando resultará que tenían todo el derecho en proclamarla.
Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución Española y su Estatuto de Autonomía de la Comunidad autónoma de Cataluña, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno. Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña (Felipe VI).
El rey Felipe VI, cuando firme la amnistía, se desdecirá también cuando dijo que las autoridades de Cataluña venían incumpliendo la Constitución… Pues, majestad, usted era y es, el árbitro y garante de la Constitución Española. ¿Qué sucedía? ¿Por qué lo permitió? ¿No le cogió en Palacio… O acaso no estaba al corriente de lo que pasaba en esa parte de su reino? Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada (Felipe VI).
Los que residimos en esta parte de España, Cataluña, ya sabíamos hace años lo que esos políticos catalanes venían tramando, y tanto el PSOE (siglas manchadas de sangre de españoles) y el PP como usted mismo majestad nos tenían y nos tienen abandonados. Sencillamente, los españoles que vivimos en Cataluña estamos en un «oasis», en un «mar» de armonía y coexistencia social «envidiable», según parece. Pues, no lo dude majestad y traslade su Residencia aquí, en la ciudad de la que usted además es Conde…
Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España (Felipe VI). Pues, parece majestad, todo lo contrario, pronto se reconocerá que esas autoridades actuaron dentro del Orden Constitucional y con usted a la cabeza, son los que mantuvieron una conducta irresponsable… y contraria al Derecho.
En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común (Felipe VI). Majestad, cuando usted firme la amnistía, será usted quien fue en contra de la democracia, evitar que los fascistas catalanes en uso de su derecho alcanzaran su clímax político al proclamar por fin, la independencia del reino de España. ¿Y usted majestad, qué hará…, también lo firmará cuando llegue el momento; que llegará?
Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el Orden Constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución Española y en su Estatuto de Autonomía (Felipe VI). Majestad, contrariamente a lo que usted dijo, cuando firme la amnistía habrá sido usted quien infringió el orden constitucional y negó el Estado de Derecho y el autogobierno de los fascistas catalanes.
Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes (Felipe VI). A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad ni en Cataluña ni en el resto de España ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos (Felipe VI).
Pues va a ser que no, majestad. En Cataluña hace décadas que a los españoles que vivimos en Cataluña se nos ha perdido el respeto, desde esconder en la práctica totalidad de los ayuntamientos la bandera nacional, esa misma que: con dos gotas de sangre y un rayo de sol, Dios hizo una bandera y se la entregó a un español. Seguido del intento de erradicar el idioma español y un sinfín de acciones contra lo que es y representa España que, permítame decirle Majestad, usted vive en su palacio y solo sale cuando se lo permiten… o eso parece y le enseñan aquello que quiere ver.
Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos (Felipe VI). Usted majestad no sabe nada de Cataluña y menos de los españoles que aquí residimos. Si algo sabemos es que sí, estamos solos y no contamos con el apoyo de ninguna autoridad política que se atreva a defender este trozo de España, más allá de nosotros mismos en eterna lucha contra los fascistas catalanes.
Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza (Felipe VI). Entonces (el 3 de octubre de 2017) le creímos majestad con recelo porque necesitábamos creerle. Hoy con enorme desasosiego y tristeza, usted majestad, no nos transmite tranquilidad, todo lo contrario porque está en manos del sátrapa Pedro Sánchez Pérez Castejón y sus acólitos.
Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos; porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña (Felipe VI). Realmente en eso si tenía usted razón. Eran y son momentos difíciles, pero poco tenemos de que sentirnos orgullosos. Cuando usted majestad, firme la amnistía, será lo mismo que reconocer que vivimos en una autocracia, donde a usted de momento, se le deja vivir mientras firme lo que le pongan delante.
Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, «para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España» (Felipe VI). Usted majestad, en el momento que firme la amnistía, nos demostrará a todos los españoles que su «entrega» al entendimiento y a la concordia de los españoles, tan solo forman parte de un bonito discurso. Ciertamente, majestad tiene un compromiso como rey, con la unidad y la permanencia de España, pero lamentablemente no sabe o no quiere cumplirlo.
Un Gobierno que negocia con un insurrecto chantajista y con los amigos de quienes han asesinado a más de 800 españoles, no nos lo merecemos, por mucho socialcomunista que haya y ahora bendigan la amnistía y usted debiera haberlo dejado claro, muy claro, hace ya demasiado tiempo.
El próximo domingo, día 8 de octubre de 2023, todos en Paseo de Gracia, esquina con calle Provenza: No a la amnistía; no al referéndum de autodeterminación.
Ahí lo dejo…
Luis Torres Píñar
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