El acuerdo nuclear acordado este jueves en Lausana, Suiza, entre Irán y las potencias extranjeras -EE.UU., Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania- prevé el levantamiento de las sanciones nucleares impuestas por EEUU y la Unión Europea (EU) contra la República Islámica. El pacto, cuyos detalles técnicos y legales se negociarán de aquí al 30 de junio, prevé que el programa de enriquecimiento de uranio sea limitado y supervisado por un periodo de hasta 25 años, mientras que el 95% del uranio ya producido por Irán deberá ser diluido o enviado al exterior. «Este acuerdo no anula» en ninguno modo «nuestra colaboración con el Estado de Israel», ha asegurado el presidente de Estado Unido, Barack Hussein Obama II, conocido como Barack Obama.
Una declaración conjunta con el ministro de Exteriores de Irán, Mohamed Yavad Zarif, habla de un «exhaustivo levantamiento de todas las sanciones» en el futuro si Irán cumple el pacto. Asimismo, ambos calificaron lo acordado como un «paso decisivo», que se ha hecho posible con «buena voluntad». El acuerdo prevé que la planta de enriquecimiento de Natanz sea la única en Irán, mientras que la instalación subterránea de Fordo será convertida en un centro científico civil, ha anunciado la responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini.
En cuanto a Fordo, una de las instalaciones más polémicas de Irán por estar situada bajo tierra, el acuerdo prevé que allí no se enriquecerá uranio, un material de doble uso, civil y militar. Eso sí, en la planta habrá mil centrifugadoras de gas, que podrán ser usados para fines científicos pero no se podrá inyectar uranio en gas para su enriquecimiento.
En cuanto a la planta de agua pesada de Arak, el acuerdo estipula que una sociedad internacional la remodelará para que no produzca plutonio, otra sustancia con posibles fines militares, mientras que el combustible usado allí será exportado a otro país. Según lo presentado por Moghereini, en inglés, y por Zarif, en farsi, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) podrá usar tecnología moderna y tendrá más acceso a las plantas en Irán para esclarecer asuntos pendientes del pasado y del presente. Eso hace referencia a posibles dimensiones militares del programa nuclear de Irán, cuya investigación por parte del OIEA se encuentra estancada desde hace varios meses.
Finalmente, la declaración dice que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptará una nueva resolución que apoye este plan de acción, terminará con las sanciones nucleares y restringirá otras medidas punitivas durante un tiempo determinado. El tratado consensuado habla de «controles estrictos» de hasta un cuarto de siglo de todas las actividades nucleares iraníes por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), según un borrador del acuerdo al que ha tenido acceso EFE.
Como contrapartida se levantarán todas las sanciones impuestas a Irán debido a su programa nuclear, tanto económicas como diplomáticas. Este pacto de principios se debe desarrollar hasta el próximo 30 de junio, fecha límite para lograr un pacto definitivo que cierre 12 años de disputas. Asimismo, dos tercio de las capacidades de enriquecimiento de uranio deben estar bajo permanente supervisión durante los primeros diez años del acuerdo.
El enriquecimiento de uranio es una de las partes más sensibles de las ambiciones nucleares iraníes debido a su doble uso, tanto civil como militar. En ese tiempo, el enriquecimiento de uranio para fines de investigación y desarrollo se podrá llevar a cabo de forma limitada y bajo estrictos controles.
<Redacción- lasvocesdelpueblo y Agencias>