Premio Nobel de la Paz María Ressa: «Facebook ha tomado decisiones que han destruido democracias y cambiado el mundo»

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FOTOGRAFÍA. CARTAGENA (COLOMBIA), 2831.01.2023.- La periodista filipina Maria Ressa, Premio Nobel de la Paz 2021, habla durante una entrevista con Efe, 28 de enero de 2023, durante el Hay Festival, en Cartagena (Colombia). Efe

Efe.- Cartagena (Colombia), martes 31 de enero de 2023. La periodista filipina Maria Ressa habla con tanto entusiasmo que casi hace olvidar que el panorama que describe es «aterrador»: un mundo donde unas pocas empresas nos perfilan a través de las redes sociales para venderle la información a unos líderes que están arrasando la democracia.

VÍDEO. 01.02.2023. IMÁGENES: DECLARACIONES DE MARIA RESSA, PERIODISTA Y ESCRITORA FILIPINA.

La Premio Nobel de la Paz de 2021 se ríe, a pesar de que habla con total seriedad, de un panorama en el que los «jóvenes estadounidenses blancos» se sienten amenazados y las redes les reafirman en ese sentimiento aderezado con odio y miedo.

«No es una coincidencia que haya un incremento de la violencia supremacista blanca en la extrema derecha y una radicalización de los partidos políticos aún más a la derecha», asegura en una entrevista con Efe en Cartagena de Indias, donde participó en el Hay Festival, y confiesa: «Es aterrador, están distorsionando todo».

TRADUCCIÓN:

No sabes realmente quién eres hasta que tienes que luchar por ello y desde 2016 he aprendido que estoy dispuesta a sacrificar mucho por la verdad, quiero decir, tiene sentido, ¡soy periodista! Creo en la misión del periodismo y en los manuales y estándares de ética. Cuando empezamos a ser atacados, en 2016-2017, ni siquiera lo pensé dos veces, había que luchar por poder decir lo que estaba mal y lo seguimos haciendo. Y ahora, desde 2019 cuando el Gobierno filipino lanzó diez órdenes de captura contra mí, me di cuenta que podía ir a la cárcel de por vida; no puedo viajar libremente -si quiero venir a Cartagena, lo tiene que aprobar la Corte Suprema y cuando lo pido, tengo que darle a los juzgados los vuelos que cojo y si algo pasa, tengo que informar-. Así que estoy dispuesta a arriesgar mucho porque creo que esta es una batalla que es crucial y esencial para el mundo y existencial para la democracia.

Exactamente. Hablemos primero de radicalización y luego de polarización y voy a usar a Filipinas como ejemplo. Las operaciones con información empezaron en 2014 y Rusia es el arbitrer, fueron los primeros en experimentar realmente con cómo podían explotar las redes sociales. Entonces, en 2016, Rodrigo Duterte es elegido presidente y ahí es cuando los dominós políticos comienzan porque un mes después llegó el Brexit y el resto de elecciones que acabaron en Donald Trump. Pues en 2016 los filipinos no vivíamos realidades diferentes y nos entendíamos, estábamos en el centro.

Pero si eras pro Duterte girabas a la derecha y si eras anti, a la izquierda; esto según el algoritmo. Llegó 2017, 2018, 2019 y se iban alejando y cuanto más se alejaban unos de otros, los puntos de vista se hacían más extremos porque no escuchan al otro lado. Como periodistas, tenemos que asegurarnos que entendemos la complejidad y el nuance del asunto. Así es como funciona la polarización.

Y entonces cuando ya están polarizados, los algoritmos de distribución del contenido en, por ejemplo, Youtube, en el momento que alguien de derechas pincha en una teoría de conspiración, será alimentado con más teorías conspiración extremas hasta el punto que, como demostró Jonas Kaiser en Harvard, en Brasil la base de apoyo de Jair Bolsonaro fue creada por los clustering algoritmos de Youtube y distribuida en Facebook. Así que estas plataformas están juntando a seguidores de teorías de conspiración extremas que de otra forma nunca se hubieran conocido en la vida real. Esto es a lo que nos enfrentamos con la polarización y la radicalización.

Es una mentira. (…) Decir que Facebook no es político. Es una mentira porque han tomado decisiones que han cambiado el mundo y destruido democracias. En Birmania, la ONU mandó un equipo (…) y Facebook envió su propio equipo y ambos llegaron a la misma conclusión: esta compañía permitió el genocidio (contra los rohinyás). ¿Por qué no cambian el diseño? ¿Cómo pueden seguir justificando las muertes?

Sí, pero no es suficiente. Porque el problema fundamental que provocó el efecto dominó sigue ahí. La sociedad civil en Brasil tuvo que trabajar mucho más duro para conseguir que Lula apenas ganase por un 1 %. Imagínate si pudiéramos tener leyes que controlasen la tecnología para que esto no implique tanto sacrificio, para que no seamos maliciosamente manipulados.

Así que sí, estoy de acuerdo contigo, ahora somos más conscientes del problema pero no debería ser tan difícil recuperar nuestra voluntad. Estamos viviendo en un mundo al revés donde se premia a las mentiras.