Personalidades catalanas de pensamiento ultra izquierdista firman un manifiesto «por la rotura constituyente» tras la celebración de la nueva consulta de participación del gobierno catalán del 9-N llamando a «articular una candidatura unitaria de izquierdas» con el fin de asumir «la independencia en clave de ruptura constituyente».
«No estamos pensando en una independencia pilotada por la derecha catalana donde a pesar nos digan que todo cambia nada cambie demás…»
Más de 80 personalidades ultras izquierdistas anticapitalistas más cerca de la CUP, de David Fernández Ramos, han firmado un manifiesto exigiendo la formación de inmediato de » una candidatura unitaria de izquierdas» para las elecciones plebiscitarias que debería convocar el presidente Artur Mas después el 9-N, como condición de su participación voluntaria en la nueva consulta de participación del presidente Mas.
» Y una vez hayamos votado, y por tanto se haya agotado el mandato electoral claro y nítido de celebrar una consulta, se convocarán unas elecciones al Parlamento de Cataluña a las que se querrá dar un carácter plebiscitario». Han firmado en su sitio donde actualmente cuentan con más de 400 personas adheridas a la causa. A continuación les reproducimos el manifiesto íntegramente traducido en lengua nacional.
Llamada a construir una candidatura unitaria por la rotura constituyente
Estamos viviendo tiempos de cambios históricos donde la gente, las personas anónimas, hemos convertido las verdaderas protagonistas de todo un proceso para la democratización de las instituciones, la ruptura con el régimen económico, político, cultural y patriarcal dominante, y la defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo catalán.
Desde la ocupación de las plazas del 15M hasta las marchas por la dignidad y las plataformas de afectados por las hipotecas. Desde las primeras consultas comenzadas en Arenys de Munt hasta la cadena humana del año pasado o la V de este último 11 de septiembre. Desde las movilizaciones en defensa de los servicios públicos y las huelgas generales hasta las diversas plataformas en defensa del territorio o las llamadas a sublevarse contra las injusticias ya ejercer la desobediencia.
Finalmente este 9-N votaremos, pero lo haremos de forma simbólica y reivindicativa, obedeciendo las prohibiciones y las amenazas de España y del Tribunal Constitucional y sin que el gobierno haya hecho caso a la voluntad popular que reclamaba el derecho a decidir de forma legítima , desobediente y vinculante. Y una vez hayamos votado, y por tanto se haya agotado el mandato electoral claro y nítido de celebrar una consulta, se convocarán unas elecciones al Parlamento de Cataluña a las que se querrá dar un carácter plebiscitario. Las candidaturas que se presenten no podrán obviar ni eludir estas cuestiones, sino que tendrán que posicionarse con firmeza.
En estas elecciones, sin embargo, y a pesar de lo que nos digan o quieran hacernos creer, sabemos que no sólo vamos a votar una manera de plantear la ruptura política con España, sino que también tendremos que evitar que se forme un gobierno que, solo o junto con sus aliados, continúe implementando las políticas de la austeridad y de la deuda, elaborando presupuestos antisociales y gestionando el país según los intereses de los poderes económicos y en contra de la mayoría de la población, como ha ocurrido en estos últimos años. Por este motivo, varias personas implicadas en los movimientos sociales, culturales, políticos y / o sindicales llamamos a articular una candidatura unitaria de izquierdas, radicalmente democrática y que asuma la independencia en clave de ruptura constituyente.
Entendemos que ha llegado la hora de juntar todas las fuerzas en torno a una candidatura que se presente a las elecciones del Parlamento de Cataluña y que sitúe en el centro del debate social la necesidad urgente de entrar en un nuevo ciclo político, rehuyendo la idea de que debe haber una única candidatura en clave de concentración nacional.
No estamos pensando en una independencia pilotada por la derecha catalana donde a pesar nos digan que todo cambia nada cambie demasiado, sino que defendemos la necesidad de iniciar un proceso constituyente popular donde la gente pueda decidir todo, cambiarlo todo, garantizando así que la dignidad y el bienestar de las personas estarán por encima de los intereses privados, económicos y financieros. Si no somos capaces de articular un verdadero movimiento desobediente por la ruptura constituyente, estamos seguros de que acabará firmando un gran pacto entre las élites, de espaldas a la ciudadanía.
Somos conscientes de que esta propuesta no es ninguna novedad, sino más bien la concreción lógica de los procesos de transformación política y democrática que ya se están llevando a cabo en todo el territorio a nivel municipal y que tratan de dar respuesta a las diversas crisis y al fracaso de la socialdemocracia. Pero ahora, seguramente, necesitamos conectarlos todos en una candidatura común que ponga fin a la corrupción, al pago de una deuda ilegítima y la obediencia a las imposiciones de la «troika», a la privatización del bien común y los servicios públicos ya unas políticas que nos han llevado a una situación de precariedad y empobrecimiento generalizados.
No podemos dejar nuestro futuro en manos de una minoría obsesionada con sus «negocios» y en las de sus representantes. No podemos quedar al margen y renunciar a liderar colectivamente este proceso que estamos viviendo. No podemos dejar de tomar un compromiso histórico con nuestra gente.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a todos los agentes, espacios, partidos y personas que hoy se hayan sentido interpelados, a trabajar conjuntamente, sin exclusiones, con generosidad y sobre las bases de un método democrático, ya convocar una primera Asamblea que constituya el espacio para empezar a articular y hacer posible esta candidatura que estamos reclamando y que nos debe permitir avanzar hacia la ruptura constituyente.
Traducción: Arenys de Munt = es un municipio español de la provincia de Barcelona
La ‘idea’ es cambiarlo TODO. Aquí se hará lo que mandemos nosotros, que somos el pueblo. A los demás, que les den con la sandalia.
No conozco muchos ultraizquierdistas que sean «personalidades».
La ultraizquierda, es internacionalista, no quiere fronteras, a no ser que piensen que en un panorama de incertidumbre, quieran dar un golpe fuerte y hacerse con TODO el poder.
El antiespañolismo, quizá hubiese que penalizarlo.