La crisis de la Derecha separatista retrasa la convocatoria electoral y la deja en mano del Tribunal Supremo

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FOTOGRAFÍA. PARLAMENTO DE CATALUÑA (BARCELONA) ESPAÑA, 07.08.2020. El inhabilitado jefe del Ejecutivo separatista en la Comunidad autónoma de Cataluña; Joaquim Torra Pla, alias Quim Torra, hoy durante el Pleno sobre la crisis institucional estallada tras la decisión de su majestad el rey emérito Juan Carlos de España de irse de España cuando haya una investigación de la Fiscalía contra él por supuesta corrupción en la construcción del Tren de Alta Velocidad Española (AVE) en Arabia Saudita, al menos «65.000.000 euros» se habría llevado el rey emérito Juan Carlos, en pago de comisiones. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El inhabilitado presidente de la Comunidad autónoma de Cataluña, que sigue ocupando la Generalidad de Cataluña, Joaquim Torra Pla, alias Quim Torra, no tiene previsto firmar hoy, lunes 10 de agosto de 2020, el decreto de convocatoria de las próximas elecciones en Cataluña, lo que descarta el domingo, 4 de octubre de 2020,como posible fecha electoral. Hasta ahora se barajaba la fecha electoral del 4-O, es decir 54 días después de la convocatoria electoral, correspondiente a la fecha de hoy, lunes, 10 de agosto de 2020. Se ve que la crisis de la derecha separatista, principalmente el lado ultraderechista del separatismo que es Juntos por Cataluña (JxCAT) de del huido Carles Puigdemont y del inhabilitado Quim Torra, habría rechazado cualquier convocatoria electoral antes del 3 de octubre de 2020, fecha en la que pretende cerrar  su congreso fundacional. Sin embargo, a partir de septiembre de 2020, el delincuente Torra, ya condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), estará contra las cuerdas al tener una sentencia del Tribunal Supremo el 17 de septiembre de 2020, que confirmará su inhabilitación inmediata, lo que obligará a la minoría separatista ha hacer un debate de investidura con nuevo candidato de un JxCAT que tendrá que contar con los votos de CUP, ERC y una tercera formación al tener vacíos varios escaños en la bancada secesionista; y, por supuesto, el 23 de septiembre de 2020, el delincuente Torra volverá a sentarse en el banquillo de los acusado en el TSJC por otro delito de desobediencia y podría sumar más años de inhabilitación. Barcelona (España), lunes 10 de agosto de 2020.

Así lo han asegurado a Efe fuentes próximas al presidente de la Generalitat, que esta mañana ha encabezado una reunión telemática con el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó; el conseller de Interior, Miquel Buch; la consellera de Salud, Alba Vergés, y el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, para seguir la evolución de la COVID-19 en Cataluña.

Una de las hipótesis que se barajaban en privado en las filas de JxCat -el presidente de la Generalitat no la llegó a explicitar públicamente- era que Torra convocase las elecciones para el 4 de octubre, lo que de acuerdo con los plazos que marca la ley electoral implicaba firmar al inicio de esta semana el decreto de convocatoria y publicarlo mañana en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña.

Fuentes cercanas al presidente de la Generalitat han señalado, no obstante, que Torra «no prevé alargar» la legislatura y convocará las elecciones cuando constate que la pandemia vuelve a estar controlada, después de unas semanas de rebrotes en diferentes puntos de Cataluña.

La opción de celebrar elecciones el 4 de octubre -tres días después del tercer aniversario del referéndum unilateral del 1-O y tres semanas más tarde de la Diada- permitía encajar la cita electoral entre fechas altamente simbólicas para el independentismo, pero no era vista con buenos ojos por diversas voces de JxCat, que prevé culminar su proceso congresual precisamente el 3 de octubre.

La idea de convocar en breve las elecciones -cuando todavía queda un año y cuatro meses de mandato- permitiría a Torra anticiparse a su posible inhabilitación, ya que a la vuelta del parón veraniego el presidente de la Generalitat deberá afrontar un intenso calendario judicial.

Torra está a la espera de que el Tribunal Supremo celebre el 17 de septiembre la vista sobre su recurso a la condena de un año y medio de inhabilitación por desobedecer la orden de la Junta Electoral Central de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos en período electoral.

Además, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha fijado para el 23 de septiembre la comparecencia de Torra como investigado por desobediencia, en una segunda causa, por mantener en el Palau de la Generalitat una pancarta con un lazo amarillo a favor los presos del ‘procés’.

Antes de su posible inhabilitación, Torra puede convocar elecciones -deben celebrarse 54 días después de que sea publicado oficialmente el decreto de convocatoria-, y es probable que lo haga si la situación de la COVID-19 no vuelve a descontrolarse, si bien no es esa la única opción que tiene el presidente de la Generalitat.

Si se ejecuta la inhabilitación sin que haya firmado el decreto de convocatoria, se ponen en marcha automáticamente los mecanismos para que el Parlamento de Cataluña invista a un nuevo presidente de la Generalitat, una carta que podría jugar JxCat, aunque necesitaría del apoyo no solo de ERC sino también de otro grupo o subgrupo parlamentario.

Mientras no fuese investido un sustituto de Torra en la presidencia, ejercería provisionalmente sus funciones el vicepresidente del Gobierno de la Generalidad, en este caso Pere Aragonès, de ERC.

Si no hubiese investidura, serían convocadas automáticamente nuevas elecciones, que -dependiendo de la fecha en que se formalizase la inhabilitación de Torra- podrían celebrarse en los primeros meses de 2021.

En cualquier, caso, según las fuentes consultadas, el propósito de Torra no es esperar tanto, sino convocar elecciones en cuanto los indicadores de la COVID-19 se estabilicen.