Lasvocesdelpueblo y Agencias – El juez de Barcelona que investiga las «cargas policiales» de la «Operación Copérnico» de más de 10 mil agentes de Policía Nacional y Guardia Civil desplegados a Cataluña el pasado mes de septiembre para impedir el golpe fascista durante el día, 01 de octubre de 2017 (1-O) archivó este martes, 17 de julio de 2018, una cincuentena de denuncias que presentaron los neonazis y colectivos racistas en Cataluña contra la excelente intervención de la Policía Nacional para impedir la votación ilegal, en cumplimiento de la Orden Judicial del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y del Tribunal Constitucional, en seis escuelas públicas de Barcelona Ciudad, donde el nazismo se había atrincherado utilizando a niños, ancianos y mujeres todos adoctrinados para intentar frenar e impedir que cumplieran con su trabajo. Barcelona (España), jueves, 19 de julio de 2018. fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 01.10.2017. Día del golpe de estado racista de la genestapo en Cataluña. Vista de los héroes del 1-O, trabajadores, entre ellos, muchos padres de familia, de la Policía Nacional, cumpliendo la Orden Judicial contra el golpe de estado fascista en Cataluña. Los agentes retiran los atrincherados, entre ellos mujeres, ancianos, menores de edad, todos adoctrinados contra España, para intentar impedir el acceso al centro de votación -no autorizado- a la Policía Nacional y Guardia Civil. Efe
El Juez: La actuación de las fuerzas de seguridad fue proporcional a la agresión de los escuadrones dela muerte independentistas el 1-O
Según han informado fuentes jurídicas, el titular del juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, que centraliza las investigaciones por la intervención de la Policía Nacional en la ciudad, ha archivado 31 denuncias en las que entiende que la actuación de las fuerzas de seguridad fue proporcional.
Falta de pruebas
Se ve que algunos caso, los fascistas se autolesionaron para acusar injustamente a los trabajadores de la Policía Nacional y Guardia Civil.
Es por ejemplo el caso de aquella energúmena nazi que en un primer momento salió en TV3 denunciando que los trabajadores de la Policía Nacional y Guardia Civil «me han tocado las tetas».
Y es que esta «gentuza» cometió un error de bulto. Acudió en un centro hospitalario y se puso un vendaje en la mano contraria de las imágenes policiales.
Tras la difusión de las imágenes, tuvo que ir de nuevo a TV3 rectificar sus mentiras.
En el caso de 20 denuncias presentadas por heridos del 1-O, el juez las ha sobreseído ante la imposibilidad de identificar a los agentes que actuaron, ya que o no existe material gráfico de las cargas o es insuficiente para averiguar quiénes fueron los policías que cargaron contra los votantes.
¿Dónde estaban los Mozos?
Cabe recordar que los trabajadores de la Policía nacional y Guardia Civiles hacían así el trabajo de los Mozos de Escuadra.
Tanto la policía Nacional como la Guardia Civil, quienes según la operación, solo deberían ser un refuerzo para los Mozos, se vieron obligado a hacer todo el trabajo y solos; los Mozos siendo garante de la Seguridad Ciudadana en Cataluña. Po lo tanto, los Mozos también deberían acompañar a la Policía Nacional y Guardia Civil en cada actuación aquel 1-O. Y no fue así.
Además cabe recordar que el Juez ordenó a los Mozos cerrar los centro de votación del 1-O -no autorizado- antes de la 6:00 horas de la mañana, órdenes que tampoco cumplieron los del procesado exmayor de los Mozos de Escuadra, Josep Lluís Trapero.
Los motivos de esta traición de los Mozos llegaron a la opinión pública más tarde.
Por una parte, la cúpula de los Mozos de Escuadra participaba activamente en el golpe de estado racista, según informes judiciales. Por otra parte, los propios agentes de los Mozos mostraron su indignación públicamente después d ela traición de sus jefes. Así confesó el pasado lunes, 16 de julio de 2018, Pau, un valiente mozo de escuadra en una carta abierta a la sociedad español.
Según denuncia el agente Pau, para cada centro de votación de Barcelona Ciudad, los jefes de la comisaria de Mozos de la zona solo enviaban a solo «2 agentes de Mozos de Escuadra» para impedir la votación y retirar las urnas.
Explica el agente que aquella mañana, los «compañeros» advirtieron a jefe de la comisaría de los Mozos de Escuadra que «era imposible cumplir la orden judicial» porque había al menos «500 independentistas» atrincherados en cada centro. Además. propusieron al jefe d ela comisaria que en lugar de formar dos parejas por centro que forme un solo equipo de 300 agentes de los Mozos de Escuadra para que vayan juntos de colegios a colegios impedir la consulta ilegal. El jefe de los Mozos rechazó la propuesta.
Y es que la respuesta del jefe de la comisaría era contundente: «quédense allí hasta el recuento» de las papeletas. «No habrá refuerzo», sois un total de 300 agentes para cubrir toda Barcelona Ciudad -dijo el traidor jefe de comisaria de los mozos y remachó- «Si llega otro cuerpo policial (Policía Nacional y Guardia Civil), desaparecen de allí» inmediatamente. «No quiero ver las imágenes de los mozos» entre multitudes de independentistas en «TV3», dijo el jefe de los Mozos.
Entonces, «los compañeros» le preguntaron sobre la asistencia de los Mozos a Policía nacional y Guardia Civil tal como dice la Orden Judicial. Por qué eso supondría abandonar a su suerte a la Guardia Civil y Policía Nacional. El jefe de la Comisaría contestó: Vais a hacer «las cosas como planificado», sentenció.
Este valiente mozos sentencia su carta abierta asegurando que se sintió «humillado» y traidor cuando veía a los independentistas homenajearle por no cumplir la orden judicial.
Apunta que cuando llegaron los Policías Nacionales en su centro, se sintió todavía más avergonzado.
De hecho, en poco instantes, la Policía Nacional cumplió con la orden y «precintó el colegio» y se fue.
Pau y su compañero Alberto -la pareja que el jefe mandó en dicho centro de votación ilegal-, se fueron de allí viendo como acaban de tirar por los suelos «el prestigio» y el honor «de los Mozos de Escuadra», confiesa en su carta a Ñ Pueblo.
200 denuncias fascistas
El magistrado, que la semana pasada citó a declarar a los dos primeros agentes de la Policía Nacional investigados por las cargas, tiene en sus manos más de 200 denuncias presentadas por afectados racistas por la intervención policial en colegios y otros centros de votación de Barcelona el 1-O.
