Diputado extremista de Podemos desafía al Tribunal y asegura que «no irá a ningún juicio»

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El diputado de Podemos Diego Cañamero, hoy poco antes del inicio de la primera jornada de la Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre que definirá el futuro de Podemos. EFE

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Ante la evidencia de ser inhabilitado por sus ataque racistas contra los trabajadores y empresarios, ahora dice que él es cristiano y cree en Dios: «Creo en Jesus Cristo y, si me meten en la cárcel, estoy dispuesto a pagar ese precio». El ultraviolento ‘morado’ diputado en el Congreso de los Diputado se auto declara «insumiso judicial». «No voy a ir a ningún juicio, ni a ninguna declaración» y «voy a seguir en el escaño, porque no he hecho ningún daño a nadie, simplemente una lucha sindical», ha puntualizado Diego Cañamero. El Tribunal Supremo ha abierto causa contra Diego Cañamero por su participación en noviembre de 2008, cuando era el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), en una protesta en la finca «La Jarilla» de La Rinconada (Sevilla) en defensa de los derechos laborales de unos jornaleros. Madrid (España), sábado 11 de febrero de 2017. Fotografía: El diputado de Podemos Diego Cañamero, hoy poco antes del inicio de la primera jornada de la Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre que definirá el futuro de Podemos. Efe.

La finca, situada en el término municipal de La Rinconada, está dedicada a la explotación de árboles frutales y es propiedad de la Sociedad Anónima de Transformación nº 5800 Alia.

«Una vez en el lugar -siempre según el relato del fiscal- insultaron a los trabajadores y a los empresarios, llamándolos entre otros epítetos «sinvergüenzas, fascistas, hijos de puta».

Además, causaron diversos destrozos, como partir candados, inutilizar cerraduras, desinflar las ruedas de un tractor, etc, todo ello para impedir el desarrollo de la producción y que los trabajadores que deseaban trabajar esos días no pudieran hacerlo. Los daños causados en la finca se tasaron en 1.797,97 euros, siempre según el fiscal.

El ultraviolento diputado podemita Diego Cañamero desafía al Supremo y asegura que «no irá a ningún juicio»

El ultraizquierdista violento actual diputado de la coalición Unidos Podemos, Diego Cañamero, ha asegurado hoy que «no va a ir a ningún juicio, ni a ninguna declaración», después de que el Tribunal Supremo haya abierto un procedimiento contra él por delito contra los derechos de los trabajadores.

Cañamero se ha declarado «insumiso judicial» y ha negado que haya cometido delito alguno a pesar de la decisión del Tribunal Supremo, que se ha hecho cargo del caso después de que fuera elegido diputado por Jaén en junio de 2016.

«La justicia y los que ejercen la justicia también responden a unos intereses muy concretos y por eso, yo estoy declarado insumiso judicial. No voy a ir a ningún juicio, ni a ninguna declaración. Desde 2010, no participo en ningún circo, ni en ningún teatro», ha dejado claro Cañamero.

El diputado andaluz ha hecho estas afirmaciones a los periodistas en el palacio de Vistalegre de Madrid, donde participa en la II asamblea estatal de Podemos.

El Tribunal Supremo ha abierto causa contra Cañamero por su participación en noviembre de 2008, cuando era el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), en una protesta en la finca «La Jarilla» de La Rinconada (Sevilla) en defensa de los derechos laborales de unos jornaleros.

Cañamero ha dicho no estar preocupado por la decisión del Supremo de investigarle, lo que podría derivar en la petición del suplicatorio al Congreso para poder juzgarlo.

«Llevo todo una vida así, no sé cuantas veces me habrán juzgado ya, 70, 80 veces, y me han detenido muchas veces. Pero ni he insultado a nadie, ni me he peleado con nadie».

«He defendido mi palabra y la lucha pacífica. Creo en Gandhi y en Jesus Cristo y si me meten en la cárcel, estoy dispuesto a pagar ese precio», ha señalado.

En caso de que fuese procesado, Cañamero ha advertido de que no dejará el escaño: «Dejaría de ser diputado si robara, si me llevara los dineros a Suiza o a Panamá o si hiciera algún desfalco del dinero público, pero yo lo que hago es luchar por el bien común».

«Voy a seguir en el escaño, porque no he hecho ningún daño a nadie, simplemente una lucha sindical», ha añadido.

Respecto a la asamblea de Podemos, Cañamero, que está en la lista de secretario general, Pablo Iglesias, ha confiado en que el congreso acabe con «la unidad de todos».

El diputado andaluz ha pedido «ser generoso en la victoria» para integrar a las distintas corrientes ante el enfrentamiento entre Iglesias y el ‘número dos’ de la formación, Íñigo Errejón.

«Hay tanta apertura, tanta democracia y tanta pluralidad, que aquí cabemos todos. Lo importante es ser generoso y que todo el mundo ocupe el espacio que le corresponde para aportar al proyecto», ha reflexionado.

Según Cañamero, Podemos «ha nacido para quedarse y ser una alternativa de gobierno».

Cañamero ha lucido una camiseta en solidaridad con el exconcejal de Podemos en Jaén, Andrés Bódalo, que está en prisión desde marzo del pasado año por participar en la agresión de un concejal socialista en 2012.

La Causa contra el diputado extremista de Podemos

El auto del Supremo recuerda que, según el escrito de calificación provisional formulado en su día por el Fiscal ante el Juzgado de Instrucción de Sevilla, los días 25, 26 y 27 de noviembre de 2008, «Diego Cañamero Valle, en unión de otras personas y actuando en grupo y conjuntamente, con la finalidad de presionar a los trabajadores de la finca para que iniciaran o continuaran una huelga, se personaron en la finca «La Jarilla»».

La finca, situada en el término municipal de La Rinconada, está dedicada a la explotación de árboles frutales y es propiedad de la Sociedad Anónima de Transformación nº 5800 Alia.

«Una vez en el lugar -siempre según el relato del fiscal- insultaron a los trabajadores y a los empresarios, llamándolos entre otros epítetos «sinvergüenzas, fascistas, hijos de puta».

Además, causaron diversos destrozos, como partir candados, inutilizar cerraduras, desinflar las ruedas de un tractor, etc, todo ello para impedir el desarrollo de la producción y que los trabajadores que deseaban trabajar esos días no pudieran hacerlo. Los daños causados en la finca se tasaron en 1.797,97 euros, siempre según el fiscal.