Redacción – El presidente de la Generalidad de Cataluña se contradice en su propio discurso de fin de año de 2018, después de llamara a la «unidad independnetista» para «estar preparados para el año de la libertad, (independencia de Cataluña) que ya se acerca (2019)», haciendo valer la «generosidad» que los independentistas -señala Torra- hicieron los «días 1-O y 3-O de 2017», ha llamado a combatir al resto de familias catalanas simpatizantes y militantes de VOX, que considera «fascismo y extrema derecha» en Cataluña y resto del mundo. Asimismo, después de insistir en que: «Especialmente, debemos velar para aislar y denunciar la extrema derecha y el fascismo, «cueva el huevo de la serpiente» como hacen todas las democracias europeas», se contradicho Torra afirmando que: «Propongámonos construir un país mejor, que no excluya a nadie, que haga del derecho a la vivienda, a la educación, a la salud, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, la sostenibilidad y el medio ambiente, la razón de ser de cada decisión política». Barcelona (España), domingo 30 de diciembre de 2018. Fotografía: BARCELONA (ESPAÑA), 30.12.2018. Palacio de la Generalidad de Cataluña. Discurso de fin de año del presidente racista d ela Generalidad de Cataluña, Quim Torra Pla. Lasvocesdelpueblo
Torra a pronunciado su discurso en dialecto catalán.
▶ Missatge institucional de Cap d’Any del #president @QuimTorraiPla pic.twitter.com/ky0D5P0rBM
— Govern. Generalitat (@govern) 30 de diciembre de 2018
Durante su discurso en el que el líder racista se ha dirigido solo a la minoría secesionista, menos de 2 millones de independentistas -según resultados del 21-D Catalán de 2018-, ha recordado a los líderes del ‘Procés’ con quienes se ha solidarizado en nombre d ela minoría separatista hacienda suya su prisión y sus huida por los huidos. «Estos días también tenemos bien presentes aquellos que sufren la injusticia, que son encarcelados por defender mandatos democráticos de su pueblo, o que han tenido que exiliar, lejos de casa, y que no pueden pasar las fiestas con sus familias y amigos».
Después de prometer que ya tiene lista la república porque, según sus cálculos, el independentismo en Cataluña representa el «80% de la población total de Cataluña» -ha dicho Torra ante la cámara de TV3-, es decir, solo un 20% del los catalanes rechaza el «referéndum en Cataluña», ha explicado, se ha comprometido que abrirá el curso político activando todas las leyes suspendidas por el la Justicia española que hacían de Cataluña ya una República.»En este sentido, os anuncio que en el primer Consejo Ejecutivo del año se pondrá en marcha la tramitación legislativa que deberá dar efectividad a las leyes sociales suspendidas por el Tribunal Constitucional».
DOCUMENTO. Discurso de fin de año 2018 del presidente de la Generalidad de Cataluña, Joaquim (Quim) Torra Pla.
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Torra hace esta promesa al independentismo porque, esta nueva iniciativa separatista forma parte de las negociaciones del llamado ‘Documento de 21 puntos’, firmado entre el PSOE, Gobierno de Pedro Sánchez, el independentismo y Gobierno del presidente Torra, la pasada noche del 20 de diciembre en el Palacio de la Generalidad de Cataluña del barrio de Pedralbes de Barcelona.
Aunque finalmente Sánchez se haya echado atrás el viernes durante su último Consejo de Ministro de 2018, tachando de «monólogo» el documento que firmó en privado y ordenó a Torra no hacer público el documento para evitar cualquiera sospecha de la oposición -según se ha avanzado estos últimos días a la prensa- es probable que el presidente Sánchez mire por otro lado y no recurra ante el Constitucional los nuevos desafíos que ha planteado esta noche su socio Torra.
Discurso íntegro de fin de año 2018 del presidente xenófobo de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra Pla
«Generalidad de Cataluña
Departamento de la Presidencia
Oficina del Presidente
Mensaje de Año del presidente de la Generalitat, Quim Torra
Barcelona, 30 de diciembre de 2018
Estimadas y estimados compatriotas,
Aprovecho estas fechas señaladas de recogimiento familiar, de celebración y de fiesta para dirigirse unas palabras como presidente de la Generalidad de Cataluña.
Navidad, San Esteban, Fin de Año, Reyes … con su alegría, su luz y su alegría, nos invitan también a pensar en aquellos que sufren por muchas razones diferentes. Por una enfermedad, por la pérdida de alguien querido, o por las privaciones y la pobreza.
O por las guerras y los conflictos, que siegan vidas y borran la paz, que es el bien más preciado de la humanidad. Y también por la devastación y la muerte causada por grandes catástrofes naturales, como últimamente hemos tenido ejemplos claros.
Estos días también tenemos bien presentes aquellos que sufren la injusticia, que son encarcelados por defender mandatos democráticos de su pueblo, o que han tenido que exiliar, lejos de casa, y que no pueden pasar las fiestas con sus familias y amigos.
Su exilio y su prisión, son nuestro exilio y nuestra prisión; su libertad será nuestra libertad.
El año que ahora termina nos ha dejado una situación política gravísima, pero también una lucha constante para mantener la esperanza y la autoconfianza.
Pero, como dijo el senador Robert Kennedy, de quien este año se ha conmemorado el 50 aniversario de su asesinato: Cada vez que un hombre lucha por un ideal, o actúa para ayudar otro o se rebela ante la injusticia , genera una pequeña onda de esperanza y, millones de estas ondas, cruzándose entre sí, sumando intensidad, forman un movimiento capaz de derribar los muros más poderosos de resistencia y de opresión.
Y aunque, en otra ocasión, apuntó: Sólo aquellos que se atreven a arriesgar mucho pueden conseguir mucho.
El año que pronto comenzará debe servir, precisamente, para realizar el mandato democrático de libertad, para sublevarse ante la injusticia y para derribar los muros de la opresión.
Y debe ser así porque es lo que pide la gran mayoría de la sociedad catalana, su 80%, que ha sido capaz de tejer grandes consensos sociales: 1º, que somos y nos sentimos republicanos; 2º, que no aceptamos la represión penal para resolver cuestiones políticas y democráticas; y 3º, que queremos ejercer nuestro derecho a la autodeterminación.
En consecuencia, esta será mi principal preocupación y la de mi Gobierno para el próximo año: garantizar una Cataluña justa con sus ciudadanos, generadora de igualdad y de progreso para sus hijos, y que se convierta en un espacio de cultura y talento en la diversidad de expresiones y creencias. Una Cataluña, pues, determinada en la libertad.
Es por eso que no vamos a dejar de insistir en el diálogo, la negociación y la necesaria mediación internacional. Es necesario que el Estado tenga voluntad de encarar un diálogo creíble, sincero y valiente para una solución democrática y política.
Es por eso que quiero pedirles que compartir conmigo algunos propósitos para este año 2019. Nos tenemos que exigir ser más fuertes en la unidad.
Ante las embestidas que nos hacen retroceder muchos años en la consolidación democrática, es necesario que los demócratas nos presentamos unidos y solidarios en defensa de un bien común como son los derechos civiles, sociales y políticos de todo el mundo.
Especialmente, debemos velar para aislar y denunciar la extrema derecha y el fascismo, «cueva el huevo de la serpiente», como hacen todas las democracias europeas.
Pronto comenzará un juicio (del PROCÉS) que debe ser el altavoz más potente de unas personas que, en algunos casos, hace más de un año que viven encarceladas preventivamente y, en otros, viven bajo la amenaza constante de una represión inaceptable .
La sociedad catalana en su conjunto, aquel 80% que nos hace fuertes y imparables, lo ha manifestado una y otra: son inocentes, cumplieron con lo que les pedíamos y tienen que volver a casa.
Todo este año hemos dedicado mucho tiempo y muchos esfuerzos a protestar a los cuatro vientos contra el hecho de que, en pleno siglo XXI, en Cataluña, en el corazón de Europa, haya exiliados y presos políticos. Y seguiremos invirtiendo todos los que hagan falta.
Pero, sin embargo, ahora os propongo también que redoblemos tiempo y esfuerzo a tomar de nuevo la iniciativa porque sabemos que sólo la libertad colectiva será la fuente de su libertad personal.
Ya lo decía el querido Josep Pallach: Ningún ciudadano es libre si su pueblo no lo es.
Hoy, ahora, sabemos que la lucha por los derechos civiles va ligada a la lucha por los derechos sociales de todos; y que la defensa de los derechos humanos personales es inseparable de la defensa del derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Hacemos de este anhelo y de esta defensa una oportunidad. Dejamos atrás las desconfianzas, las diferencias que nos puedan separar. Que la generosidad vuelva a ser el vehículo de nuestra expresión colectiva.
Hagámonos estos propósitos como pueblo, cada uno de nosotros, y no dejamos pasar ninguna ocasión para ayudar a las personas que tenemos alrededor. La generosidad es el cemento que nos hace imbatibles.
El año 2019 será un año de desafíos mayúsculos, pero también será un año para poner a prueba la confianza, la solidaridad y la fraternidad que nos tenemos a nosotros mismos.
Cerramos un año con buenos datos económicos. 20 trimestres continuados de crecimiento del PIB; más de 60 meses de disminución interanual del paro, que sitúan Cataluña cerca de una barrera que parecía imposible de alcanzar como es llegar al 10% de paro; y también se han registrado más exportaciones que nunca.
Estamos satisfechos, pero todavía hay mucho camino por recorrer y debemos exigir continuar avanzando en repartir mejor la riqueza y en velar por los que más lo necesitan.
Propongámonos construir un país mejor, que no excluya a nadie, que haga del derecho a la vivienda, a la educación, a la salud, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, la sostenibilidad y el medio ambiente, la razón de ser de cada decisión política.
El motor de cambio republicano de nuestra sociedad son los derechos sociales de todos. Recuperamos el debate de país, de pueblo constituyente, que haga de todos los que vivimos en nuestro país protagonistas de mañana.
En este sentido, os anuncio que en el primer Consejo Ejecutivo del año se pondrá en marcha la tramitación legislativa que deberá dar efectividad a las leyes sociales suspendidas por el Tribunal Constitucional.
Aspiramos a una República de todos, donde la tolerancia y el respeto por las ideas sean la base de una democracia radical; donde el diálogo sea siempre bienvenido y la ciudadanía pueda expresarse libremente y críticamente.
Que el año 2019 nos haga renacer la esperanza. Tengo la absoluta confianza que el pueblo de Cataluña sabrá encarar un año que será decisivo para todos.
Porque sabemos cómo hacerlo, no me cansaré de insistir: con la determinación del 1 de octubre (1-O) y la fuerza colectiva de dignidad del 3 de octubre (3-O). Acompañados de las banderas que siempre, siempre, nos han representado en el mundo: Democracia, Justicia y No Violencia.
Tenemos un país para construir todos juntos donde cabemos todos. Démonos esa la gran oportunidad para hacerlo posible. Y ponemos las personas en el centro de cada decisión que tomemos.
Que cada día sea un día ganado y no un día perdido.
Los catalanes seremos lo que queramos. Pero el futuro lo tenemos que construir desde hoy. Estemos preparados para el año de la libertad, que ya se acerca.
Estimadas y estimados compatriotas, os deseo a vosotros y a sus familias una Feliz Año 2019».
